singularidad tecnologica

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Seguimos esperando que las soluciones nos lleguen de fuerzas externas, de Dios, del mercado, del estado y ahora de las tecnologías. Las antiguas preguntas de ¿Quiénes somos? Y ¿A dónde vamos? Han perdido su significado y son sustituidas por ¿En qué queremos convertirnos? ¿En cuánto podremos aumentar nuestras potencialidades? Y es que la pregunta a donde voy ya parece resuelta: ¡Vamos a la poshumanidad! Y es que gracias a las tecnologías nos convertiremos en superhumanos, y ¿Por qué no? En dioses. Atrás queda el dolor, los desasosiegos, la tristeza humana pero, también, el amor a la humanidad, a nuestra propia humanidad y la esperanza de ser cada día mejores seres humanos.

En el futuro nuestra realización dependerá de tener cada vez más dispositivos cibernéticos que sustituirán nuestras propias facultades. ¿Qué estaremos perdiendo por cada dispositivo que se implante en nuestro cuerpo? ¿Esteremos echando por tierra nuestra evolución humana conformada durante siglos? ¿Al final no estaremos ante un aborto prematuro de la especie humana. Porque en realidad, nos rendiremos ante el poder de las tecnologías y nos abandonaremos a una evolución artificial.

Siempre he pensado que vamos a ciegas al futuro arrastrados por una economía de mercado que está arrasando con el planeta y con todas las formas de vida. Pero luego de mucho pensar sobre el tema, he cambiado de opinión, y es que el futuro ya está decidido, vamos a un futuro poshumano debido a que la ideología imperante: el neoliberalismo está siendo sustituido por el tecnoliberalismo donde la tecnología va sustituyendo los recursos naturales por recursos artificiales y ya no importa que el planeta se agote si por medio de las tecnologías podemos reconstruirlo.

Hoy una nueva mentalidad se está imponiendo: la mentalidad tecnologista que viene a sustituir a la religión y que nos da una visión optimista del futuro, ya que gracias a las tecnologías se resolverán todos los problemas que hemos estado arrastrando durante siglos. Por otra parte, a esta mentalidad tecnologista, se opone una mentalidad ecologista que propone la conservación del planeta y de la vida.

Mientras la mentalidad tecnologista es de corte optimista, la mentalidad ecologista es, más bien  pesimista y tiene como fundamento salvaguardar la vida y el planeta, por lo que busca la sostenibilidad del planeta y alerta sobre el deterioro del planeta y las consecuencias que tendrá para la humanidad de seguir por el camino que vamos.

Solo para que tengan una idea vamos una breve comparación entere la mentalidad tecnologista (optimista) y la mentalidad ecologista (pesimista)

 Tecnologista – Ecologista

  • No tendremos que trabajar. Las tecnologías lo harán todo – Nos quedaremos sin trabajo. Las tecnologías nos sustituirán
  • Por medio de las tecnologías construiremos un planeta nuevo (totalmente artificial) en el que viviremos para siempre  –  Destruiremos al planeta y con el a la humanidad –
  • Ampliaremos nuestras facultades mas allá de nuestras limitaciones biológicas (seremos inmortales) – Perderemos nuestra condición humana y nos convertiremos en objetos de la tecnología

El problema radica en que para los ecologista la causa principal es la destrucción del planeta para los tecnologistas el deterioro del planeta no es un problema ya que este puede ser reconstruido por medio de las tecnologías. En realidad la verdadera causa que desencadena todo lo demás, es el tipo de mentalidad y es la que define el orden y la importancia de las acciones humanas. Es esa mentalidad (actualmente la mentalidad neoliberal) la que nos lleva al estilo de vida consumista y a ver al planeta como una fuente de recursos que debe ser dominado y explotado. Esta forma de vida nos está llevando a un punto crítico donde debemos decidir qué soluciones debemos temor con respecto al planeta, a la sociedad y nosotros mismos.

