progreso tecnologico

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La relación entre humanos y tecnologías

Crisis-en-el-siglo-XXI_Hoy estamos ante el dilema de alcanzar un progreso verdaderamente humano o un progreso tecnológico y es que para los humanistas, en el mejor de los casos, las tecnologías no pasan de ser una herramienta; en el peor de los casos, resulta un peligro y debe estar bajo el más estricto control. En el otro extremo los tecnologistas ven a la tecnología como una bendición y consideran que el progreso humano, como tal, ya alcanzó todo su esplendor y más bien se encuentra estancado. Cuando en verdad, aceptémoslo o no, la tecnología es parte de nuestras vidas y en la actualidad, sin ella, nos convertiríamos en seres minusválidos, y es que, la dimensión humano hace rato que dejo de ser bio-psico-social para convertirse en tecno-bio-psico-social.

Los tecnologistas están convencidos que la única solución, consiste en la fusión entre humanos y tecnologías, dada las posibilidades que esto traerá al ser humano, siendo la ideología transhumanista su máxima representante y parten de la idea que el ser humano, producto de esa unión, superara todas sus limitaciones heredadas de su condición biológica: envejecer, enfermarse, morirse. Con un toque más filosófico, la singularidad tecnológica, ve como inevitable el que las máquinas debido a su propio crecimiento acelerado llegarán a igualar a los humanos y posteriormente superarlos, por lo que no nos queda más remedio, según sus defensores, que prepararnos para este acontecimiento, y plantean que la forma de prepararnos es acelerando este proceso para que ocurra cuanto antes.

Los tecnologista descartan toda posibilidad de lograr un progreso humano desde la propia condición humana, la cual debe ser desechada como un traje viejo. En opinión de muchos el progreso humano aun no se ha agotado y las potencialidades del ser humano siguen latentes, solo que el camino mas fácil no siempre es el verdadero. Y es que nos hemos acostumbrado a comprarlo todo, a adquirirlo todo desde afuera, lo que nos lleva a creer que también podemos comprar nuestro propio progreso humano. El tecnologismo es, en realidad, consecuencia de nuestra mentalidad actual individualista y nuestra estructura social basada en la competencia y la hegemonía, lo cual nos lleva a la necesidad de comprender en qué consiste el progreso humano y que define a la condición humana. Pero ese no el tema de este articulo, sino la relación que se está estableciendo entre humanos y tecnologías.

Cada día nos convencemos más, que se está produciendo no solo una sinergia entre humanos y tecnologías sino también entre las propias tecnologías, la llamada convergencia tecnológica. Queramos o nos acercamos a una simbiosis humano-tecnología, el problema consiste en si sabemos, en qué consiste esa simbiosis y si tenemos opciones.

Continuaremos con el tema…

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El hombre es capaz de trascender a la naturaleza, a la religión, a la sociedad y a la tecnología, de elevarse por encima de las superestructuras para alcanzar la espiritualidad pero esta no es una elevación individual sino una consciencia que se conecta a las demás consciencia es una unión espiritual que se convierte en un todo.

Al trascender a la naturaleza (los limites naturales) el hombre adquiría consciencia (autoconciencia) de si mismo como individuo pero su consciencia era demasiado solitaria y necesito de la religión para compartir su soledad y su angustia ante el poder que había adquirido. Con la religión el hombre compartía su fuerza interior con otra fuerza externa. Hoy el hombre ha creado otra forma de dependencia: la social y se sometió a la ley del mercado, del éxito, del consumismo, de la competencia, del placer, del individualismo y de la ganancia a toda costa. El hombre necesita nuevamente trascender su condición social y alcanzar una consciencia colectiva (transconsciencia).

Y es que el hombre en su evolución paso de animal a humano y ahora debe pasar de humano a SER humano, todo intento en esa evolución ha sido abortado por su condición animal aun latente que lo ha llevado al predominio de su instintos de dominio y poder. Mientras no evolucione y cambie su mentalidad siempre terminará abandonando su perfeccionamiento espiritual y su empatía social, y sustituyéndola por leyes (fuerzas externas) que lo llevarán a la competencia y la conquista de sus semejantes, de la naturaleza y de su propia condición humana.

