Gotas de Sabiduría

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Cuando te encuentres de camino a Ítaca, desea que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes, al enojado Poseidón no temas,
tales en tu camino nunca encontrarás, si mantienes tu pensamiento elevado,
y selecta emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta.
A los Lestrigones y a los Cíclopes, al fiero Poseidón no encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma, si tu alma no los coloca ante ti.
Desea que sea largo el camino.
Que sean muchas las mañanas estivales en que con qué alegría,
con qué gozo arribes a puertos nunca antes vistos,
deténte en los emporios fenicios, y adquiere mercancías preciosas,
nácares y corales, ámbar y ébano, y perfumes sensuales de todo tipo,
cuántos más perfumes sensuales puedas, ve a ciudades de Egipto, a muchas,
aprende y aprende de los instruidos.
Ten siempre en tu mente a Ítaca. La llegada allí es tu destino.
Pero no apresures tu viaje en absoluto.
Mejor que dure muchos años, y ya anciano recales en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene más que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas.

Constantino Cavafis

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“¿Quieres ser médico, hijo mío?

¿Has pensado bien en lo que ha de ser tu vida? Tendrás que renunciar a la vida privada; mientras la mayoría de los ciudadanos pueden, terminada su tarea, aislarse lejos de los inoportunos, tu puerta quedará siempre abierta a todos; a toda hora del día o de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus placeres, tu meditación; ya no tendrás hora que dedicar a la familia, a la amistad o al estudio; ya no te pertenecerás.

Los pobres, acostumbrados a padecer, no te llamarán sino en casos de urgencia; pero los ricos te tratarán como esclavo encargado de remediar sus excesos; sea porque tengan una indigestión, sea porque estén acatarrados; harán que te despierten a toda prisa tan pronto como sientan la menor inquietud, pues estiman en muchísimo su persona. Habrás de mostrar interés por los detalles más vulgares de su existencia, decidir si han de comer ternera o cordero, si han de andar de tal o cual modo cuando se pasean. No podrás ir al teatro, ausentarte de la ciudad, ni estar enfermo; tendrás que estar siempre listo para acudir tan pronto como te llame tu amo.

Eras severo en la elección de tus amigos; buscabas a la sociedad de los hombres de talento, de artistas, de almas delicadas; en adelante, no podrás desechar a los fastidiosos, a los escasos de inteligencia, a los despreciables. El malhechor tendrá tanto derecho a tu asistencia como el hombre honrado; prolongarás vidas nefastas, y el secreto de tu profesión te prohibirá impedir crímenes de los que serás testigo.

Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación; ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia, sino por las casualidades del destino, por el corte de tu capa, por la apariencia de tu casa, por el número de tus criados, por la atención que dediques a las charlas y a los gustos de tu clientela. Los habrá que desconfiarán de ti si no gastas barbas, otros si vienes de Asia; otros si crees en los dioses; otros, si no crees en ellos.

Te gusta la sencillez; habrás de adoptar la actitud de un augur. Eres activo, sabes lo que vale el tiempo, no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia; tendrás que soportar relatos que arranquen del principio de los tiempos para explicarte un cólico; ociosos te consultarán por el solo placer de charlar. Serás el vertedero de sus disgustos, de sus nimias vanidades.

Sientes pasión por la verdad; ya no podrás decirla. Tendrás que ocultar a algunos la gravedad de su mal; a otros su insignificancia, pues les molestaría. Habrás de ocultar secretos que posees, consentir en parecer burlado, ignorante, cómplice.

Aunque la medicina es una ciencia oscura, a quien los esfuerzos de sus fieles van iluminando de siglo en siglo, no te será permitido dudar nunca, so pena de perder todo crédito. Si no afirmas que conoces la naturaleza de la enfermedad, que posees un remedio infalible para curarla, el vulgo irá a charlatanes que venden la mentira que necesita.

No cuentes con agradecimiento; cuando el enfermo sana, la curación es debida a su robustez; si muere, tú eres el que lo ha matado. Mientras está en peligro te trata como un dios, te suplica, te promete, te colma de halagos; no bien está en convalecencia, ya le estorbas, y cuando se trata de pagar los cuidados que le has prodigado, se enfada y te denigra.

