singularidad tecnologica

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Podemos decir que existen dos grandes bandos, los que creen que las tecnologías serán la solución a todos los problemas (tecnologistas) y los que creen que son un peligro y que hay que controlarlas. Siempre existe una masa oscilante que no toma partido  y que cree que todo seguirá igual, pero que en cualquier momento toma partido de un de los dos bandos. Y nunca puede faltar una tercera posición que busca encontrar un equilibrio entre ambas.

Es una abstracción (muy utilizada, incluso por mi) decir que el enfrentamiento bio-político por controlar la vida será un enfrentamiento entre transhumanistas y bioconservadores,  en realidad es un enfrentamiento entre empresas transnacionales y organismos transnacionales. Pienso que el destino de la humanidad dejará de ser solo una discusión entre empresas transnacionales y organismo transnacionales, y que un nuevo actor ira tomando cada vez más fuerza: las comunidades transnacionales (ver impacto de las redes sociales).

Las diferentes ideologías

Las ideologías no escapan a la dimensión humana bio-psico-social (dejamos fuera a la tecnológica) por lo que han existido tres grandes ideologías globales

·         Ideología religiosa (psiquis) – cristianos, budista, mahometanos, etc.

·         Ideología social (sociedad) – socialismo, comunismo, social democracia, etc.

·         Ideología ecológica (medio ambiente) – desarrollo sostenible, ecología profunda, eco-socialismo, etc.

Hoy estamos ante una nueva ideología: La ideología tecnologista y se comienza a asumir una nueva dimensión del problema humano como tecno-bio-psico-social.

Y es que hasta ahora las ideologías se han ido incorporando al sistema social dominante (el capitalismo) en forma de reformas que han ido suavizando las costumbre, al igual que sucedió con la religión en la época esclavista, un ejemplo clásico es la ideología socialista que ha jugado un papel importante en los logros sociales de justicia, igualdad y sobre todo de medidas a favor de la clase obrera.  Se podía esperar otro tanto de la ideología ecologista, que esta viniera a integrarse al progreso tanto humano como tecnológico y se obtuvieran medidas a favor del medio ambiente, sin dudas hubiese sido así, de no ser por otra ideología que cifra sus esperanzas no en la perpetuación de la naturaleza y su sostenibilidad sino en la perpetuación de una especie poshumana y en el advenimiento de una evolución artificial que de hecho rompe con la evolución natural y nos lleva a una nueva interpretación del problema.

Es obvio que si puedo construirme una casa nueva no tengo porque estar preocupándome por la que tengo. Son muchos los tecnologistas que sueñan con construirse nuevos cuerpos, copiar su mente y sustituir lo natural por lo artificial ya que para ellos, tanto el cuerpo, como la mente, como el planeta, ya llegaron a su límite y se han convertido en un freno al progreso “tecnológico” y este es otro fenómeno ya que asumen que el progreso tecnológico incluye al progreso humano o sea limitan este al segundo.

Aquí tenemos un primer enfrentamiento entre una ideología ecologista que quiere preservar lo natural (bioconservadores) y una ideología tecnologista que quiere transformar lo natural hacia lo artificial (transhumanistas) y esto nos lleva a dos escenarios futuros: el futuro sostenible que defienden los bioconservadores encabezada la idea de un desarrollo sostenible y que toma cuerpo en las organizaciones transnacionales (ONU, UNESCO, PNUD, etc) y de la otra parte el futuro poshumano que defienden los transhumanistas y es la idea motriz que siguen, hoy por hoy, las empresas transnacionales de las nuevas tecnologías (IBM, Microsoft, Google, etc). El escenario de la batalla ya esta dispuesto y somos nosotros mismos en cuerpo y alma, el campo de batalla. Ahora la lucha por superar todos los limites naturales.

De esto hablaremos más adelante pero solo para que tengan una idea vamos una comparación entre las características de un futuro poshumano (muy bien definido por Kurzweil) y un futuro sostenible, del cual todavía hay que definir muchas cosas.

Futuro poshumano

  • Superestructura tecnológica poshumana
  • Superestructura social competitiva (mercado)
  • Ideología individual transhumanista
  • Integración del progreso humano (o sustitución) al progreso tecnológico
  • Inmortalidad digital (trascendencia psico-digital)
  • Superinteligencia transhumana
  • Singularidad tecnológica
  • Transformación exterior (tecnologías emergentes)
  • Humano mejorado (por las tecnologías)
  • Transformación tecnológica (presupuestos transhumanistas)

Futuro sostenible (*)

  • Superestructura tecnológica sostenible
  • Superestructura social colaborativa
  • Ideología colectiva transdisciplinar
  • Integración del progreso tecnológico al progreso humano
  • Evolución trascendente (trascendencia tecno-social)
  • Superinteligencia colectiva (cerebro global)
  • Sostenibilidad tecnológica
  • Transformación interior (fuerza interior)
  • Humano pleno
  • Transformación transdisciplinar dentro de una bioética global

( *) La idea de un futuro sostenible y de una bioética transdisiciplinar, siguiendo las ideas de Van R. Potter de una bioética global, es un tema el que estoy trabajando y será motivo de un próximo libro, por supuesto, que lo iré publicando, sucesivamente, en este blog