Históricamente todos los intentos del hombre de transcenderse a si mismo espiritualmente y de alcanzar una consciencia colectiva han sido truncados por alguna fuerza externa, creada por el mismo, que ha terminado por someterlo.

Al igual que en las guerras donde el hombre ha ido pasando por diferentes etapas, desde la cuerpo a cuerpo hasta la no participación directa al ser sustituido por robots, en la producción también el hombre ha ido alejándose de su propia producción dejando atrás la manufactura de su producto para pasar por líneas de producción donde él es solo un engranaje hasta llegar, en un futuro, a ser totalmente sustituido por las máquinas.

Fromm

Erick Fromm, uno de los psicólogos más importantes del siglo XX, creador del psicoanálisis social y padre de la psicología humanista

Lo cual lo lleva a la enajenación, (siguiendo el pensamiento de Erick Fromm) a no sentirse como creador de sus propios actos, sino que sus actos y las consecuencias de ellos se han convertido en amo suyo. Se siente a sí mismo como un extraño. Esto tiene que ver con la aceptación de fuerzas externas que lo controlan y lo dominan en lugar de ser guiado por su propia fuerza interior.

Marx llama enajenación al estado del hombre en que sus propios actos se convirtieron para él en una fuerza extraña, situada sobre él y contra él, en vez de ser gobernada por él.

El humanismo debe convertirse en amor a la humanidad, en buscar desarrollar la fuerza interior y dejar de depender de fuerzas externas, en aceptar que creer en sí mismo lleva inevitablemente a creer en la humanidad, en sustituir la ideología individualista por una colaborativa, en buscar la cooperación no solo entre humanos sino, también, entre humanos y tecnología, y en desarrollar tecnología colaborativas que no faciliten relaciones sociales profundas que permitan crecer espiritualmente.

Es necesario alcanzar un perfeccionamiento espiritual, luchar por desarrollar todo el potencial del SER y liberar las mejores cualidades humanas e ir hacia una evolución verdaderamente humana. En lugar de poner las mejores cualidades humanas en un Dios, en el ser amado o en un líder, se deben colocar las mejores valores humanos en la humanidad como un todo (consciencia social), Es más; se deben colocar en nosotros mismo como individuos que tenemos una herencia biológica (instintos), que poseemos una espiritualidad, que vivimos en sociedad y nos manifestamos a través de nuestras relaciones (hoy superficiales) y que nuestro progreso humano depende de cómo seamos capaces de encarar los desafíos que encierra un progreso tecnológico cada vez más distante de nuestro propio progreso humano.

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Luego de la caída del campo socialista, parecía que ya no habrían mas confrontaciones y que la ideología socialista como alternativa al capitalismo había fracasado, lo cual llevo a uno de los ideólogos más importantes del neoliberalismo a anunciar el fin de la historia, todos saben que me refiero al japonés Francis Fukuyama.

Fukuyama, cae en el optimismo de asumir que la ideología occidental se impuesto al mundo (por lo que se acepta su superioridad sobre las otras, incluyendo a la sabiduría oriental, incomprendida por la mayoría de los occidentales). Y opina que el resto de las alternativas ideológicas se han agotado y considera que el triunfo del liberalismo es inevitable tanto en el plano de la consciencia como en el material. Lo que quiere decir que no existirán mas ideologías, al menos no tendrán fuerza para oponerse a la ideología del mercado por lo que al quedarse la humanidad sin ideologías alternativas, estaremos, entonces, ante el fin de la historia, donde una sola ideología, la neoliberal, predominará por los siglos de los siglos.

Siguiendo a Hegel, Fukuyama, cree que el fin de la historia se produce en un momento absoluto, cuando triunfaba la forma definitiva, racional de la sociedad y del Estado. Estamos hablando de una ideología única o de un mundo único (Los defensores de la poshumanidad también hablan de alcanzar un único mundo).