Cuanto más egoístas son los hombres, más solicitud exigen del médico. Cuanto más codiciosos ellos, más desinteresado ha de ser él, y los mismos que se burlan de los dioses le confieren el sacerdocio para interesarlo al culto de su sacra persona. La ciudad confía en él para que remedie los daños que ella causa. No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico; te lo he dicho: es un sacerdocio, y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene un aceitero o el que vende lana. Te compadezco si sientes afán por la belleza; verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana; todos tus sentidos serán maltratados. Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de míseras viviendas, los perfumes harto subidos de las cortesanas, palpar tumores, curar llagas verdes de pus, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias, meter el dedo en muchos sitios. Cuántas veces, un día hermoso, lleno de sol y perfumado, o bien al salir del teatro, de una pieza de Sófocles, te llamarán para un hombre que, molestado por los dolores de vientre, pondrá ante tus ojos un bacín nauseabundo, diciéndote satisfecho: “Gracias a que he tenido la preocupación de no tirarlo”. Recuerda, entonces, que habrá de parecer que te interese mucho aquella deyección. Hasta la belleza misma de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. Las verás por las mañanas desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores y olvidando sobre los muebles parte de sus atractivos. Cesarán de ser diosas para convertirse en pobres seres afligidos de miserias sin gracia. Sentirás por ellas más compasión que deseos. ¡Cuántas veces te asustarás al ver un cocodrilo adormecido en el fondo de la fuente de los placeres!

Tu vida transcurrirá como la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, entre los duelos y la hipocresía que calcula a la cabecera de los agonizantes; la raza humana es un Prometeo desgarrado por los buitres.

Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas. Piensa mientras estás a tiempo; pero si indiferente a la fortuna, a los placeres de la juventud; si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma bastante estoica para satisfacerse con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre, con una cara que te sonríe porque ya no padece, o con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte; si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino, ¡hazte médico, hijo mío!”

¨Comienza con lo que tienes, no con lo que te hace falta. Tu ya tienes todo lo que necesitas para comenzar a crear tu futuro. Sin embargo a veces te encuentras diciendo: Si tan solo tuviera esto, si al menos esto fuera distinto, si tuviera mas dinero¨. No exageres la importancia de las cosas que no tienes. Empieza con lo que tienes. No con lo que te hace falta.

No permitas que aquello que no puedes hacer te impida hacer lo que si puedes. La pasividad prolongada paraliza la iniciativa. Para la mente que vacila todo parece imposible. No esperes que existan circunstancias extraordinarias para hacer el bien, hazlo en las situaciones comunes. No necesitas mas energía, habilidad ni mayores oportunidades. Lo que debes hacer es sacarle provecho a lo que ya tienes.

El encanto de lo distante y lo difícil es engañoso. Lo que puedes hacer ahora es la única influencia que tienes sobre tu futuro. La alegría nunca vendrá a quienes no saben apreciar lo que ya poseen. Nadie logro el éxito mientras esperaba que todas las condiciones fueran ideales Dedícate de lleno a terminar la tarea que tienes en tus manos¨.

Seguramente tienes un concepto de dar gracias que has adquirido inconscientemente de acuerdo a valores familiares y también del medio ambiente en que fuiste criado.
Por lo tanto es un concepto no elaborado voluntariamente, sino más bien aceptado como parte de una costumbre o protocolo de convivencia social.

¿Sabías que el dar gracias es una herramienta poderosa para crear una familia feliz o para tener éxito en los negocios, o en tu comunidad?
Pocas personas saben esto, pero cuando despiertan a la conciencia del poder de dar gracias, sus vidas toman un giro diferente.

Agradecer es una poderosa herramienta de crecimiento personal.
Es una manera de crear mejores relaciones personales y de crecer en los negocios.

¿Agradeces en tus negocios? ¿Y en tu familia, en tus relaciones en general?
¿Sabes que hay una técnica para decir gracias?

Cuando digo esto no me refiero al agradecimiento formal, “Gracias por su visita o Gracias por su compra”.
Sino a una técnica para desarrollar tu negocio y tu vida.

¿A cuántas personas mirando a los ojos le diste gracias hoy?
El primer síntoma de un buen agradecimiento debe ser el placer de hacerlo, debe generarte gozo en tu corazón.

Debe responder a una actitud mental positiva.
Agradecer de este modo crea una situación de alegría, y la necesidad de quien recibe tu agradecimiento a retribuirte de algún modo.
Agradecer de este modo contribuye a la creación de equipos de trabajo fuertemente motivados para el éxito común.
Cuantas personas, al recibir un regalo, dicen “no te hubieras molestado” eso no es saber decir gracias, quien sabe agradecer, tiene técnica para agradecer, te dirá “muchas gracias por este regalo, por haber tenido tiempo para pensar en mi, aprecio profundamente tu regalo.

Agradecer es una manera de dar.
Agradece siempre, independientemente de lo que recibas a cambio y veras como esta ley comienza a funcionar.
Nunca lo hagas con el interés de esperar algo a cambio, no funcionará.