Si nos remitimos al enfrentamiento entre transhumanistas y biocoservadores tratado en otros artículos de este blog al que le daremos un nuevo enfoque:

Transhumanistas (T)                               Boconservadores (B)

Poshumanistas (singularistas)                   Luditas              

Liberales                                                     Desarrollo sostenible (sociales)

Tecnoprogresitas (democráticos)              Transdisciplinar (progresista)

Los cuales se agrupan a los escenarios de cada futuro como sigue:

Futuro poshumano (superestructura social competitiva – ideología individual)

  • Poshumanismo: Superestructura tecnológica (ideología tecnologista)
  • Transhumanismo: Superestructura tecnológica mercantil (ideología tecno-económica)
  • Tecnoprogresismo: Superestructura tecnológica democrática (ideología tecno-medica)

Futuro sostenible (superestructura social colaborativa – ideología colectiva)

  • Biconservadurismo: Estructura sostenible (ideología ecológica)
  • Desarrollo sostenible: Estructura tecnológica sostenible (ideología eco-social)
  • Bioética transdisciplinar: Superestructura tecnológica sostenible (ideología transdisciplinar – Tecno-Bio-Psico-Social)

No se asusten estas ideas las iré desarrollando en próximos artículos (ahora estoy escribiendo un poco apremiado por el tiempo).

Si tenemos en cuenta que muchos de los defensores del desarrollo sostenible están hablando de la necesidad de un decrecimiento económico, de un mayor control de las tecnologías (principio de precaución), de producciones más seguras y protegidas (lo cual implica más gastos en la inversión) de una disminución del consumo, etc. Sin dudas todo va en contra del ideas de un capitalismo que crece infinitamente (a expensa de la degradación del planeta) y de la idea de una prosperidad y consumismo ilimitado. Lo que nos lleva a pensar en una crisis del capitalismo y del fracaso de su modelo. Todo lo cual obligaría a grandes transformaciones del sistema vigente y de una búsqueda de soluciones socio-ecológicas. Por suerte o por desgracia, las tecnologías vienen a socorrer al decadente modelo actual y traen nuevas esperanzas de un crecimiento ilimitado en una planeta que puede ser reconstruido y sus recursos naturales pueden ser sustituidos por recursos artificiales, incluyendo al hombre. Estamos hablando del poscapitalismo y de un transhumanismo liberal que va tomando cada vez más fuerza en las grandes transnacionales del mercado.

De todo lo anterior se desprende que el enfrentamiento ya se está produciendo entre los organismos transnacionales, las instituciones que representan a los poderes convencionales, tal vez demasiado convencionales para los tiempos que corren, y las empresas transnacionales enfrascadas en la búsqueda de nuevos mercados y en la creación de nuevos productos para una sociedad cada vez mas vacía y desorientada; tal vez, dispuesta a despojarse de su alma, solo para lucir atributos artificiales ajenos a la verdadera esencia humana.

Recomendación:
Inteligencia artificial, el futuro del hombre

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Aunque Google ha estado reacio a utilizar la palabra Web semántica (de esto hablaremos en otro artículo) todo indica que la tarea principal de Kurzweil será incorporase a esa línea, no sé qué tiene que ver la Web semántica con, su último libro, “Como crear una mente, o tal vez exista una relación que tendremos que ir descubriendo según se vayan sucediendo los acontecimientos y se esclarezca hacia dónde va Google y hacia dónde van las tecnologías de la información (TI), y de la aparición de un cuarto paradigma en las TI Nos acercamos a una nueva era de las tecnologías de la información. Y, sin dudas, Kurzweil vendrá a jugar un papel importante en el camino que escoja Google.

El propio Kurzweil ha declarado que trabajar en las búsquedas avanzadas que vayan más allá de las palabras claves y aspira que, las computadoras de Google, entiendan el lenguaje natural; no sólo hacer la búsqueda y responder a preguntas sobre la base de los vínculos y las palabra  para que las personas puedan hacer preguntas más complejas; se aspira a que las computadoras comprendan el sentido semántico. Hasta aquí estamos hablando del proyecto de la Web semántica propuesto por Tin Berners-Lee, proyecto totalmente realizable y según los expertos no se ha llevado a cabo por cuestiones más bien de tipo comercial, las grandes transnacionales, incluyendo a Google, no le han dado el apoyo que se esperaba..

Pero, las expectativas de Kurzweil no se quedan ahí. La idea es que los computadores puedan reconocer mejor lo que las personas quieren decir, y aprender de lo que hacen. Si una máquina llegara a ese nivel, según Kurzweil sería consciente. Pero Kurzweil va mas allá, cuando dice: “Y eso no significa sólo inteligencia lógica. Significa inteligencia emocional, ser divertido, entender el chiste, ser sexy, ser amoroso, entender la emoción humana. Eso es en realidad lo más complejo que hacemos. Eso es lo que separa a computadores y humanos hoy. Creo que esa brecha se cerrará en 2029″.