De seguir como hasta ahora (capitalismo depredador) no pararemos hasta la destrucción del planeta. A no ser que se tomen alguna acciones

Acciones posibles

  • Seguir La aceleración de las tecnologías (singularidad tecnológica) como solución a los problemas (sustitución de lo natural por lo artificial)
  • Transformaciones socioeconómicas que lleven a la protección de la vida y al control de las tecnologías

 Estas acciones no son de todo y nada entre una y otra existe diferentes matices. De las que hablaremos el próximo articulo. Aquí les va un delante de las posiciones que se irán conformando

Tecnologismo como solución

  • Tecnologismo puro (tecnoutopía)
  • Tecnologismo económico (solución tecnologista por excelencia)
  • Tecnologismo democrático (solución de integración entre ecologismo y tecnologismo dentro del esquema neoliberal)

Transformacion de la sociedad como solucion

  • Ecologismo puro (retorno a la naturaleza)
  • Ecologimos social (desarrollo sostenible)
  • Ecologismo transdisciplinar (solución de integración entre ecologismo y tecnologismo pero transformando el esquema neoliberal)

 

Libro recomendado: El gran desafío de la humanidad den la era de las tecnologías

Imagen: caraotadigital.net

 

 

 

 

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aaciberneticaEn el artículo anterior habíamos mencionado la necesidad de definir el tipo de futuro que se quiere lograr, si un futuro sostenible o un futuro posthumano para saber hacia dónde queremos ir y que acciones se deben llevar a cabo para realizar ese futuro, independiente, de la posición que se asuma y la colaboración que se establezca, es condición necesaria alcanzar una coexistencia entre todas las ideologías y visiones del futuro.

Read more on Los riesgos existenciales de una singularidad tecnológica (3)…

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¿Cuál será nuestro futuro común?

En el informe se plantea la necesidad de definir cuál será nuestro futuro común. Sin dudas necesitamos saber hacia qué futuro vamos ¿Cuál es el escenario futuro más probable: el futuro sostenible o el futuro poshumano? Y si son compatibles. Una vez determinado los escenarios futuros posibles podemos, entonces, definir nuestro futuro común y surge la pregunta: ¿Qué futuro queremos construir entre todos?

Estamos necesitados de una visión clara del mundo que queremos construir, lo objetivos que debemos cumplir y las acciones a llevar a cabo. De una ideología común y abarcadora de carácter transdisciplinar y proactiva, que permita un accionar no solo gubernamental sino también individual (sociedad civil). Por otra parte el problema no se va a resolver con rastrear los avances científicos sino estamos claro hacia donde queremos ir con respecto a la Ciencia y la Tecnología y si no sabemos qué escenario futuro queremos alcanzar y, desde hoy, aprender a manejarse con las tecnologías dentro de una superestructura tecnológica (superinteligencias) desde una relación colaborativa que nos lleve a una simbiosis con la tecnología donde la especie humana pueda seguir progresando como tal.

Hoy estamos ante el dilema de saber si vamos hacia un futuro sostenible o si vamos hacia un futuro poshumano. Cuestion que siguen sin aclararse. Los tecnologistas dan por sentado que vamos hacia un futuro poshumano y se debaten entre el transhumanismo y la singularidad tecnológica, que parecen lo mismo pero no son iguales, sin excluir variantes más blandas con el tecnoprogresismo; de la otra parte los ecologistas están convencidos de que vamos hacia un futuro sostenible y apuestan por un desarrollo sostenible menos radical que la ecología profunda, pero su debilidad radica en no ver el protagonismo de las tecnologías y creer que estas siempre estarán bajo el control humano, por lo que ambos casos vamos a ciegas hacia el futuro: o nos dejamos arrastrar por un optimismo tecnoutópico donde las tecnologías van a resolver todos los problemas que históricamente no se han podido resolver o asumimos que el problema solo lo pueden resolver los humanos y para ello solo hay que buscar una solución de compromiso entre el crecimiento económico, la justicia social y el deterioro del planeta, donde las tecnologías y la religión son relegadas a un segundo plano.

