Tratamientos no farmacológicos del dolor

La aplicación de medidas no farmacológicas en el tratamiento del dolor no sustituye al tratamiento farmacológico, sino que estas actúan de forma complementaria para optimizar su control. Estas medidas se pueden emplear siempre que no exista contraindicación para ello.

 ¿Sabías que…?

Existen otros tratamientos no farmacológicos que  ayudan a aliviar el dolor

Estas medidas se centran en tres ámbitos de actuación:

  • Intervenciones ambientales
  • Conductuales
  • Físicas

El objetivo de la aplicación de estas medidas es aumentar el confort del paciente, reducir el estrés y las consecuencias indeseables relacionadas con los procedimientos terapéuticos.

 Medidas ambientales

  • Crear un entorno tranquilo.
  • Reducir la intensidad de la luz.
  • Mantener una temperatura agradable.
  • Reducir el volumen sonoro.
  • Utilización de musicoterapia.

Medidas conductuales

  • Enseñar al paciente a manifestar el dolor antes de que éste se vuelva más intenso.
  • Facilitar la comunicación con el paciente demostrando una actitud empática y una escucha activa.
  • Realizar técnicas de relajación, efectuando respiraciones rítmicas, profundas y lentas: inspirando el aire con la sensación de que se expande todo el cuerpo y expirando con un suspiro, mantener una postura tranquila con las extremidades bien relajadas y las palmas de las manos apoyadas sobre la cama o en la zona abdominal, de esta forma reforzamos la sensación de bienestar al notar el ritmo de la respiración.

Modalidades Físicas

Son tratamientos auxiliares para reducir el dolor y maximizar la función.

  • Aplicación de medidas antiálgicas, realizando movilizaciones corporales que ayuden a aumentar el bienestar del paciente mediante cambios posturales y uso adecuado de almohadas o dispositivos.
  • Movilización precoz. La inactividad física provoca rigidez articular y disminución de la fuerza muscular.
  • Aplicación de masajes siempre que no exista contraindicación.
  • Aplicación de crioterapia (frío): se utiliza en el tratamiento del dolor postoperatorio en cirugía de articulaciones.
  • Aplicación de calor: superficial con lámparas de calor, bolsas calientes y parafina y calor profundo por medio de diatermia, termoterapia, hidroterapia, ultrasonido terapéutico y las lámparas de infrarrojo
  • La compresión por medio de vendas compresivas como por ejemplo la venda elástica en el linfedema, que puede ser empleada en el tratamiento de la trombosis venosa profunda y de las úlceras venosas por estasis.