Estamos hablando de la idea del advenimiento de una singularidad tecnológica Las vías para lograr la singularidaddonde Vinge propone la idea del surgimiento de cuatro superinteligencias, pero Kurzweil se inclina abiertamente por la superinteligencia artificial mientras los transhumanistas se inclinan por las superinteligencias biológicas e hibridas La fusión humanos-tecnologías. El Cyborg.

La comprensión del lenguaje natural ha sido una de las aplicaciones centrales de la inteligencia artificial desde sus inicios, recordar el paradigmático programa Eliza del ya desaparecido Joseph Weizenbaum, referencia obligada de todo aquel que quiera iniciarse en la programación del lenguaje natural y hoy muchos de los chabot, Conversar con un Chatbot, que se ejecutan en Internet parten de sus principios, por eso no es de extrañar que Kurzweil afirme: “la comprensión del lenguaje natural es la parte más importante de la inteligencia artificial desde que Alan Turing definió el campo de la inteligencia artificial en 1950, se centro en el lenguaje natural”, haciendo referencia a la famosa prueba de Turing. 

Para muchos es una sorpresa que Kurzweil, quien siempre ha preferido dirigir sus propios proyectos, haya comenzado a trabajar en Google, si tenemos en cuenta, que las ideas futuristas de Kurzweil, Las profecías de Ray Kurzweil, parecían no tener nada que ver con Google. El mismo Kurzweil, lo aclara cuando dice: Me reuní con Larry Page y le hable sobre mi libro “Cómo crear una mente” y le dije que quería hacer un proyecto y crear una empresa basada en esas ideas. Él me convenció para hacerlo en Google debido a que los recursos que necesitaría estaban disponibles en Google”.

 Google ya lleva algún tiempo tocando el tema de una inteligencia artificial débil, Crisis de la inteligencia artificial y ha desarrollado algunas aplicaciones importantes, tales como: el reconocimiento de la voz de Google Voice, la traducción automática de Google translate y el audífono de cristal Google. Lo que hace pensar que según estas tecnologías se vayan integrando entre sí, se alcance un sistema capaz de entender el lenguaje natural a un nivel cada vez más profundo.

Ahora con Kurzweil, al frente del proyecto, todo un indica un giro de 180 grados, hacia una inteligencia artificial fuerte (La copia del cerebro)  y al aumento exponencial de la inteligencia artificial hasta igualar y luego superar a la humana, Surgirá una superinteligencia capaz de superar al ser humano.

Kurzweil parece al fin encontrarse a sí mismo cuando dice: “Mi objetivo es contribuir a la inteligencia artificial y esa ha sido realmente una búsqueda de 50 años… Y ahora, por primera vez, tengo los recursos para hacerlo”. Tal vez en Google, pueda por fin, realizar sus sueños.

Como ya he dicho en otros artículos, existen otras alternativas, como la inteligencia colectiva de Pierre Levy, el proyecto del Cerebro Global propuesto por Francis Heylighen y otros autores no menos importantes, los que se fundamentan en el surgimiento de una superestructura tecnológica colaborativa dentro de un nuevo paradigma, idea que está naciendo en  la mente de muchos importantes investigadores, pero que no ha sido lo suficientemente divulgada.

Próximo artículo: Transhumanistas vs Bioconservadores (4)

Lectura recomendada:
Inteligencia Artificial, el futuro del hombre

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Descripción del libro

“¿Será posible llegar a una era poshumana? ¿Qué tendrá que suceder o que está sucediendo ya? El hombre  construye máquinas –cada vez más potentes– a una velocidad nunca antes imaginada; y mientras el desarrollo de las máquinas parece no tener límites, la especie humana da la impresión que haber detenido su proceso evolutivo. Tiene sentido pensar que las máquinas le darán alcance e incluso lo rebasarán. ¿Y qué sucederá entonces? ¿Tendrá el hombre que someterse al dominio de las máquinas o surgirá alguna forma de fusión entre hombres y máquinas, en la que el hombre pierda su identidad humana y se dé inicio a la era poshumana?”

El libro es una propuesta sobre el futuro del hombre y como será su relación con una tecnología que cada vez se hace más independiente y más ajena al destino del hombre como ser humano y es un esfuerzo por responder a las preguntas sobre cuál será nuestro futuro ante el acelerado desarrollo de las máquinas. Y que opciones tenemos.

De forma amena y sencilla se trata el tema del hombre y la máquina. Analiza la simbiosis que se está produciendo (hombre-máquina)  y se cuestiona si el ser humano como tal perderá su identidad producto de esta relación de equilibrio y complementación. Así como la preocupación en saber si vivimos en una sociedad sana o enferma y se narra lo que sucedería en una sociedad controlada por una computadora central manipulada por un tirano.

Como tema central el libro gira en torno a una posible poshumanidad y el peligro de la extinción de la especie humana, ante la falta de un sentido ético y de un compromiso con un futuro pero sin negar el progreso tecnológico. Se plantea la necesidad de alcanzar una superestructura tecnológica sostenible donde el progreso tecnológico se integra al progreso humano de forma armónica.

No escapa la preocupación por el advenimiento de una singularidad tecnológica y su viabilidad y da un nuevo enfoque sobre las vías para alcanzarla así como sus riesgos que son analizados desde una comparación entre los cibernéticos que defienden la transformaciones biológicas del ser humano y los que se oponen ya sea, por no considerarla viable o por sus consecuencias.

