"A mí no se me ha muerto la esperanza,
porque la muerte no es mi vocación,
porque no le conozco un rostro definitivo a no ser el rostro múltiple de nuestras multitudes,
porque no acepto más voluntad que mi terca voluntad de alzar junto a otras manos voluntariosamente tercas,
la tierra fecunda, luminosa, e irrenunciable de mi pueblo".
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