Para Hegel la consciencia en la causa que mueve a los acontecimientos entendidos como ideologías, las cuales no se limitan solo a la política sino también a la religión, la cultura y el conjunto de valores molares subyacentes a cualquier sociedad. En cambio Marx, relego toda la esfera de la consciencia (religión, arte, cultura, filosofía) a una superestructura que estaba determinada por el modo de producción prevaleciente (ver concepto de superestructura).

Por otra parte, Marx afirmaba que en la sociedad liberal existía una contradicción fundamental que no podía resolverse dentro de su contexto, la que había entre el capital y el trabajo. Cuando en realidad las contradicciones nacen, no del contexto social, que es donde se reflejan, sino dentro de la consciencia o mentalidad que se ha ido conformando y de la que nace la ideología y el accionar en el mundo.

Siguiendo las ideas de Fukuyama las ideologías han pasado por las siguientes fases.
• Tribales
• Esclavistas
• Teocráticas
• Democráticas (capitalistas).

Y las alternativas que han surgido a la ideología del neoliberalismo son:
• Fascismo
• Comunismo
• Nacionalismo (Nacional socialista)
• Estado teocrático (Islam)
Fukuyama considera que las dos primeras ya han fracasado. Y que las religiones solo funcionan a nivel individual con excepción de la musulmana.

Para Fukuyama una vez desaparecidos los grandes desafíos del fascismo y el comunismo como ideologías alternativas, el camino estaba libre para la ideología neoliberal. Y se preguntaba ¿si podían existir otras contradicciones en las sociedades liberales que no pudieran resolverse? O sea. ¿Existen otras contradicciones más allá de las de clases que no puedan resolverse? Fukuyama plantea dos: la religión y el nacionalismo.

Aunque acepta que existe un renacimiento de las religiones cristiana, judía y musulmana, debido al vacío espiritual que produce en nodo de vida consumista, afirma que no se necesita de la perspectiva de la religión. Después de la revolución científico-técnica y con ella, la aceptación de la razón instrumental; todos los pensadores, que se consideran “serios”, tienden a ignorar la dimensión espiritual en el ser humano, un error que también cometió el marxismo; lo cual no sucede con las nuevas tendencias socialistas en América Latina cuya matiz religioso es evidente.

Fukuyama, no puede escapar a su contexto social y como representante de la ideología dominante afirma que la mayoría de los países del tercer mundo (los del sur) seguirán atrapados en la historia y será motivo de conflictos por muchos años. De ahí que os que los ignore y se concentre en los países desarrollados del norte. En su pensamiento está arraigada la idea que las civilizaciones superiores deben dominar a las civilizaciones inferiores, para acabar con la barbarie.

Fukuyama, ve el fin de la historia como algo repetitivo y monótono donde una de las preocupaciones seria el medio ambiente (no ve las consecuencias reales del deterioro del planeta). Lo que quiere decir que llegaremos a un futuro sin contradicciones ni luchas de clase, ni problemas ecológicos y que las tecnologías estarán en función del libre mercado y del crecimiento económico el cual parecería ser infinito y las desigualdades sociales dejarán de ser un problema (al menos en el sentido político) ya que la pobreza se irá reduciendo mientras la riqueza seguiría aumentando. Ni que decir de los países del sur (tercer mundo) los cuales prácticamente no son parte de esta historia. Por suerte hoy son los países del tercer mundo los que están haciendo la historia.

La historia reciente ha demostrado todo lo contrario y muchos de esos países del sur hoy forman parte de las nuevas naciones emergentes, sino piensen en las BRICS.

Sin embargo, diez años después Fukuyama reconoció su error al querer predecir el fin de la historia basándose solamente en la evolución progresiva de las instituciones políticas y en la economía sin tener en cuenta el progreso tecnológico. Y dijo, entonces: la historia no puede terminar, puesto que las ciencias naturales (se refiere a la biotecnología) actuales no tienen fin, y estamos a punto de alcanzar nuevos logros científicos que, en esencia, abolirán a la humanidad como tal (existe una transición del fin de la historia al fin de la humanidad).