Podemos creer que el mundo siempre será igual, que podemos seguir creciendo indefinidamente y que el progreso nunca se detendrá. Pero sabemos que el planeta se está deteriorando que los recursos del planeta se agotan y que el futuro prospero que prometía modelo capitalista comienza a derrumbarse. ¿Pueden venir las tecnologías a resolver los grandes problemas actuales? Para los defensores del futuro poshumano esta es la única solución.

En el capítulo final se discute lo que,  sin dudas, es el movimiento más importante de este siglo: el transhumanismo y sus postulados tecnológicos para llegar al enfrentamiento biopolítico entre las posiciones transhumanistas y las bioconsevadores. Se exponen las diferentes posiciones ante los desafíos de este siglo y las alternativas que tenemos.

En todos los capítulo, el libro, asume una visión optimista sobre un futuro y la aspiración de un mundo donde el ser humano, pueda vivir en armonía con la naturaleza, con las tecnologías y consigo mismo; en el que pueda manifestar todo su potencial como ser humano; sin desigualdades sociales, ni el deterioro del planeta y sin perder su propia esencia humana.

Disponible en: http://www.amazon.com/dp/B00CP89UR4

 

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Los orígenes remotos del transhumanismo, se pueden localizar en la exaltacion del hombre y la técnica, mediante un saber traducido en hacer. Los transhumanistas se sienten en sintonía con el optimismo de filósofos y científicos ante las posibilidades ofrecidas al hombre por los conocimientos científicos y tecnológicos, y se remiten por ello a Francis Bacon, a David Hume, a Isaac Newton y Augusto Comte, del mismo modo que a los pragmatistas americanos Charles Pierce y William James.

Ellos, aún sin hacer profesión explícita de materialismo, de facto, manejan en realidad una visión reduccionista del hombre pues sólo a partir de esta visión es posible pensar que se puede modificar la realidad profunda del hombre, actuando sobre su dimensión corporal. En este sentido las premisas antropológicas del transhumanismo se pueden encontrar en la comprensión de la naturaleza humana propia del empirismo de D. Hume y en el materialismo de J. O. de la Mettrie, aunque no podemos ignorar que el fuerte dualismo cartesiano ha deja-do su contribución en el delinear de tal visión antropológica. En esta línea reduccionista no se puede dejar de mencionar la influencia que proviene del evolucionismo de Ch. Darwin, que constituye no sólo una brillante hipótesis interpretativa de la historia viva sobre nuestro planeta, sino que ha llegado a constituirse como horizonte de sentido compartido y trasfondo ideológico y que ofrece una solución de acuerdo a la cultura moderna.

Los inicios del Transhumanismo se reconocen en el pensamiento del filósofo Max More, fundador en los años 80 del siglo pasado del Extropy Institute.  La expresión Extropy se utiliza como opuesto a entropía. Dentro de este contexto futurista surge la idea de una singularidad tecnológica, propuesta por Vernor Vinge, cuando en 1993 escribo el ensayo: ‘The coming Technological Singularity,’ en el que pronosticaba el surgimiento de una superinteligencia que superaría a la humana y proponia cuatro tipos de superinteligencias. A diferencia del transhumanismo inicial, Vinge, alertaba sobre la problemática de dichas superinteligencias al de estar fuera del control humano y lo veía como algo inevitable dada las relaciones socio-económicas actuales basadas en la ley del mercado.

Las consecuencias de una posible singularidad tecnológica, es un tema poco estudiado objetivamente, o se rechaza de plano o se acepta religiosamente. John Holland,  cree que mientras más personas conozcan sobre las tecnologías que supuestamente provocarán la singularidad,  más conscientes estarán sobre las limitaciones de esas tecnologías. Es obvio, que mientras no tengamos claro cómo será la relación futura entre humanos y máquinas cualquier tecnología relacionada con la inteligencia llegará a estar fuera de control.

Actualmente, el movimiento está representado en el mundo de una manera más significativa por la World Transhumanist Association, fundada en 1998 por Nick Bostrom y David Pearce, con el objetivo de proporcionar una base organizacional general para todos los grupos que se identifican con la idea transhumanista, y para dar al mismo transhumanismo una fisonomía académica más rigurosa. En este ámbito se unen, con ensayos y con obras de alta divulgación del credo transhumanista, autores de varios ámbitos disciplinarios como J. Harris, J. Hughes, R. Naan y G. Stock.

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La característica central de este siglo ha sido la aceleración del progreso tecnológico. Estamos al borde de un cambio comparable a la aparición de la vida humana sobre la Tierra. Para Vernor Vinge, la causa exacta de este cambio es la creación inminente de entidades de inteligencia mayor que la humana. La ciencia puede lograr esta revolución de diferentes modos (y esta es otra razón para tener confianza en que el evento va a ocurrir):

  1. Pueden desarrollarse computadoras “conscientes” con una inteligencia equivalente a la humana o superior. (Hoy existe mucha controversia sobre si podremos crear el equivalente a un humano en una máquina, pero si la respuesta es “sí”, entonces quedan pocas dudas de que en seguida podremos construir entidades aún más inteligentes.).
  2. Las grandes redes de computadoras con sus usuarios asociados, pueden despertar como entidades superinteligentes.
  3. Las interconexiones entre humanos y computadoras pueden llegar a tal nivel de profundidad que los que la usen actúen como superinteligencias.
  4. La ciencia biológica puede lograr métodos que mejore el intelecto humano natural.