En mi opinión la tendencia actual dada la estructura social actual basada en el mercado y la competencia por las ganancias, nos dirigiremos inevitablemente hacia un futuro poshumano. Y es que mientras los que defienden el desarrollo sostenible siguen hablando de ponerse de acuerdo sobre el futuro; las transnacionales ya están construyendo el futuro sin previo aviso y pronto estaremos interactuando con inteligencias artificiales sin darnos cuenta, piensen en Watson de IBM, en las adquisiciones de Google en el tema de la IA, en Amazon y los Drones, en Apple, en Microsoft y la lista aumenta por día.

Los objetivos del desarrollo sostenible

El nuevo informe pone énfasis en el medio ambiente y el deterioro del planeta y destaca la importancia de los objetivos de desarrollo sostenible, siempre ha existido cierto divorcio entre los objetivos futuristas y los objetivos del desarrollo sostenible, incluso sus escenarios futuros son diferentes y lo peor es que uno no tiene en cuenta al otro, son dos futuros paralelos que se están gestando uno independiente del otro, de una parte el poshumano y de la otra el sostenible.

En qué consisten las divergencias entre los tecnologistas y los ecologistas. Freeman Dyson puso el dedo en la yaga cuando dice: “Los ambientalistas han concentrado su atención en los males que la tecnología ha producido más que en lo bueno que ha intentado hacer”. Observen que él no dice lo bueno que ha hecho sino como ha fallado en querer hacer cosas buenas, porque en realidad muchas de las malas consecuencias de las aplicaciones científicas fueron debido a causas bien intencionadas. Entonces, ¿Dónde se fallo? Todo apunta a la necesidad de una ética global (incluida como el desafío global No 15 en de Millennium Project) donde se tenga en cuenta cuales son los objetivos sobre el futuro queremos alcanzar y cómo podemos lograrlo entre todos.

Hoy vamos a ciegas al futuro, carecemos de objetivos comunes beneficiosos para todos y es que las tecnologías han fallado; al tener un enfoque local, predominantemente económico y desde una visión a corto plazo, sin tener en cuenta a la mayoría, ni las consecuencias ambientales, de ahí su carácter perjudicial en muchos casos. En la actualidad sigue existiendo una separación entre lo que es el progreso humano y lo que significa el progreso tecnológico para los seres humanos, y son muchos los que tienden a subordinar el progreso humano al progreso tecnológico, la singularidad tecnológica en su interpretación más radical, es una clara demostración de un futuro donde la tecnología viene a resolver todos los problemas humanos incluso a suplantar la limitada inteligencia humana por una superinteligencia artificial y que dado su carácter suprahumano será capaz de saberlo todo, sentirlo todo y hasta presenciarlo todo.

Lo que nos lleva a un enfoque transdisciplinar de los problemas, ya el desarrollo sostenible representa un cercamiento a un enfoque más global de los problemas, pero sigue ignorando el impacto que tendrán las tecnologías emergentes y los escenarios futuros que podrían suceder y para los cuales no estamos preparados.

De acuerdo al análisis del estado del futuro, tenemos más dinero (crecimiento económico) a costa de menos espacios naturales (deterioro del planeta). De ahí la importancia de los objetivos del desarrollo sostenible, en la actualidad el paradigma del desarrollo sostenible representa el compromiso más serio con un futuro sostenible: perpetuar la vida en la tierra. La debilidad del desarrollo sostenible consiste en que no tiene en cuenta el impacto de las tecnológicas emergentes ni la influencia de la religión (se necesita un cambio de mentalidad), Tampoco acepta la idea de que las tecnologías se conviertan en una superestructura capaz de compartir las decisiones con los humanos.

No se puede tapar el sol con un dedo

Si analizamos los problemas actuales captamos la gravedad de los mismos, y lo que es peor su incremento, tales como la degradación del planeta que amenaza con destruir a todas las especies sin excepción y el alarmante crecimiento del crimen organizado que pone en peligro a la sociedad y a la vida humana. Por más que se quiera tener una visión optimista del futuro es indudable que perdemos en temas que son vitales para la subsistencia humana y para garantizar un futuro mejor. La mayoría sigue esperando por que los gobiernos tomen las grandes decisiones, otros esperan que las tecnologías vengan a jugar ese papel por nosotros.