Por lo que acepta que el principal defecto del fin de la historia es no reconocer que la ciencia puede no tener fin (el progreso tecnológico es cada vez mas autónomo y acelerado) y su preocupación se centra fundamentalmente en el desarrollo de la biotecnología y su posibilidad de cambiar los límites de la naturaleza humana.

A Fukuyama le preocupa el poder de la biotecnología (ignora el resto de las llamadas tecnologías convergentes, NBIC) y su intervención en la naturaleza humana, a lo que dice: la biotecnología podrá lograr lo que las radicales del pasado, con sus técnicas increíblemente crudas, eran incapaces de conseguir: generar un nuevo tipo de ser humano. Y cree que no será fácil separa las tecnologías de uso terapéuticos de las de mejora

En uno de sus artículos considera al transhumanismo como la idea más peligrosa del mundo y arremete contra él cuando dice: la falta de respeto que enfrentamos, la insatisfacción con nuestra situación actual, que ha sido el sustento de la Historia como tal, de repente desaparecen, no como resultado de la democracia liberal, sino porque súbitamente hemos descubierto como alterar esa pequeña parte de la química cerebral que era desde un primer momento la fuente del problema.

Yo pienso que fueron varios los errores presentes en el fin de la historia:
• Negar la condición espiritual humana y la necesidad de un cambio de mentalidad.
• No tener en cuenta el progreso tecnológico (el único que el acepta actualmente pero refiriéndose a la biotecnología)
• Negar el poder renovador del socialismo y su adaptación a los nuevos tiempos.
• Prácticamente excluir a los países del sur de la historia
• Ignorar no solo lo injusto del modelo capitalista sino también la pérdida de valores espirituales y el afán de llenar ese vacío por medio un consumismo creciente y desmedido
• Subestimar las consecuencias del deterior del planeta y la crisis ambiental en la que estamos abocados.

Una vez aceptado, como su único error, el no haber considerado el progreso tecnológico (muy común en el pensamiento convencional vigente) Fukuyama acepta como inevitable el paso a un futuro poshumano y dice: el carácter abierta de las actuales ciencias naturales indica que la biotecnología nos aportara en las dos generaciones próximas las herramientas que nos van a permitir alcanzar lo que no consiguieron los ingenieros sociales del pasado. En ese punto habremos concluido definitivamente la historia humana porque habremos abolido los seres humanos como tales. Y entonces comenzara una nueva historia poshumana.

Al final, Fukuyama pasó del optimismo capitalista a compartir el pesimismo ecologista de que nos encontramos ante el final de la especie humana, solo que la mayoría de los ecologista siguen sin tener en cuenta la dimensión tecnológica y las consecuencias que esta tendrá, mientras que Fukuyama, como ideólogo del neoliberalismo, ha visto las contradicciones propias que están surgiendo y que la única opción viable en el contexto actual (y dada la mentalidad y la cosmovisión impuesta por el capitalismo) es un futuro poshumano, y con ello el fin de la historia de la humanidad, tal como la conocemos hoy.

Pueden ver un enfoque sobre el transhumanismo en mi libro: “Inteligencia artificial, el futuro el hombre”.

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El progreso tecnológico ha ido pasando de las herramientas, las máquinas manejadas por el hombre, a las máquinas autónomas cada vez más inteligentes (según avancen las técnicas de inteligencia artificial) que irán inevitablemente formando parte de la vida social de los humanos, ya no como herramientas o máquinas (automóviles, computadoras, grúas, etc.) sino como máquinas superinteligentes capaces de tomar decisiones junto a los humanos. Ahora, la pregunta es: ¿estamos preparado para ese futuro?

