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Lic. Santiago Morales Corzo: Editor principal, Licenciado en tecnologías de la salud, Perfil prótesis estomatológica

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A continuación una serie de definiciones sobre profesionalismo.

Brosky, 2003

Definimos el profesionalismo como una imagen que promueve una relación próspera con el paciente en su juicio más amplio. Esta relación sería una en el que el paciente se siente confiado en la capacidad del profesional sanitario.

Masella, 2007

El profesionalismo es una vida caracterizada por la demostración de altas cualidades y habilidades intelectuales, técnicas, y morales, en el servicio a pacientes y a la comunidad.

Nath et al., 2005

El profesionalismo más alto puede ser definido como un servicio que trasciende el interés personal y se manifiesta cuando la tarea es mal definida, las soluciones no están disponibles o asequibles y dar el servicio no está principalmente, en el interés financiero y sociable, o físico propio.

Welie, 2004

Una profesión es una colectividad de expertos proveedores de un servicio, quienes conjuntamente y públicamente han comprometido dar siempre la prioridad a las necesidades existenciales y los intereses del público que sirven, por encima de ellos mismos y quiénes tienen la confianza del público en lo que hacen.

Royal College of Physicians, 2005

El profesionalismo médico significa un conjunto de valores, los comportamientos y las relaciones que afirman la confianza que el público tiene en los doctores.

Complementada por una descripción:

La medicina es una vocación en la que los conocimientos de un médico, el criterio y las destrezas clínicas, son puestos al servicio de proteger y restituir el bienestar del ser humano. Este propósito se es dado a través de una interrelación entre paciente y médico, basada en el respeto mutuo, la responsabilidad individual, y la apropiada rendición de cuentas.

En su práctica diaria, los doctores están comprometidos a:

• Integridad

• Compasión

• Altruismo

• Mejora ininterrumpida

• Excelencia.

• Trabajar en sociedad con miembros del más amplio equipo de atención sanitaria.

Estos valores, que afianzan la ciencia y la práctica de la medicina, constituyen la base para un contrato moral entre la profesión médica y la sociedad. Cada elemento tiene el deber de trabajar para reforzar el sistema de la atención sanitaria sobre el que nuestra dignidad humana colectiva depende.

A Physician Charter, 2002

(Project of the ABIM Foundation, ACP-ASIM Foundation, and European Federation of Internal Medicine, 2002)

El profesionalismo es la base del contrato de la medicina con la sociedad.

Principios fundamentales

• Primacía de la asistencia social al paciente

• Autonomía del paciente

• Justicia social.

Conjunto de las responsabilidades profesionales que involucra el compromiso:

1. Competencia profesional

2. Honestidad con los pacientes

3. Confidencialidad para el paciente

4. Mantener las relaciones apropiadas con los pacientes

5. Mejorar la calidad de los cuidados

6. Mejorar el acceso de los cuidados

7. Una distribución justa de recursos finitos

8. Conocimientos científicos

9. Mantener la confianza manejando los conflictos de intereses

10. Responsabilidades profesionales.

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La educación

“La educación es el arma más poderosa que tiene el hombre para crear una ética, para crear una conciencia, para crear un sentido del deber, un sentido de la organización, de la disciplina, de la responsabilidad”. Fidel Castro.

La raíz etimológica del concepto educación posee dos acepciones: la primera etimología es del latín: “EDUCERE”, de ex, fuera; ducere: llevar, por lo cual Pestalozzi señala: “la educación es desarrollo”.

La segunda etimología, también del latín- es “EDUCARE”, que se utilizó culturalmente como alimentar: Herbart, quien toma esta segunda definición, estima que la educación es: “transmisión de cultura”. Tomando la primera acepción, podríamos concluir que educación es el intento de hacer aflorar (hacia fuera) lo que llevamos dentro, un descubrir capacidades.

El pensador alemán Adolfo Rude por su parte afirma que “educar es dirigir la formación de una personalidad plena de valores para una comunidad pletórica de ellos”; es decir, toma a la educación como “dirección”, como lo indica la raíz duc, de ducere: conducir, guiar.

