Futuro del hombre

Futuro del hombre

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La relación entre humanos y tecnologías

Crisis-en-el-siglo-XXI_Hoy estamos ante el dilema de alcanzar un progreso verdaderamente humano o un progreso tecnológico y es que para los humanistas, en el mejor de los casos, las tecnologías no pasan de ser una herramienta; en el peor de los casos, resulta un peligro y debe estar bajo el más estricto control. En el otro extremo los tecnologistas ven a la tecnología como una bendición y consideran que el progreso humano, como tal, ya alcanzó todo su esplendor y más bien se encuentra estancado. Cuando en verdad, aceptémoslo o no, la tecnología es parte de nuestras vidas y en la actualidad, sin ella, nos convertiríamos en seres minusválidos, y es que, la dimensión humano hace rato que dejo de ser bio-psico-social para convertirse en tecno-bio-psico-social.

Los tecnologistas están convencidos que la única solución, consiste en la fusión entre humanos y tecnologías, dada las posibilidades que esto traerá al ser humano, siendo la ideología transhumanista su máxima representante y parten de la idea que el ser humano, producto de esa unión, superara todas sus limitaciones heredadas de su condición biológica: envejecer, enfermarse, morirse. Con un toque más filosófico, la singularidad tecnológica, ve como inevitable el que las máquinas debido a su propio crecimiento acelerado llegarán a igualar a los humanos y posteriormente superarlos, por lo que no nos queda más remedio, según sus defensores, que prepararnos para este acontecimiento, y plantean que la forma de prepararnos es acelerando este proceso para que ocurra cuanto antes.

Los tecnologista descartan toda posibilidad de lograr un progreso humano desde la propia condición humana, la cual debe ser desechada como un traje viejo. En opinión de muchos el progreso humano aun no se ha agotado y las potencialidades del ser humano siguen latentes, solo que el camino mas fácil no siempre es el verdadero. Y es que nos hemos acostumbrado a comprarlo todo, a adquirirlo todo desde afuera, lo que nos lleva a creer que también podemos comprar nuestro propio progreso humano. El tecnologismo es, en realidad, consecuencia de nuestra mentalidad actual individualista y nuestra estructura social basada en la competencia y la hegemonía, lo cual nos lleva a la necesidad de comprender en qué consiste el progreso humano y que define a la condición humana. Pero ese no el tema de este articulo, sino la relación que se está estableciendo entre humanos y tecnologías.

Cada día nos convencemos más, que se está produciendo no solo una sinergia entre humanos y tecnologías sino también entre las propias tecnologías, la llamada convergencia tecnológica. Queramos o nos acercamos a una simbiosis humano-tecnología, el problema consiste en si sabemos, en qué consiste esa simbiosis y si tenemos opciones.

Continuaremos con el tema…

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¿Cómo manejarnos con la tecnología?

Las tecnologías históricamente se han ido integrando al contexto humano. Sin embargo, ahora estamos asumiendo que la aceleración tecnológica se saldrá del control humano. Pensemos que los autos también han tenido un crecimiento acelerado con respecto a su velocidad. ¿Qué hubiera pasado si no se hubiese creado la infraestructura para su uso? Estamos hablando de semáforos, leyes de tránsito, policías, autopistas, puentes… Entonces, se estaría creando carros cada vez más veloces y al no estar creadas las condiciones, los accidentes también crecerían, por lo que estamos en presencia de un mal uso de las tecnologías

El peligro radica en que los esfuerzos transhumanstas están encaminados en crear la infraestructura para el crecimiento acelerado de la tecnología y no para crear una infraestructura social que permita manejarse con la tecnología desde nuestra condición de humanos.

La ilusión de alcanzar una superhumanidad ha llevado a muchos científicos geniales a creer que se puede crear una infraestructura independiente a las necesidades humanas más perentoria, desde la pobreza, el desempleo, la miseria humana, en aras de crear una superinteligencia que nos llevará al mejoramiento de algunos humanos, ya que no todos podrán o querrán pagar ese precio.