En el sitio The Millennium Project, se plantea la necesidad de una ética global ante la aceleración tecnológica que se está produciendo que va más allá de los medios convencionales de evaluación ética y se plantea la necesidad de sistemas éticos que se anticipen a los posibles eventos futuros. Y señala, como preocupación, el hecho de que una sola persona, pueda alcanzar un poder masivamente destructivo, ya que las tecnologías destructivas están al alcance de cualquiera que las pueda comprar y el acceso a la información ya no es un problema, hoy casi todo se puede encontrar en Internet. Sin, dudas el terrorismo es una de las mayores amenazas de este siglo.

Otros hablan del peligro de una tecnología ciega. Que no es otra cosa que una tecnología que avanza en la historia sin un conocimiento profundo del territorio natural, biológico, humano y social en que se mueve. Es el uso negligente de las tecnologías (con fines de lucro, militares, etc.) que ignora las consecuencias de sus actuaciones y actúa al margen de ellas.

Y como consecuencia de esta tecnología ciega, se citan las siguientes consecuencias: el problema de la contaminación, la destrucción de los recursos naturales, el cambio climático, de extinción de especies animales, la alteración de la biosfera, etc.

Por su parte, Miguel Ángel Gutiérrez, realiza el siguiente cuestionamiento: “¿Cuál es el límite de las tecnologías? Ninguna de ellas queda confinada a la función que su creador original imaginó; las tecnologías se entrecruzan, se potencian, se modifican y generan nuevas aplicaciones, por lo que se hace necesario conocer cuáles pueden ser sus consecuencias, más allá del producto o servicio que la incorporen inicialmente.

Hasta el super optimista y experto en inteligencia artificial, Ray Kurzweil, muestra cierta preocupación cuando dice: “No podemos depender de enfoques de ‘prueba y error’ para tratar los riesgos existenciales… Tenemos que incrementar enormemente nuestra inversión para desarrollar tecnologías defensivas específicas… Estamos hoy en la fase crítica de la biotecnología, y alcanzaremos la fase en la que tendremos que implementar directamente tecnologías defensivas para la nanotecnología en los últimos años de la próxima década… Un patógeno autoreplicante, ya sea biológico o basado en la nanotecnología, podría destruir nuestra civilización en cuestión de días o semanas.”

Esto es solo una introducción en el próximo artículo iremos entrando en detalles. El tema está abierto…

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Durante años se ha repetido que el hombre es una criatura bio-psico-social, lo cual es cierto, pasándose por alto la dimensión tecnológica, cuando en realidad el hombre, desde sus orígenes, se ha movido en cuatro dimensiones tecno-bio-psico-social. Omisión que nos ha llevado a ver a la tecnología como algo ajeno al verdadero progreso humano, lo que ha conducido a posiciones encontradas entre los defensores del progreso tecnológico a toda costa y a todo riesgo y los defensores de un progreso humano independiente de las tecnologías.

Cuando en realidad por los siglos de los siglos, el hombre y las tecnologías han estado sufriendo una simbiosis cada vez más estrecha según las tecnologías han ido pasando de ser una infraestructura, herramientas manuales; a ser una estructura que facilita la comunicación, el transporte, la organización empresarial, entre otras tantas implicaciones sociales y económicas, y es que, según el hombre avanzar en su progreso humano, las tecnologías son parte inseparable de ese progreso. Lo cual siempre ha traído riesgos, desde el uso del fuego, puede ser considerada la primera de las armas de exterminio masivo, hasta el uso de las nuevas tecnologías convergentes (NBIC).

En nuestros días, la situación se hace mas y mas compleja, la razón; nos acercamos a un punto en que la tecnología dejará de ser una estructura (tecno-socio-economica) para pasar a ser una superestructura, capaz de participar en las decisiones del planeta y formar parte de una nueva consciencia colectiva, llámese social, cósmica, planetaria, etc. En mi opinión, este es el problema más importante que enfrentaremos en el transcurso de este siglo: ¿Cómo relacionarnos con las tecnologías según estas se vayan haciendo cada vez más independientes, mientras, paradójicamente, el hombre se hará más dependiente?