Debes ser sincero y generar en ti y en el otro el placer de dar y recibir gracias.
Debes decirlo desde el corazón, de forma clara.
Ten cuidado, muchas veces no encontrarás lo mismo del otro, No importa, lo haces para dar y no para recibir,
que eso no te atemorice o inhiba, agradece desde tu autoestima, firme y claro.
No esperes nada a cambio.

Agradecer es un arte que muy pocas personas desarrollan.

Se ha descubierto que escuchar bien distingue a los mejores gerentes, maestros y líderes. Entre los profesionales asistenciales, como médicos o trabajadores sociales, la habilidad para escuchar profundamente está entre las tres primeras cualidades de aquellos cuyo desempeño ha sido calificado como sobresaliente por sus organizaciones. No sólo se toman el tiempo necesario para escuchar y por ende sintonizarse con los sentimientos de la otra persona, sino que también hacen preguntas para comprender mejor la situación de fondo de la persona, no sólo el problema inmediato ni el diagnóstico rápido.
La atención completa, tan en peligro en esta época de tareas múltiples, se embota cada vez que dividimos nuestro enfoque. La enajenación y las preocupaciones disminuyen nuestra atención, de modo que somos menos capaces de reparar en los sentimientos y necesidades de las otras personas, mucho menos responder con empatía. Nuestra capacidad para sintonizar sufre, extinguiendo la afinidad.
Pero la presencia completa no nos exige tanto. Una conversación de cinco minutos puede ser un momento humano perfectamente significativo, para que funcione, hay que hacer a un lado lo que uno estaba haciendo, dejar lo que uno estaba leyendo, desembarazarse de la computadora portátil, abandonar el sueño despierto y concentrarse en la persona con la que uno está.

Prestarle más atención a alguien intencionalmente puede ser la mejor manera de propiciar el surgimiento de la afinidad. Escuchar con cuidado, con una atención indivisa, orienta nuestros circuitos neurológicos para la conectividad, poniéndonos en la misma longitud de onda. Eso maximiza la probabilidad de que los otros ingredientes esenciales para la afinidad –sincronía y sentimientos positivos– puedan florecer.

Tomado de: Inteligencia  Social. Daniel Goleman

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme…

Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento.

Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada.

Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud.

Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.

Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces.

Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece.

Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada.

Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin

El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que nuestra meta sea demasiado alta y no la alcancemos, sino que sea demasiado baja y la consigamos.

MIGUEL ÁNGEL (1475-1564)

Miguel Ángel Buonarroti, pintor, escultor, arquitecto y poeta italiano del Renacimiento, es una destacada figura en la historia de las artes plásticas.

Miguel Ángel, que vivió nada menos que hasta los ochenta y nueve años y seguía esculpiendo, pintando, escribiendo y diseñando a una edad en la que los noventa suponían casi sesenta años por encima de la esperanza de vida de aquella época, hablaba en esta famosa cita de la idea de tener esperanzas y metas muy altas. El peligro no reside en fijar metas irreales, sino en no tener ninguna o en que esta sea muy baja, ya que, de ese modo, con nuestra falta de fe, frenamos la posibilidad de llegar a materializar metas más altas.

Esto no solo se aplica a la superación de enfermedades físicas, sino que prácticamente lo incluye todo. El mundo está lleno de personas con metas bajas y pensamientos limitados que desean imponer esta actitud a los demás. El verdadero riesgo está en rendirse o en dejarse llevar por las bajas expectativas. Escucha atentamente a Miguel Ángel, un hombre al que muchos consideran el mayor artista de todos los tiempos.

Un ejemplo es la estatua del David en Florencia. El tamaño, la majestuosidad, el espíritu que parece salir del mármol es Miguel Ángel díciéndonos a todos que apuntemos bien alto. Cuando se le preguntó cómo fue capaz de crear semejante obra de arte, respondió que en realidad David ya estaba en el mármol, él se limitó a quitar lo que sobraba para que este pudiera salir a la luz. Una elevada meta, sin duda.

Hablando de alturas, vale la pena contemplar la Capilla Sixtina. Miguel Ángel tardó cuatro años en pintar la bóveda, tendido boca arriba sobre un andamio, entre 1508 y 1512. Fue un proyecto que otros artistas de menor talla habrían considerado imposible. Sin embargo Miguel Ángel lo aceptó, así como muchos otros, en una vida cuajada de energía, talento y, cómo no, de grandes metas.

Tomado de:   La sabiduría de todos los tiempos.   Wayne W. Dyer

Una historia que nos permite conocernos como personas.