Redden y Ryan, en su obra “Filosofía de la Educación”, la definen como “la influencia deliberada y sistemática ejercida por la persona madura sobre la inmadura, por medio de la introducción, la disciplina y el desarrollo armónico de todas las facultades: Físicas, sociales, intelectuales, morales, estéticas y espirituales del ser humano, de acuerdo con la jerarquía esencial de las mismas, para la utilidad individual y social, dirigida hacia la unión del educando con su fin último trascendente”.

W. Cunnigham, en su Filosofía de la Educación, da este significado: “La educación es un proceso de crecimiento y desarrollo por el cual el individuo asimila un caudal de conocimientos, hace suyo un haz de ideales de vida, y desarrolla la habilidad de usar esos conocimientos en la prosecución de estos ideales”.

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El conocimiento

“Solo es útil el conocimiento que nos hace mejores.” Sócrates

“Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios”. Benjamin Franklin

“El humilde conocimiento de ti mismo es un camino más seguro hacia Dios que el camino de la ciencia”. John Dewey

“Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas”. Alfred Tennyson.

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Según cuenta un antiguo relato japonés, un belicoso samurai desafió en una ocasión a un maestro zen a que explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desdén: “No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!”.

Herido en lo más profundo de su ser, el samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó: “Podría matarte por tu impertinencia”.

“Eso”, repuso el monje con calma, “es el infierno.”

Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.

“Y eso”, añadió el monje, “es el cielo.”

El súbito despertar del samurai a su propia agitación ilustra la diferencia crucial que existe entre quedar atrapado en un sentimiento y tomar conciencia de que uno es arrastrado por él. La frase de Sócrates “Conócete a ti mismo” confirma esta piedra angular de la inteligencia emocional: la conciencia de los propios sentimientos en el momento en que se experimentan.

El texto de “Las verdaderas claves del éxito” fué tomado del libro: Tus semillas de grandeza

Autor: John de Abate

Con frecuencia se piensa que el éxito es cuestión de buena suerte. La verdad es que, como decía Pasteur: «La buena suerte acompaña a los que se esfuerzan». No podría concluir este libro, dedicado en especial a los jóvenes, sin comentar sobre lo que firmemente creo son los deberes esenciales del hombre y la mujer de éxito.

PRIMER DEBER: ADMINISTRARSE INTELIGENTEMENTE

Antes que nada pienso que el hombre de éxito es el que trabaja sobre su triple naturaleza. Es decir sobre su cuerpo, sobre sus emociones y sobre su mente. El éxito no es cuestión de cursos y diplomas. Hay un trabajo que el hombre de éxito no puede abandonar nunca: el trabajo sobre sí mismo.

El cuerpo debe ser motivo de cuidado para el hombre de éxito. No solamente por su aspecto, sino por su salud. El hombre que desea el éxito debe preguntarse cosas fundamentales como las siguientes: « ¿Puedo controlar mis hábitos?»; « ¿Puedo controlar mis impulsos y apetitos?». Es indudable que si usted no puede dejar de fumar o de comer ciertos alimentos que le son nocivos, tiene que revisar el control que ejerce sobre sí mismo. Recordemos que una persona que no se gobierna, difícilmente podrá gobernar a otros: carece de autoridad moral para hacerlo.

El segundo trabajo es dominar las emociones. Impulsos incontrolados como la ira, los celos, la envidia, la depresión o la frustración, son malos compañeros para quien anhela el éxito. Pero no se trata solamente de controlar, de reprimir las emociones nocivas. Se trata de aprender, poco a poco, a ir transmutando emociones negativas en emociones positivas. Muchas veces la práctica de la compasión nos permite mirar a los que nos molestan, ofenden o perturban, de forma diferente.

El tercer trabajo es el de dominar la mente. Si podemos controlar los millones de pensamientos que acuden a nuestra mente, habremos encontrado una poderosa fuente de energía. Las preocupaciones, la ansiedad y los temores, drenan nuestro organismo debilitándolo e impidiendo las acciones correctas.

El gobierno de las emociones denota madurez y es el comienzo de la sabiduría.

SEGUNDO DEBER: TENER UN IDEAL NOBLE Y REALISTA

Todo hombre que quiera alcanzar el triunfo debe tener un ideal. El éxito significa pasar de un nivel bajo a un nivel superior. Significa ascenso. Por lo tanto, quien quiera alcanzar mayores alturas debe tener un ideal. Pero todo ideal que lleve al triunfo debe ser realista y noble; debe engrandecemos como personas, al mismo tiempo que nos hace más prósperos y capaces. Por eso, el dinero por sí solo no es lo más importante. Es necesario que, junto con la riqueza, adquiramos la experiencia para administrarla sabiamente. Así crecerá y nos beneficiará a nosotros siendo, también, una proyección hacia el bien común.

