Son diversos los mitos en torno a la morfina. Lo cierto es que, al ser una droga, utilizada en exceso causa dependencia, pero cuando existen dolores severos, administrada en las dosis adecuadas, ayuda a la persona a soportar su dolor.
Algunos de esos mitos son los siguientes:
- La morfina debe darse solo como última opción, acorde a la urgencia del dolor
- La morfina deprime peligrosamente la función respiratoria
- La dependencia de la morfina es un gran problema
- Es probable que la tolerancia se desarrolle rápido
- La analgesia va acompañada de sedación y desorden psicológico
- Vivir con morfina es peor que la muerte
- La morfina no alivia el dolor; lo hace más soportable
- La prescripción temprana de morfina impide posibles tratamientos posteriores
- La prescripción de morfina significa retirarse de los cuidados activos
- La morfina daña el corazón
- La morfina acelera la muerte
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