El análisis del estado del futuro apunta a que los disturbios y las revoluciones han seguido aumentando así como la delincuencia debido a las desigualdades, la escasez de recursos, la opulencia de unos pocos.

Las revoluciones en Latinoamérica son un ejemplo de la reacción de los pueblos ante las desigualdades, el injusto orden mundial y la explotación desmedida de los recursos naturales por parte de las transnacionales.

Surgimiento de nuevas formas de acción colaborativa.

Como bien dice el informe, el poder de comunicación, de decisiones y acciones aumentan por parte de los individuos tanto para crear como para destruir. El problema es ético, la complejidad del mundo actual nos lleva a buscar un enfoque más abarcador de la realidad y de nosotros mismos (ideología transdisciplinar).

Este es otro de los grandes desafíos en nuestra época crece el protagonismo de los actores sociales sin necesidad que estos sean parte de los centros de gobierno, hoy cualquiera puede convertirse en un mecanismo de propagación de información, de elaboración de software, crear comunidades virtuales, foros, etc. Y este poder trae en si grandes ventajas y grandes riesgos y dado el contexto actual de poder basado en la competencia y las ganancias, nos puede llevar a un aumento de la violencia y del delito en general, lo cual apunta a la necesidad de una ética global y la conformación de una visión comprometida con un verdadero progreso humano y con un futuro sostenible.

Y es que estamos en la era de la creación de herramientas de uso colectivo, que permitan nuevas formas de colaboración entre humanos (el software libre) y entre estos y las maquinas (IA distribuida) y las maquinas entre sí (cerebro global) lo que nos llevará al surgimiento de una superinteligencia colectiva donde humanos y máquinas se hacen cada vez más inteligentes.

De ahí que hoy estamos viviendo una explosión de aplicaciones basadas en la Inteligencia Artificial (IA) desde el paradigmático Watson de IBM, hasta los nuevos enfoques del aprendizaje profundo de moda en Google y para no quedarse atrás Amazon, Apple, Microsoft, entre otras grandes transnacionales de la información, también están investigando las técnicas de IA. Todo esto nos conduce, por primera vez en la historia, al sueño de construir una inteligencia artificial, fuera de los grandes centros de investigación. Hoy en Google se habla de construir una inteligencia artificial al estilo de la superinteligencia HAL

Tipos de superinteligencias
• Superinteligencia artificial (HAL)
• Superinteligencia hibrida (Cyborg)
• Superinteligencia colectiva (Cerebro global
• Superinteligencia biológica (Clon)

Estamos hablando de la necesidad de desarrollar una estrategia de cómo manejarnos con los nuevos conocimientos tecnológicos y con tecnologías cada vez más inteligentes y autónomas, y como se van integrando a la vida humana para entre ambos ir construyendo una superestructura tecno-social colaborativa que tenga como meta alcanzar un futuro sostenible.

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Superinteligencia artificial

Podemos preguntarnos si es posible el surgimiento de una inteligencia superior a la humana, de lo cual hemos hablado en artículos anteriores. Comenzaremos por la definición de Singularidad tecnológica dada en Wikipedia: “Es un acontecimiento futuro en el que se predice que el progreso tecnológico y el cambio social se acelerarán debido al desarrollo de inteligencia sobrehumana, cambiando nuestro entorno de manera tal, que cualquier ser humano anterior a la Singularidad sería incapaz de comprender o predecir”. De lo que se desprende que para que se produzca ese progreso tecnológico acelerado que se nos escapa de las manos y somos incapaces de predecir una vez que se desencadeno, es el surgimiento de una inteligencia superior a la humana.