TERCER DEBER: UNA ACTITUD CREADORA

La persona de éxito es una dínamo llena de energía. Esa energía debe canalizarse creativamente. El hombre de éxito es un revolvedor de situaciones. El mundo necesita nuevas soluciones para los viejos problemas. Por lo tanto, hay que empezar por enfrentar todo pequeño problema de una manera creativa. Quienes recurren a las soluciones rutinarias, viejas y repetitivas están condenados a los éxitos de menos monta.

CUARTO DEBER: LA PUNTUALIDAD

La puntualidad revela seriedad de propósito. Es el resultado de la más elemental disciplina. Es una forma de respeto y de cortesía hacia los demás. La puntualidad refleja una personalidad organizada y armoniosa.

El hombre puntual es tomado en cuenta para los puestos más importantes.

QUINTO DEBER: EVITAR LOS IMPULSOS MALIGNOS DE LA MENTE

Es indispensable evitar los cinco grandes enemigos de la dignidad humana: la calumnia, la mala fe, la traición, el chisme y la crítica destructiva. El hombre de éxito no se verá envuelto en procesos bajos e innobles. Estos procesos, indignos de un alma grande, están presentes en los peores defectos del ser humano.

SEXTO DEBER: LA ESPERANZA

Tener esperanza es alentar las expectativas. La esperanza es el resultado de una actitud positiva y optimista; es producto del que piensa en un futuro mejor, del que sabe que la fe y la constancia pueden realizar milagros.

SÉPTIMO DEBER: NO USURPAR EL DERECHO DE LOS DEMÁS

El hombre de éxito sabe que sólo respetando el derecho de los demás tendrá la autoridad moral para exigir que se respeten los suyos. El respeto no solamente es un acto de nobleza, también es un acto de dignidad y de inteligencia. El hombre sensato trabaja dentro de lo justo, lo inteligente y lo necesario. Esto es lo que llamamos el recto pensar.

OCTAVO DEBER: CUMPLIR LO QUE PROMETE

No es asunto solamente de cumplir con la palabra empeñada, sino, además, la disciplina de medir inteligentemente el nivel de nuestros compromisos. Es saber cuánto podemos y nunca sobrecomprometernos. Es vivir dentro de la tranquilidad y del prestigio de ser una persona cumplida.

NOVENO DEBER: ELEGIR A LOS AMIGOS

Es un asunto de cuidado. Muchos de los problemas que sufrimos se derivan de escoger a la gente equivocada. Debemos saber qué tipo de gente frecuentamos. ¿Son personas que nos hacen crecer? Debemos pensar con quién nos asociamos. Con quiénes hacemos negocios. Cómo gastamos o invertimos el tiempo. Cómo gastamos o invertimos el dinero. Eso dependerá, en muy buena parte, de los amigos que frecuentamos.

DÉCIMO DEBER: SABER INVERTIR EL TIEMPO

Es importante que la vida se divida entre las obligaciones del trabajo, los períodos de aprendizaje o estudio, las relaciones afectivas, y la diversión y el descanso. Cada cosa es importante en su momento. Pero es preciso que la distribución de todas esas actividades sea sensata, armoniosa. El desbalance entre ellas puede ser un serio factor que entorpezca la evolución hacia el éxito.

“No se puede enseñar nada a un hombre, sólo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo.” Galileo Galilei.

 

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The neutral zone revisited: From historical concepts to modern application.

Importante artículo sobre el desafío que representa rehabilitar con prótesis total a pacientes con reborde residual atrofiado.  Actualmente se tiende a solucionar esto con implantes y se olvida que la prótesis, (esté retenida por implantes o no) debe tener contornos fisiológicamente óptimos y la colocación de los dientes debe ser fisiológicamente apropiada en el montaje.

Además se ofrece una moderna técnica para registrar la posición fisiológica de los dientes y los contornos de la prótesis, válida sobre todo para las rehabilitaciones convencionales de prótesis totales.

Todo con excelentes  ilustraciones. Lo recomendamos. icon_pdf.gif 379 Kb.