Vinge afirma que las tres primeras posibilidades dependen de mejoras en el soporte físico (hardware) de las computadoras. Y que los progresos del hardware han seguido una curva de crecimiento increíble en las últimas décadas. Basándome en esto, creo que la creación de inteligencia más que humana ocurrirá dentro de los próximos treinta años. (Charles Platt ha puntualizado que los entusiastas de la inteligencia artificial (IA) han estado haciendo anuncios como este desde hace treinta años. Justamente por esto no me siento culpable de poner una relativa ambigüedad en el tiempo que calculo. Para ser más específico, digamos que me sentiría sorprendido si este evento ocurriera antes del 2005 o después del 2030.)

Vinge postuló sus ideas en 1993, desde entonces ha llovido bastante, y se hace necesario revisar algunos conceptos sobre la singularidad tecnológica

La primera opción para que este evento ocurra, supone el surgimiento de una superinteligencia artificial basada en la idea de que las máquinas cada vez tienen más capacidad de memoria y más velocidad de procesamiento de la información, llegará un momento en que igualará y luego superará la velocidad del cerebro, esta es la idea básica de una singularidad tecnológica. Estamos hablando de que los humanos sean capaces de construir una inteligencia artificial que los iguale y que después, esta inteligencia no humana, sea capaz de superarse a si misma, basada en el crecimiento veloz que tiene el hardware (ley de Moore) y no en el desarrollo de programas que emularán la inteligencia humana como se pretendía en los primeros años de la Inteligencia artificial (fuerte) que asume que la consciencia es codificable (consideran que los estados mentales son algoritmos altamente complejos) y puede ser descargada del cerebro y copiada en un soporte digital. Se maneja el concepto de una inteligencia que emerge de forma espontánea y adquiere consciencia de si misma.

En segundo lugar la que más se aplica actualmente, y la menos divulgada como posible superinteligencia, muchos la conocen como cerebro global, yo prefiero llamarle superinteligencia colectiva, siguiendo las ideas de Pierre Levy de una inteligencia colectiva, que irá surgiendo de las redes cada vez más complejas que se irán conformando debido a la relación entre humanos, y entre humanos y máquinas. Se plantea el surgimiento de una superinteligencia donde estén conectados en redes los humanos y las máquinas, en la que Internet esta jugando un papel importante. Ya algunos hablan  de un cerebro global que se está conformando desde ahora en el contexto de la Web 2.0 y de la naciente Web 3.0. No se puede ignorar el impacto que está teniendo la Web social y la gran cantidad de conocimiento que se está compartiendo en las Wikis, redes sociales y blogs, que se podrían ir auto organizando por medio de la Web semántica, conduciéndonos a una superestructura tecnológica  de la cual emergerá una superinteligencia, como consecuencia de las complejas conexiones lógicas (y no física) que será producto de la cooperación entre humanos y máquinas.

La tercera inteligencia suprahumana definida por Vinge, plantea el surgimiento de una superinteligencia donde estén conectados físicamente los humanos y las máquinas, yo la clasifico como superinteligencia híbrida (inicialmente le llame mixta), y es, la que aspira a la fusión entre humanos y tecnologías; y da pie a las ideas más fantasiosas sobre seres parte humanos y parte máquina (el ciborg) y se producirá por medio de la interconexión entre humanos y computadoras, a través de prótesis, implantes de chip, etc. Estamos ante la idea de una transhumanidad que transcienda a la condición humana y con ello, superar todos los límites de la especie humana y dar surgimiento a una nueva especie posthumana.

Mientras las tres anteriores están relacionadas con las tecnologías conexas, aquellas que no se fundamentan en las ciencias de la vida, pero que tienen una incidencia importante sobre esta (Nanotecnología, Robótica, Inteligencia Artificial, etc.); en cambio, esta última, surge producto del desarrollo de la biotecnología, yo la nombro superinteligencia biológica, y su esperanza se cifra en la ingeniería genética. Aquí se manejan conceptos, muy debatidos en la actualidad,  como el de eugenesia negativa o positiva o el de la clonación. En general se aspira al humano mejorado (humano+) por medio de la bioingeniería, la misma,  ira conduciendo a la humanidad a una fusión progresiva y menos radical que la anterior.

La idea principal de una singularidad, se sustenta sobre la ley de Moore que dice que la capacidad de los microchips de un circuito integrado se duplicara cada dos años, lo cual traerá un crecimiento exponencial de la potencia del hardware de las computadoras y de mantenerse este crecimiento acelerado lo cual conducirá inevitablemente a que las máquinas le den alcance y luego superen la capacidad del cerebro para procesar la información y según un gráfico elaborado por Hans Moravec la paridad entre el hardware y el cerebro se alcanzara alrededor del 2020 lo cual dará lugar a las máquinas superinteligentes.