Siguiendo a Vinge, el primero en usar el término singularidad tecnológica, esta inteligencia artificial superior a la humana se puede lograr por cuatro vías: superinteligencia artificial (cuando las máquinas se hacen más inteligentes que los humanos), superinteligencia hibrida (cuando los humanos y las máquinas se funden en un Cyborg), superinteligencia colectiva (cuando humanos y máquinas por medios de internet interactúan y crean una inteligencia colectiva o cerebro global) y la superinteligencia biológica (donde se mejora la inteligencia a través de la manipulación genética). Siendo la superinteligencia artificial la más defendida por los teóricos de la singularidad.

Aunque la superinteligencia artificial parecía la más lejana de las cuatro dado el estado del arte de las investigaciones en inteligencia artificial y el sueño de una inteligencia artificial parecía abandonado, los denodados esfuerzos de Ray Kurzweil, la han puesto de nuevo de moda y prueba de ello son la creación de la Universidad de la Singularidad por el propio Kurzweil y su ingreso en Google como directivo para el desarrollo de la IA. Ya el hecho de que Google se haya tomado en serio las ideas de Kurzweil, demuestra que la transnacional está convencida de la posibilidad de alcanzar una superinteligencia artificial (en otro artículo nos referiremos a los pasos que está dando Google) y por lo tanto la aceptación del surgimiento de una singularidad tecnológica y el ideal de una inteligencia artificial capaz de autoprogramarse, de aprender por sí misma y en un futuro ser autoconsciente. El cofundador de Google Sergey Brin dijo que sueña con un día construir el equivalente a HAL de 2001: Una odisea del espacio, excepto que su HAL no mataría a la gente.

Como alcanzar una inteligencia artificial (IA)

1.- El test de Turing, idea del matemático inglés Alan Turing: Sostiene que un sistema se considera inteligente cuando se puede conversar con él sistema sin que se note que es una computadora, aquí estamos hablando de una maquina que iguala al razonamiento humano ya que es capaz de pensar y hablar como un humano (al menos no se hace la diferencia).

2.- El modelo emergente: La idea de lograr construir una mente siguiendo la idea de descifrar los algoritmos de la mente para luego reproducirlo en una maquina resulto demasiado ingenua y agotadora, influidos por la idea de una singularidad tecnológica que parte que la consciencia dada ciertas circunstancia puede emerger por sí misma, se abandono la idea de una intelgiencia artificial (IA) totalmente reconstruida por otra donde solo se necesita desarrollar el núcleo de esa IA y que esta, luego, sea capaz de reproducirse a si misma hasta despertar como una inteligencia. Aquí se hace hincapié en computadoras cada vez más veloces, capaces de procesar una mayor cantidad de conocimientos o que se pueden representar una mayor cantidad de conexiones emulando el funcionamiento del cerebro (redes neuronales)

3.- La construcción de una mente. El sueño de la inteligencia artificial fuerte, de copiar la mente en una computadora. Se asume que el cerebro y la computadora son dos sistemas equivalentes ya que ambos se basan en el procesamiento de la información y la única diferencia está en el soporte que utilizan, los humanos el cerebro y las maquinas su hardware. Lo único que hay que hacer es encontrar la forma como el cerebro procesa la información (los programas que lo componen) y reproducirlos en una computadora. Como dije anteriormente, esta idea había sido abandonada pero recientemente ha recibido nueva fuerza y así como nuevas interpretaciones, pero el principio sigue siendo el mismo, la equivalencia entre uno y otro. En este caso si podemos hablar de maquinas con sentimientos con consciencia de sí misma, incluso de copias humanas viviendo en Internet, al estilo matriz.

4.- La simulación del pensamiento: Se acepta que la forma de pensar de los humanos es totalmente diferente a la de las maquinas (inteligencia artificial débil) y que el método es crear programas capaces de desarrollar actividades llamadas inteligentes sin imitar al pensamiento humano. Por supuesto, esto nos lleva a maquinas carentes de sentimientos (al menos como los humanos), tan inteligentes como los humanos o quizás más, pero dentro de su propia estructura.

