Recién el viernes pasado viendo el programa televisivo “Vale la Pena”, pensé en como los bibliotecarios pudiéramos ser “mejores bibliotecarios” y valga la redundancia.

En esta ocasión nuestro amigo, el profesor Calviño hablo de la VOLUNTAD como elemento importante, casi imprescindible, para trazarnos objetivos, cumplir metas en la vida personal y profesional y ser mejores en lo que hacemos a diario.

Entonces trate de visualizar como seria la red de Bibliotecas de Salud si todos y cada uno de sus integrantes desarrollan la voluntad para integrarse al Programa de Alfabetización Informacional; aprender y aplicar los elementos novedosos y transitar hacia un nuevo paradigma; dejar de ser el “Bibliotecario Tradicional” que de forma pasiva espera que sus usuarios le soliciten el servicio(de los cuales todavía quedan muchos por ahí) y convertirse en el “Bibliotecario-Gestor del conocimiento”

Como sería esta misma red si desarrollamos la voluntad para aprender a trabajar en equipo, donde no quede espacio para el individualismo y el secreto profesional, donde el logro de uno sea el regocijo de todos, porque al final somos una gran familia que tiene como único fin contribuir desde el lugar donde estemos al mejoramiento de la salud de la población cubana.

Como sería la red si desarrollamos la voluntad de vencer esas pequeñas y a veces grandes dificultades, que se nos presentan a diario y que tienen que ver con disímiles causas, desde una conexión lenta o fallida hasta el desaliento porque alguien que nos debió tener en cuenta piensa que nuestro trabajo no es tan importante como el suyo, o que los bibliotecarios simplemente solo son necesarios cuando hay que prestar un libro.

Como sería nuestra red si cada mañana al levantarnos, todos tenemos la voluntad de ser mejores profesionales, de dar un servicio de excelencia a los usuarios, de encontrar oportunidades dentro y fuera de la biblioteca y de convertirnos en un líder en nuestro entorno laboral.

Creo sencillamente que si logramos unir todas estas voluntades, seremos una red que marcha con pasos agigantados hacia el perfeccionamiento de nuestras bibliotecas y de nosotros como profesionales de la información.

Piense usted hoy que podrá hacer para mañana comenzar a desarrollar la voluntad de ser mejor.

Parece que los viernes tienen un encanto particular para tratar los temas de ALFIN. En esta ocasión el escenario fue la reunión metodológica con las Unidades de Subordinación Nacional. La presentación a cargo del Dr. Roberto Zayas y el tema “Los Alcances Deseados para los directivos y trabajadores de la información” como beneficiarios y participantes activos del programa.

El tema promovió un debate muy interesante sobre diferentes aspectos de la ALFIN, la participación activa de las bibliotecarias nos dejo la agradable impresión de que todos estamos en sintonía con los objetivos que se propone el programa.

Entre los temas más debatidos me parece oportuno hacer extensivo, porque puede ser duda de muchos, las diferencias entre “Educación a Usuarios” y ALFIN. Y es que los especialistas que tienen años de experiencia en este andar de bibliotecas sienten que la ALFIN es la actividad que tradicionalmente se ha realizado con el nombre de Educación a Usuarios.

Pero en realidad no es tan sencillo, la ALFIN prepara a los individuos para que desde una perspectiva mucho más amplia puedan asumir los retos de la Sociedad de la Información.

Y es que mientras la educación a Usuarios enseña la utilización de la biblioteca y sus recursos a los usuarios reales y potenciales, la ALFIN enseña a utilizar la información con independencia de la localización de la fuente a todos los miembros de la comunidad. Esto es solo por mencionar alguna de sus diferencias; sobre el tema existe literatura que puede aclarar las diferencias entre ambos conceptos y que el Dr. Roberto ha compilado.

Podemos concluir que el encuentro con las Unidades de Subordinación Nacional nos permitió avanzar en los propósitos del Programa de ALFIN y sentar bases para lograr nuestros objetivos a mediano y largo plazo.

No van lejos los de adelante si los de atrás no corren bien es un dicho que los cubanos usamos muy a menudo y el lunes se hizo realidad en el Municipio Arroyo Naranjo. El Taller de ALFIN se realizo con la presencia de la Vice directora docente municipal, el 100% de asistencia por parte de los Vice directores docentes de cada policlínico y una nutrida participación de bibliotecarios e informáticos.

Todos muy interesados en el tema, debatieron ampliamente aspectos como: capacitación de los recursos humanos, necesidad de integrar el trabajo de las bibliotecarias con los informáticos, diferencias entre gestión de información y gestión del conocimiento, etc.

Una tarde muy provechosa donde todos funcionamos en equipo. Ante la pregunta del Dr. Roberto Zayas ¿ Se motivan o no se motivan, es posible o no es posible el cambio ? ; todos estuvieron de acuerdo en comenzar a dar los primeros pasos para lograr el salto hacia un profesional cualitativamente superior y mejor preparado para asumir los retos de la Sociedad de la Información.