A diferencia de los investigadores de la Inteligencia Artificial, que pensaban que la mente podía se representada por medio de algoritmos y que esta podía ser programada totalmente en una computadora. Cree que las maquinas dado el progreso acelerado de la potencia de su hardware despertarán en algún momento como una inteligencia, esto nos lleva al concepto de emergencia basado en que las máquinas serán cada vez mas veloces, tendrán mas memoria y que esto emergerá en una nueva inteligencia. El mismo concepto aplica para Internet, donde las conexiones entre humanos y maquinas que se comportaran como neuronas dentro de una gran red, por lo que en cualquier momento de ellas emergerá una inteligencia (cerebro global).

Vemos que esta idea sigue la tendencia de priorizar el hard sobre el soft y se apoya sobre los siguientes conceptos:

  • La evolución de las máquinas es más rápida que la de los humanos, mientras las máquinas sufren un crecimiento acelerado, la evolución natural de los humanos esta prácticamente detenida.
  • La aceleración de las tecnologías se seguirá incrementando hasta llegar a un punto que escapa a las capacidades de los humanos (singularidad tecnológica).
  • La maquinas que se irán auto construyéndose a si misma cada vez más perfeccionadas, más veloces, más memorias, dotadas de mejores algoritmos podrán llegar a convertirse en maquinas superinteligentes que superen a los humanos.
  • La inteligencia de las máquinas dada la complejidad que irán adquiriendo y las conexiones internas (circuitos) o externas (redes) podrá despertar como una entidad auto consciente.

Veamos la definición de Superinteligencia dada por Nick Bostron, uno de los padres de la ideología transhumanista: “Tendrá superinteligencia cualquier intelecto que se comporta de manera bastamente superior en comparación con los mejores cerebro humanos en prácticamente todos los aspectos y en especial estos tres: creatividad científica, sabiduría en general y desempeño científico”.

Esta definición deja abierta la forma como se implementa esa superinteligencia

  • Artificial: una computadora digital
  • Colectiva: una red de computadoras
  • Biológica: cultivo de tejidos corticales
  • Hibrida: fusión entre computadoras y humanos

Para muchos es preocupante que los aciertos de la IA surjan de métodos tan simples como búsqueda por fuerza bruta, y que la contribución mas importante para el avance de la IA haya sido la Ley de Moore y los aumentos implacables en la velocidad de la computadora,

¿Hay alguna razón que nos pueda llevar a pensar que será así? Hoy la máquina supera al campeón del mundo en ajedrez, no sería esto razón suficiente. Sin embargo la máquina no utiliza la misma forma de pensar que el humano, su fuerza se basa en su velocidad de cálculo que le permite explorar de forma casi exhaustiva todas las variantes además, por supuesto, de contar con valoraciones estratégicas, pero lo que la hace invencible es su velocidad para calcular las variantes, lo que se llama algoritmo de fuerza bruta. Pero, esto apoya la tesis que según las máquinas mejoren su hardware obtendrán resultados mejores así, hasta superar a los humanos en todas sus facetas.

Comencemos por la artificial. ¿Estará el hombre dispuesto a construir una inteligencia no humana que lo supere? “Si no trabajamos en las tecnologías inteligentes alguien lo hará”. O sea que las necesidades del mercado y la competencia que esta genera, nos llevará inevitablemente a el desarrollo de inteligencias artificiales (IAs) superior a la humana. Y no hemos mencionado la carrera armamentista, que tampoco se detendrá.

La única preocupación, radica,  en que estas ideas no se lleven a cabo, con la prontitud requerida, debido a las acciones que puedan desplegar los llamados “luditas” o “bioluditas”. Que son aquellos que proponen la prohibición de aquellas tecnologías que puedan significar un riesgo para la humanidad. Sin dudas una IA superior a la humana es un peligro para los humanos, si aceptamos que vivimos en una sociedad basada en la competencia y en la lucha por el poder. Otros afirman que las ventajas son tantas que vale la pena correr los riesgos, pero algunos piensan que nos adentraremos en una aventura cuyas consecuencias son impredecibles.

Una de las ventajas, que traería el surgimiento de una superinteligencia artificial, seria la copia de la mente (recargar la mente en una computadora). De la que Hans Moravec es un defensor. Y destaca las siguientes:

  • Aumentar la velocidad de cálculo
  • Extender la vida
  • Vivir en un espacio reducido; en una computadora
  • Viajar a la velocidad de la luz
  • Incrementar los conocimientos; podrían aumentar su memoria, agregar nuevos sentidos, etc.
  • Aprender y comunicarse directamente; comunicación directa mente a mente.

Aquí hay cierta confusión. ¿De qué estamos hablando? De un artefacto que se conecta al cerebro y es capaz de extraerle la mente al individuo o de reproducir la mente desarrollando sus programas (programar todos los estados mentales), por supuesto estos programas se irán introduciendo directamente en una computadora, lo que han estado haciendo durante años los investigadores de la IA, sin mucho éxito (al menos, no han cumplido con las expectativas). En este segundo caso estamos hablando de una copia de la mente (codificada en forma de algoritmos) que se ejecutaría en una computadora. En opinión de muchos, no estamos hablando de la mente humana, en todo caso de un sistema inteligente que simula aspectos de la mente. El primer caso sigue, aun, perteneciendo a la ciencia ficción.