5.- La reconstrucción del cerebro, Aunque se parece a la idea de reconstruir la mente, no es igual, mientras la anterior se basa en reproducir la mente por medio del software, aquí se quiere reproducir las funciones del cerebro neurona a neurona, hasta alcanzar la capacidad de procesamiento del mismo.

Como dije al principio, la idea de una superinteligencia artificial, bajo la influencia de Ray Kurzweil, esta logrando nuevos bríos, lo que antes no pasaba de ser una especulación de una de las mentes más fértiles de este siglo, ahora con su inclusión en Google, la idea ha ido cobrando cierto matiz de realidad, claro que para eso Kurzweil ha tenido que aterrizar un poco sus ideas, pero bueno, esto es tema para un próximo artículo

 

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El gran dilema de nuestro tiempo consiste en seguir apostando por el crecimiento económico sin límites o ocuparnos, en serio, en el creciente deterioro del planeta. El crecimiento económico sin límites lleva a la explotación desenfrenada de un planeta finito donde sus recursos comienzan a escasear. Parecía que la única opción que tenía la humanidad era proteger al planeta y construir un futuro sostenible.

El crecimiento económico infinito era parte de la ideología capitalista de principio de siglo XX y de la competencia entre capitalismo y socialismo de estado. De ahí que, ante la estructura social competitiva actual y la mentalidad individualista (egocentrista); la única posibilidad, ante el desarrollo de las tecnologías sea su uso con fines hegemónicos y según la tecnología se haga más inteligente esta se convertirá en otro competidor más. Hoy soplan otros aires y la esperanza se cifra en las tecnologías y en el surgimiento de un futuro poshumano.

Posiciones ante las tecnologías

  1. Superoptimismo tecnológico. Las tecnologías inevitablemente nos superaran en todos los sentidos y gracias a ello lograremos un futuro de prosperidad y abundancia (poshumano), y la opción es acelerarlas con la esperanza de alcanzar cuanto antes la singularidad tecnológica[1] (surgimiento de una superintleigencia artificial)
  2. Preservar el capitalismo. Después del optimismo capitalista y su ideal de un crecimiento económico infinito que nos llevaría a la prosperidad y ante la crisis ecológica que ha ido surgiendo, los recursos del planeta (que son el soporte de la economía) se están agotando, el planeta se deteriora rápidamente y se pone en riesgo la vida en el planeta. Nuevamente la opción son las tecnologías, sobre todo las convergentes: nanotecnología, biotecnología, infotecnología y cognotecnología (NBIC) y la propuesta de que los recursos naturales pueden ser sustituidos por recursos artificiales por medio de las tecnologías. El humano tampoco escapa y se aspira a una fusión entre humanos y tecnologías dentro de un transhumanismo liberal (surgimiento de una superinteligencia artificial híbrida)
  3. Democratización del capitalismo. Se retoman los ideales de una social democracia pero ahora teniendo en cuenta el impacto de las tecnologías y se aceptan las necesidades de reformas tanto en lo social, ecológico como económico para evitar el colapso del capitalismo. Mientras las posiciones anteriores con respecto a la condición humana eran más radicales, aquí se aspira a un humano mejorado, más bien por la biotecnología siguiendo los ideales de una transhumanismo democrático (surgimiento de una superinteligencia biológica)
  4. Pesimismo ecologista. Si no se hace algo urgente será inevitable la extinción de la especie humana. La causa radica en el modelo de vida capitalista y su explotación desmedida de la naturaleza. Las tecnologías son vistas como peligro y en muchos casos deberían ser prohibidas se asumen posiciones bioluditas (se niega el surgimiento de una superinteligencia ya sea por ser una utópica o por los peligros que encierra.
  5. Ecologismo social. La propuesta del desarrollo sostenible de lograr un equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental. Se asume la necesidad de que los gobiernos asuman su papel ante la crisis ecológica, algunos asumen posiciones socialistas y se habla de un socialismo ecológico. Se asume la necesidad de controlar a la tecnologías ante los riesgos de su mal uso, principio de precaución, con respecto a la condición humano se asume una posición bioconservadora ante los peligros de las tecnologías por lo que la tecnología se debe desarrollar dentro de límites precisos.
  6. Colaboración transdisciplinar. La necesidad de aceptar la simbiosis humano tecnología (dimensión tecno-bio-psico-social) desde un enfoque transdisciplinar que incluye en cambio de una mentalidad hacia nuestra fuerza interior; transformación de la estructura social competitiva hacia una colaborativa, la protección del planeta y el surgimiento de una superestructura tecnológica sostenible. Se defiende la conservación de la condición humana desde la idea de un humano pleno y al surgimiento de una superinteligencia colectiva.