Cuentan que una vez había un anciano que todos los días se sentaba en la entrada de un pequeño pueblo, al lado de un pozo. Cierto día llegó un joven forastero algo desorientado, y con mucho respeto se le acercó y le preguntó:

– Buenos días señor, nunca he venido por estos lugares y quisiera saber, ¿Cómo son los habitantes de este lugar?
El anciano con amabilidad le respondió con otra pregunta:
– Dime muchacho, ¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de la que vienes?
– Y, realmente no quisiera volver a ese lugar, ya que todos son muy egoístas, mentirosos y malvados; es por eso que estoy buscando un mejor lugar para vivir. Le digo sinceramente: estoy contento de haberme ido de allí!
– Ah, porque así son los habitantes de este pueblo … -le respondió el anciano.
Entonces el joven le agradeció y se fue sin siquiera entrar a recorrerlo.

Un rato después llegó otro forastero, quien se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta:
– Señor, este lugar es nuevo para mi. ¿Podría decirme como son los habitantes de este pueblo?
El anciano muy calmo, de nuevo, contestó con la misma pregunta:
– Dígame joven, ¿cómo eran los habitantes de la ciudad de la que vienes?
– Allí todos eran buena gente, muy generosa, hospitalaria y honesta. Le soy sincero si le digo que tengo tantos amigos y conocidos que me ha costado muchísimo separarme de ellos.
– Ah, porque así también son los habitantes de este pueblo -respondió.

Cerca de ellos se encontraba un hombre que había llevado a sus animales a tomar agua del pozo y que había escuchado ambas conversaciones.
En cuanto el joven se alejó, le dijo al anciano, con profunda curiosidad:
– Disculpe, querido amigo. ¿Cómo puede dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta?
– Mire joven -le respondió – Cada uno lleva el universo en su corazón. Quién no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí; en cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, encontrará también aquí amigos leales y fieles. Porque las personas encuentran en los demás lo que son en sí mismas.

SOLEDAD

Feliz es el hombre cuyo deseo y preocupación
están ligados a unas pocas fanegas paternas,
contento de respirar su aire nativo
en su propia tierra.

Cuyas manadas leche dan, cuyos campos de pan le abastecen,
cuyos rebaños de atavío le proveen,
cuyos árboles en verano sombra le dan
y en invierno fuego le proporcionan.

Bendito aquel que sin inmutarse
puede ver pasar tranquilamente
las horas, los días y los años,
con salud física y paz mental;
tranquilo de día,
profundamente dormido de noche, mezclados,
estudio y descanso, dulce recreo e inocencia que,
junto a la meditación, es lo que más complace.

Déjame vivir así, sin ser visto ni conocido;
déjame morir así, sin lamentos.
Arrebatado del mundo y sin tan siquiera una piedra
que diga dónde yazgo.

ALEXANDER POPE
(1688-1744)

Alexander Pope, poeta inglés y escritor satírico, fue la mayor autoridad literaria de su época y se le consideró el prototipo del neoclasicismo inglés.

Los tres primeros versos de este poema hacen referencia a la necesidad de respirar aire puro, ser autosuficientes en la naturaleza y disfrutar de la soledad y el silencio durante el día. Os animo a todos a hacer todo lo posible para introducir estos elementos en vuestra vida, dondequiera que viváis. Dedicad un tiempo para salir de la ciudad y estar en contacto con la naturaleza, donde podréis disfrutar de momentos de inmenso placer y de paz.

Tomado de:   La sabiduría de todos los tiempos.   Wayne W. Dyer

Sé exigente. No toleres ninguna debilidad tuya. Acostúmbrate a exigir mucho de ti mismo. Los hombres de éxito han sido siempre muy exigentes. Si toleras una falta tuya el único que pierde serás tú. Exigir mucho. Exigir muchas horas de trabajo y mucha reflexión en todo. Exigir un pequeño éxito en cada pequeña cosa que hagas. Exigir una atención constante y un comportamiento basado en principios de superioridad, nobleza, cordialidad. Exigir mucho de ti mismo en todo sentido es el camino del éxito. Exigir éxito en todo lo que hagas, e incluso en aquello que solo se hace para pasar el tiempo.

Noel Clarasó

Al empezar un trabajo, por pequeño que sea… me digo en mudo soliloquio; He de iniciar este trabajo y deseo que resulte no solamente bien hecho sino también perfectamente… bien acabado, de manera que sea posible juzgarme por él, no por la marca exterior que pudiera llevar sino por la calidad, honradez y exactitud con que fue ejecutado.
Es la perfección en la ejecución de la obra que nos toca realizar uno de los factores de orden moral que tanto contribuyen en este mundo… a la felicidad humana, a la tranquilidad de conciencia que da el deber bien cumplido, a la bondad recíproca del que da como el que recibe una obra bien hecha, a forjar nuestro carácter en la búsqueda del acabado perfecto, y a respetar a nuestro prójimo ofreciéndole lo mejor de nuestras capacidades.