A la euforia de Moravec, se une a la predicción, algo preocupante, de Nick Bostrom quien afirma: “La superinteligencia (SI) será quizás el último invento que la raza humana necesita hacer, ya que esta (luego) se ocupará de la civilización en todos sus aspectos”. Tema cuestionado por Bill Joy en su artículo, “Porque el futuro no nos necesita”.

Entre las críticas al surgimiento de una inteligencia artificial, está la de Roger Penrose quien establece diferencias entre el funcionamiento de un ordenador, que es capaz solamente de un razonamiento algorítmico basado en secuencias lógicas, y el funcionamiento del cerebro humano, que es capaz de estar abierto a la improvisación y a lo inesperado, a lo caótico, es decir, a lo creativo.

Los investigadores de IA, siguen creyendo que, aunque pueda tomar décadas para aclarar todos los detalles, no hay nada adicional subyacente en el pensamiento: es solo tratamiento de la información. Y siguen aferrados a la metáfora de que el cerebro es equivalente al hardware de una computadora, por lo que es totalmente factible transferir la mente de un soporte (el cerebro) a otro (la máquina).

En cambio, los expertos en computación tradicional no pueden creer que las computadoras relativamente simples, en las que se ejecutan sus programas, se almacenan sus bases de datos, sus gráficos; que requiere de un sistema operativo y opera sobre algoritmos numéricos; puedan ser también el sustrato donde se puedan ejecutar los complejos procesos de la mente humana.

La idea de crear una inteligencia artificial partiendo de cero, para muchos resulta una tarea casi imposible, en cambio, parece más lógico aprovechar la creación de la naturaleza y trabajar sobre ella. Resulta obvio. ¿Por qué no aprovechar el camino recorrido por la inteligencia humana en lugar de crear una nueva? Son muchos los que piensan así y prefieren trabajar en aras de una superinteligencia híbrida donde se combine lo mejor de los humanos con lo mejor de las máquinas.

Con respecto a la superinteligencia híbrida esta se puede alcanzar de dos formas, a través del hombre con prótesis (hombre protésico) o del, ya mencionado, ciborg. Al hombre protésico se llegaría de forma más natural, incluso ya está sucediendo, piensen en los implantes cloquear, en los marcapasos, o el caso más significativo, el del corredor Oscar Pistorius, atleta paralímpico sudafricano. Aparentemente cualquier persona podría convertirse de forma natural en un hombre protésico; ante un accidente o una anomalía, utiliza una prótesis para suplirla. El  ciborg es quien de forma consciente aspira a la fusión con las máquinas con la idea de aprovechar lo mejor de cada cual. El problema, ahora, radica en que las prótesis se han perfeccionado tanto que están comenzando a superar al órgano humano que trata de suplir, y podría darse el caso de que alguien, quiera amputarse las piernas para sustituirla por piernas mecánicas, y así podría ir sustituyendo parte de su cuerpo, lo haría difícil distinguir a una hombre con prótesis, de un ciborg o de un robot (un humano que ya está totalmente compuesto por prótesis)

Si analizamos las ideas de los ideólogos de la fusión humano-máquina, da la impresión que los humanos tienen muy poco que aportar a dicha unión.

Para Kevin Warwick, uno de los defensores de la fusión entre humanos y máquinas, hasta el extremo de haber sido considerado el primer Ciborg, debido a los implantes que tenia: afirma que los humanos pueden y deben ser actualizados. Las máquinas son superiores porque tienen, al menos, cinco cualidades de las que carecemos:

  • Poseen una memoria casi ilimitada,
  • Una capacidad de cálculo extraordinaria,
  • La posibilidad de comprender más de tres dimensiones
  • Más de cinco sentidos –pueden captar ultrasonidos o emitir infrarrojos–
  • Finalmente, pueden comunicarse sin hablar.

Por otra parte Marvin Minsky, uno de los padres de la Inteligencia Artificial (IA), considera que es imprescindible mejorar a los humanos  y propone los siguientes pasos:

  • Las prótesis de miembros: “Sustituir las partes gastadas de nuestro organismo por elementos de repuesto de nuevo tipo”.
  • La conexión directa dentro del cerebro: “Invención de métodos que potencien nuestro cerebro permitiendo adquirir mayor sabiduría”.
  • La conexión completa: “Mediante nanotecnología, sustitución completa”.

La idea de la fusión responde al sueño de los transhumanistas de lograr un humano mejorado. El transhumanismo es un movimiento tecnológico, que, según Nick Bostrom, afirma la posibilidad y el deseo de mejorar, en modo fundamental, la condición humana a través de la razón aplicada, especialmente por medio del desarrollo y la puesta a disposición de tecnologías para eliminar el envejecimiento y potenciar grandemente las capacidades humanas, intelectuales, físicas y psicológicas.