Para nadie es un secreto que somos criaturas sociales y que no podemos vivir fuera del contexto social, somos totalmente dependientes de la vida social y las relaciones que durante siglos se han establecido, solo que estas relaciones, cada vez se soportan más en los medios tecnológicos, que han ido desde la imprenta, la radio telefonía, las computadoras hasta llegar a los modernos medios sociales de comunicación: blogs, wikis, redes sociales, etc. Es indudable que las tecnologías forman parte de nuestro quehacer diario.

Por suerte hasta hoy el hombre siempre ha sabido manejarse con las tecnologías como estructura, con más o menos éxito (siempre han surgido uno que otro desastre tecnológico). Un ejemplo exitoso ha sido el uso del automóvil, el cual obligó a profundos cambios en la estructura de los países, tales como carreteras, código de transito, semáforos, policías de tránsito, etc. Para poder garantizar la circulación de los vehículos con el mínimo de accidentes. Con gran despliegue de conocimientos (no digo sabiduría), el hombre ha sabido sortear las dificultades que han ido surgiendo a lo largo de su historia teniendo siempre a la tecnologías como un medio para sus fines, hayan sido estos para el beneficio de la humanidad o para su destrucción (las guerras).

(Continúa en el próximo artículo)

Obras publicadas:
Inteligencia Artificial, el futuro del hombre

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Ya cerramos con este artículo los enfrentamientos ante las posiciones que se irán produciendo según el transhumanismo se vaya haciendo una realidad. Este último es la razón de ser de todos los presupuestos anteriores y en él se cifran todas las esperanzas, para bien o para mal.

Enfrentamiento biopolítico ante el problema tecno-científico

Potter, haciendo referencia a la medicina, se pregunta, ¿cuándo no aplicar toda la tecnología disponible?

Riesgos tecnológicos:

T. Singularistas: El progreso tecnológico es la única solución (imperativo tecnológico) y debe ser acelerado. Advenimiento de una singularidad tecnológica.

T. Liberal: La tecnología es incontrolable, cualquier intervención del gobierno siempre trae consecuencias imprevistas. Los riesgos son manejables sin el gobierno (resignación)..

T. Democrático: Los riesgos son manejables con la ayuda de la supervisión democrática y la gestión (regulación)

B. Luditas: Los riesgos son tan enormes y desconocidos y las instituciones reguladoras no son confiables, por lo que la mejora debería ser prohibida (renuncia)

B. Social: Las tecnologías deben ser controladas y en caso de duda deben ser prohibidas (precaución).

B. Progresista: Se pretende que las tecnologías sean asequibles a todos pero, antes, hay que erradicar la pobreza. Se necesitan cambios sociales e individuales que modifican nuestra mentalidad actual. Se pueden alcanzar logros alternativos sin contaminación o degradar al planeta y a la propia naturaleza humana. Es necesario saber manejarse con la tecnología y crear una superestructura tecnológica sostenible que se integre armónicamente al contexto humano y no lo invada de forma negligente con fines hegemónicos o de riquezas.

Resumen

Transhumanistas: El progreso tecnológico es la única solución viable por lo que es imprescindible, desarrollar, acelerar y aplicar todo el potencial tecnológico cuanto antes y pasar a una superestructura tecnológica.

Bioconservadores: Los riesgos son enormes y desconocidos. Se debe controlar el desarrollo tecnológico teniendo en cuenta su impacto sobre la sociedad y las consecuencias que tendrá sobre el individuo. Conservar la estructura tecnológica.

Critica al transhumanismo

·                     Favorece el surgimiento de una superestructura tecnológica basada en la competencia y el individualismo.

·                     Las superinteligencias que surjan se integrarán al contexto actual basado en el poder y se convertirán en otro competidor

·                     Subordinación del progreso humano al progreso tecnológico.

·                     En general se propone una superestructura tecnológica poshumana donde la vida, como la conocemos hoy, dejará de existir.

Recomendacion
Inteligencia Artificial, el futuro del hombre