Anónimo

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que puede haber paz en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas, sin apenas rendirte.
Di tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás; incluso al aburrido y al ignorante: ellos también tienen su historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas.
Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso y amargo porque siempre habra personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros así como de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde; es una verdadera posesion en las cambiantes fortunas del tiempo.
Usa la precaución en tus negocios; porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a las virtudes que existen: mucha gente lucha por altos ideales; y en todas partes, la vida está llena de heroísmos.
Sé tú mismo. Especialmente, no finjas afectos. Y no seas cínico con respecto al amor; porque frente a toda aridez y desencanto, el amor es perenne como la hierba.
Recoge mansamente el consejo de los años renunciando serenamente a las cosas de la juventud.
Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina; y no te angusties con fantasmas: muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Junto a una sana disciplina, se amable contigo mismo. Tu eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas; tú tienes derecho a estar aquí.
Y te resulte evidente o no,
Sin duda el Universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo concibas y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones: mantén paz con tu alma en la ruidosa confusión.
Con todos sus problemas, desencantos y sueños rotos, este sigue siendo un mundo hermoso.

Ten cuidado,

Esfuérzate en ser feliz.

“Desiderata”, hallado en la
Iglesia de San Pablo, Baltimore, año 1693

Si eres pobre, trabaja. Si eres rico, trabaja.
Si te agobian responsabilidades al parecer injustas, trabaja.
Si eres feliz, sigue trabajando.
El ocio engendra dudas y temores.
Si te abruman las penas y tus seres queridos parecen serte infieles, trabaja.
Si vienen los desengaños trabaja.
Si flaquea tu fe y la razón te traiciona, trabaja.

Cuando se desbaraten tus sueños y tus esperanzas parecen desvanecerse, trabaja.
Trabaja como si estuviera en peligro tu vida misma, en realidad lo está.
No importa cual sea tu problema, trabaja.
Trabaja fielmente y con fe.
El trabajo es el medicamento material más eficaz que se conoce, cura las afecciones mentales, al igual que las fisicas.

W.W.R.

Cuando trabajáis, sois una flauta a través de cuya alma el murmullo de las horas se transforma en melodía. Amar la vida a través del trabajo es estar iniciado en su más íntimo secreto. Todo trabajo es inútil, salvo cuando hay amor, porque el trabajo es amor hecho visible.

Jalil Gibrán (1883-19319) El Profeta.

Puedes considerar el trabajo como una labor cotidiana de tu vida. Practica hacer con amor cada una de las llamadas tareas cotidianas. Observa el espíritu, la vida, el alma, ese noventa y nueve por ciento de ti que es invisible, mientras barres, haces la cama, vas de compras, coges un lápiz, etc.
Dirigir tu atención cariñosa hacia cada movimiento físico que realizas es una forma muy bella y práctica de amar la vida a través del trabajo.

Tomado de:   La sabiduría de todos los tiempos.   Wayne W. Dyer

 

Para triunfar simplemente hay que trabajar dos horas más que los demás.

José María García
(1944) Periodista deportivo español.

 

No basta trabajar; es preciso agotarse todos los días en el trabajo.

Auguste Rodín
(1841-1917) Escultor francés.

 

Cuando más trabajo es cuando no trabajo, si no trabajara la vida dejaria de interesarme.

Joan Miró
(1893-1983) Pintor español.

 

Para los que no tenemos religión, nuestro dios es el trabajo.

Paul Bowles
(1910-1997) Escritor estadounidense.

 

El trabajo intenso nunca ha matado a nadie. Los hombres mueren de aburrimiento, por conflictos psicológicos y por enfermedades. Verdaderamente cuanto más trabaje tu personal, más feliz y saludable será.

David Ogilvy
(1911) Publicista inglés.

 

No hay más que dos medios para librarse de la pesadilla del paso implacable del tiempo: el placer y el trabajo. El placer agota y el trabajo fortifica. Escojamos. Trabajar es menos aburrido que divertirse.

Charles Baudelaire
(1821-1867) Poeta y crítico francés.

 

Si un artesano estuviese seguro de soñar por espacio de doce horas que es rey, creo que sería casi tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano.

Blaise Pascal
(1600-1662) Filósofo y escritor francés.

 

Cuando el trabajo es un placer, la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto, la vida es una esclavitud.

Máximo Gorki
(1868-1936) Escritor ruso.