La definición de una superinteligencia colectiva nos lleva  a tomar la posición de los que creen que podrá surgir una supeinteligencia no humana  y, de alguna forma, a estar de acuerdo con los presupuestos transhumanistas. Y surge de la idea del cerebro global, que además de tener como soporte la metáfora del cerebro, también parte la creencia de una inteligencia colectiva. Tal como la define Pierre Levy, una forma de inteligencia universalmente distribuida, constantemente realizada, coordinada en tiempo real, y resultando en la movilización efectiva de habilidades que de forma cooperada pueden conformar una inteligencia; como sucede con las sociedades de las hormigas.

Pienso que el surgimiento de una superinteligencia superior al humano, fíjense que digo superior al humano y no a la humanidad, será un proceso inevitable, el problema radica en tomar las decisiones correcta y en aprender a manejarnos con una inteligencia; capaz de integrarse y colaborar con los humanos, en lugar de ser una amenaza que inevitablemente nos irá desplazando.

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La idea de una singularidad, Vinge la sustenta sobre la ley de Moore que dice que la capacidad de los microchips de un circuito integrado se duplicara cada dos años, lo cual traerá un crecimiento exponencial de la potencia del hardware de las computadoras y de mantenerse este crecimiento acelerado lo cual conducirá inevitablemente a que las maquinas le den alcance y luego superen la capacidad del cerebro para procesar la información y según un grafico elaborado por Hans Moravec la paridad entre el hardware y el cerebro se alcanzara alrededor del 2020 lo cual dará lugar a las maquinas ultra inteligentes.

Vinge define una maquina ultra inteligente como una maquina capaz de superar en mucho todas las actividades intelectuales de cualquier humano independientemente de la inteligencia de este y esta convencido que esa inteligencia superior será la que impulsara el progreso y este será mucho mas rápido e incluso suspirara a la actual evolución natural, por lo que aparecerán problemas miles de veces mas deprisa que la selección natural y afirma que estaremos entrando a un régimen radicalmente diferente de nuestro pasado humano, y a es a este evento al que le da el nombre de singularidad.

Para Vinge esta singularidad se puede alcanzar desde vias diferentes.
1. Pueden desarrollarse computadoras “conscientes” con una inteligencia equivalente a la humana o superior.
2. Las grandes redes de computadoras con sus usuarios asociados, pueden despertar como entidades superinteligentes.
3. Las interconexiones entre humanos y computadoras pueden llegar a tal nivel de profundidad que los que la usen actúen como superinteligencias.
4. La ciencia biológica puede lograr métodos que mejore el intelecto humano natural.

Influido por las ideas de Vinge en 1995 escribí el ensayo ¿Posthumanismo o posthumanidad? Y desde entonces el tema se ha convertido en centro de mis preocupaciones, sobre todo por el nivel de especulación, las confusiones y falsas interpretaciones, por lo que sentí la necesidad de darle nombre a cada una de esas superinteligencias propuestas por Vinge.

Clasificación de las superinteligencias que nos deben conducir a una singularidad tecnológica.

1. Surgimiento de una superinteligencia artificial superior a la inteligencia humana. Estamos hablando de que los humanos sean capaces de construir una inteligencia artificial que los iguale y que después, esta inteligencia no humana, sea capaz de superarse a si misma. Dado el crecimiento veloz que tiene el hardware (ley de Moore) y no en el desarrollo de programas que emularan la inteligencia humana como se pretendía en los primeros años de la Inteligencia artificial. Estamos hablando de una inteligencia artificial fuerte que supone que la consciencia es codificable (consideran que los estados mentales son algoritmos altamente complejos) y puede ser descargada del cerebro y copiada en un soporte digital. Se maneja el concepto de una inteligencia que emerge de forma espontánea y adquiere consciencia de si misma.

2. Surgimiento de una superinteligencia colectiva donde estén conectados en redes los humanos y las maquinas, siguiendo las ideas de Pierre Levy de una inteligencia colectiva, en la que Internet esta jugando un papel importante y ya algunos están hablando del surgimiento de un cerebro global que se esta formando desde ahora en el contexto de la Web 2.0 y de la naciente Web 3.0.. No se puede ignorar el impacto que esta teniendo la Web 2.0 y la gran cantidad de conocimiento que se esta compartiendo en las Wikis, redes sociales y blogs y que se podrían ir autoorganizado por medio de la Web semántica. Lo cual nos lleva a una superestructura tecnológica donde humanos y maquinas cooperan entre si. Se maneja el concepto de un cerebro global del cual emerge una inteligencia.

3. Superinteligencia hibrida, Interconexión entre humanos y computadoras, tales como, prótesis, implantes de chip, etc. Lo cual nos lleva al Cyborg, donde se fusionan los humanos con las maquinas. La idea de una transhumanidad que transcienda a la condición humana y con ello superar todos los límites de la especie humana y dar surgimiento a una nueva especie posthumana. Esto nos arrastra a una singularidad donde humanos y maquinas se fusionan.

4. Superinteligencia biológica, mejoramiento humano por bioingeniería sobre todo modificaciones genéticas, dado que es una inteligencia mejorada por medio de la biología. Se aspira al humano mejorado (humano+) por medio de la bioingeniería. Esto ira conduciendo a la humanidad a una fusión progresiva y menos radical que la anterior.