Como se puede notar las tres primeras posiciones defienden la idea de un futuro poshumano mientras las tres restantes las de un futuro sostenible.

Espero en próximos artículos seguir ahondando en el tema.


[1] En el libro “Inteligencia Artificial, el futuro del hombre”, en el capítulo 2, se desarrolla el tema sobre los antecedentes para una singularidad tecnológica, los presupuestos  de que parte y los caminos para alcanzarla; al final se exponen algunos de los cuestionamientos tecnológicos sobre su viabilidad.
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ia-futuro-del-hombreInteligencia artificial, el futuro del hombre, ya está disponible desde Kindle Direct Publishing (KDP) para México. Ahora de manera inmediata se puede acceder a la página www.amazon.com.mx y adquirirlo desde su país.

El libro es una propuesta sobre el futuro del hombre y como será su relación con una tecnología que cada vez se hace más independiente y más ajena al destino del hombre como ser humano y es un esfuerzo por responder a las preguntas sobre cuál será nuestro futuro ante el acelerado desarrollo de las máquinas. Y que opciones tenemos.

Prefacio

El libro consta de tres capítulos que han sido escrito de forma independiente, incluso, en diferentes épocas. Pero todos tratan sobre el tema de la relación entre humanos y tecnologías y la incidencia que tendrá la inteligencia artificial en el futuro del hombre.

I.-¿Poshumanidad o Poshumanismo?

En este capítulo, se trata el tema de las máquinas inteligentes y su crecimiento en la dimensión, velocidad de procesamiento de la información el cual parece no tener límites y de que máquinas inteligentes construyan a su vez máquinas más inteligentes aún, lo que nos llevaría al surgimiento de una superinteligencia no humana y las consecuencias que esto tendría y la posibilidad de una tiranía de las maquinas ante el contexto social actual. Se concluye con la necesidad de una cooperación entre humanos y máquinas y la necesidad de complementación de ambos.

II.- ¿Humanismo en la era Cibernética?

El segundo capítulo, comienza con un recorrido histórico que va desde los inicios de la cibernética hasta la inteligencia artificial y se realiza una comparación entre la inteligencia artificial fuerte y la débil. Aquí se analiza la singularidad tecnológica de Vinge y se propone una clasificación de los tipos de superinteligencia que surgirán partiendo de las vías para la realización de una singularidad tecnológica propuesta por Vinge. Se concluye con una comparación entre los defensores de las ventajas de las tecnologías y la aplicación en los humanos, los nombro cibernéticos Punk; y a los que ven poco viables o de consecuencias impredecibles la aplicación de las tecnologías en el ser humano, los llamo cibernéticos Zen.

III.- Desafíos éticos de las tecnologías

Ya en el último capítulo, se toca el tema del transhumanismo: sus orígenes, ideología y los presupuestos tecnológicos con los que aspiran alcanzar la transhumanidad. Y desde un enfoque antropológico se cuestionan los planteamientos transhumanistas sobre los conceptos de naturaleza humana, persona y dignidad humana. Se finaliza con el naciente enfrentamiento, que cada vez coge más fuerza, entre los transhumanistas y los denominados bioconservadores y las posiciones que cada uno de ellos asume ante los problemas que enfrenta el mundo actual.

Los tres capítulos tienen en común la búsqueda de una visión sobre un futuro; donde el ser humano, pueda vivir en armonía con la naturaleza y con las tecnologías; donde pueda manifestar todo su potencial; sin negar su propia esencia humana.

Ahora disponible en México en Kindle Amazon

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Este año en Universidad de Pekin (China cuya presencia cada vez es más fuerte en el mundo y la Inteligencia Artificial no es una excepción) se está celebrando la Sexta Conferencia sobre Inteligencia Artificial General (AGI 2013) y a continuación, en el mismo escenario, de 3 al 9 de agosto, se celebrará la XXIII Conferencia Internacional Conjunta sobre Inteligencia Artificial.

La Inteligencia Artificial General (AGI, en inglés) es un intento de retomar la idea de una inteligencia artificial fuerte (ver, en este blog, el artículo anterior) dado los nuevos conceptos que ha ido surgiendo en la actualidad, sobre todo las idea del surgimiento de una superinteligencia artificial y de una posible singularidad tecnológica, siendo Ray Kurzweil el punto de referencia de este movimiento.

Haciendo historia, la Inteligencia Artificial (IA) luego de la euforia de sus primeros años, y ante los fracasos de sus pronósticos, siendo el proyecto de quinta generación japonés, uno de los más connotados, se sumergió en una profunda crisis, al extremo que muchos científicos abandonaron su línea de investigación y otros como Minsky, uno de los padres de la IA junto a Mc Carthy, se mostraba molestó ante la falta de apoyo cada vez mayor que estaba sufriendo las investigaciones en la IA.

En su momento los Sistemas Expertos (SE) se convirtieron en la gran esperanza, aunque no fue muy acogida por los teóricos de la IA (algunos le llamaron los hijos bastardos de la IA) si conto con el apoyo financiero y logístico para su despegue y fueron muchos los que pasaron a engrosar las filas de investigadores de este nueva aplicación. De nuevo las expectativas se fueron por encima de la realidad y nuevamente el sentimiento de fracaso invadió a los científicos.

Parecía cuestión de tiempo, que la IA fuera a pasar a un segundo plano y perdiera su influencia como una de las líneas más promisorias dentro de las tecnologías de la información. Para beneplácito de muchos la IA, al igual que la Cibernética (de está hablaremos en otro artículo) está cogiendo un segundo aire

Serían las ideas de Hans Moravec, Vernor Vinge y sobre todo las de Kurzweil, las que le darían un nuevo impulso a la IA y se retomaría nuevamente la casi olvidada idea de una Inteligencia Artificial Fuerte. Es bueno aclarar que para comprender a la IA hay que verla desde tres enfoques: IA fuerte, IA débil y la IA comercial.

La IA fuerte, como ya dijimos en el artículo anterior, está convencida de que la mente humana se puede reproducir en una computadora, la IA débil, se dedica a desarrollar programas que sean capaces de resolver actividades consideradas inteligentes, y no les preocupa que la máquina, como tal, pueda considerarse inteligente; a la IA comercial solo le interesa aplicar las técnicas de la IA en elaborar sistemas que puedan ser comercializados y no le importa si estos simulan o no la inteligencia.

Podemos decir que muchas técnicas, salidas de los laboratorios de la IA, se están aplicando, hoy, en muchos sistemas que ni siquiera se menciona su relación con la inteligencia artificial.

Volviendo al evento AGI 2013, los organizadores se plantean la necesidad de volver a los objetivos originales de la IA, mediante el tratamiento de la inteligencia en su conjunto y hacen un llamado a una transición a hacer frente uno de los problemas más difíciles, la comprensión de la mente humana, y resaltan como diferencia con respecto a la IA convencional, que la inteligencia artificial general hace hincapié en la versatilidad y la integridad de la inteligencia (en franca oposición a los sistemas expertos), y por llevar a cabo la práctica de una ingeniera que siga el esquema de la mente humana.

Es bueno destacar que la inteligencia artificial general toma elementos de la IA fuerte y la IA débil, evitando el excesivo optimismo de algunos defensores de la inteligencia artificial fuerte.

Libro recomendado:
Inteligencia Artificial, el futuro del hombre
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