Desde hoy es necesario desarrollar sistemas cooperativos a nivel macro, micro y nano. Que permitan la cooperación entre humanos y máquinas, entre el cerebro y dispositivos, entre neuronas y nanomáquinas. Siempre bajo el principio de integración armónica al contexto humano, donde cualquier implante coopere con el sistema orgánico como un todo, respetando la no intromisión en su funciones vitales para con ello evitar la degradación de la naturaleza humana. Y no cometer el mismo error que se cometió con la Naturaleza.

Por lo que definimos a los sistemas cooperativos como: Tecnologías que permiten la cooperación entre sistemas vivos y artificiales de forma no invasiva así como el desarrollo de una inteligencia colectiva, que integra el conocimiento de toda la humanidad.

Y se hace necesario definir el espacio vital y el contexto de los humanos y las máquinas así como la forma de integración de las máquinas en el contexto social de los humanos como seres en crecimiento que aspiran a la manifestación plena del ser creador. Si la relación entre humanos y máquinas se da dentro del contexto actual que fomenta la competencia y la lucha por el poder, precedido por una relación con el planeta basada en el dominio (somos los dueños del planeta) que ha ido degradando a la naturaleza.

Hoy son muchos los tecnofuristas que ven una confrontación entre el hombre y la tecnología y aseguran que la tecnología terminará conquistando a los humanos, lo mismo que estos hicieron antes con la naturaleza. No podemos escapar del círculo de poder y de una relación entre dominantes y dominados. Por eso hay que romper con la estructura actual y visualizar una nueva etapa basada en la cooperación.

La tecnología nos obligará a repensar nuestra condición humana, obligándonos a conocer nuestras posibilidades de crecer como seres creadores desde una nueva visión del mundo donde dejamos de ser los amos de la naturaleza para convertirnos en los protectores de la naturaleza en alianza con la tecnología. Tal vez no debamos hablar de deshumanización porque nunca hemos llegado a ser verdaderamente humanos, seguimos luchando por un trozo de carne y matándonos por un pedazo de tierra.

Hay que estar consciente que nuestra importancia real está en la formación de las nuevas generaciones basado en un verdadero humanismo y contrariamente a cómo piensan muchos, nosotros no somos los que tenemos la solución final a los problemas del mundo, el estatus actual basado en el poder y la filosofía del tener, no podemos cambiarlo de un día para otro, es una arrogancia querer imponer soluciones e ideologías sin tener en cuenta las necesidades futuras. Es necesario saber que nos toca a nosotros y hasta donde podemos llegar, porque en verdad nuestra función más importante es preparar a las próximas generaciones para que sepan tomar las decisiones correctas, que nos conduzca a un mundo cada vez mejor.

Metas para la sostenibilidad tecnológica (temas para la educación de valores).
• Buscar la integración armónica (no invasiva) de la tecnología en el contexto humano, basado en la cooperación (en lugar de la fusión) entre humanos y tecnologías.
• Fomentar las formas cooperativas a nivel nano, micro y macro.
• Buscar alternativas que permitan lograr una sostenibilidad tecnológica (en lugar de una singularidad) que permitan formar generaciones cada vez mejores basadas en la manifestación plena del SER.
• Visión social humanista donde humanos y tecnología se complementan y se desarrollan en aras de un mundo mejor, que acepta la diversidad de seres y la armonía entre todos.
• Alcanzar una Inteligencia colectiva donde Humanos y tecnologías cooperan en la conservación del planeta.
• Trabajar en principios éticos universales que impidan el mal uso de la tecnología,
• Fomentar la cooperación entre los países en vías de desarrollo para evitar las extinciones directas e indirectas de la humanidad.
• Trabajar en la creación de proyectos de investigación abiertos y cooperativos.
• Diferenciar las actividades humanas basadas en la sensibilidad y la intuición y las actividades de las máquinas basadas en la inteligencia algorítmica y en el cálculo.
• Incrementar el espectro de las actividades humanas, en nuestra cultura prácticamente abandonadas, al desarrollo espiritual, como la meditación, la concentración y las técnicas del yoga y del Zen.
• Trabajar en la educación de las nuevas generaciones y en el uso del lenguaje basado en el humanismo sustentable que condicione formas de pensamientos humanista y de amor a la naturaleza y a la especie humana.
• Cooperar junto a la tecnología en la protección del planeta, dejar de ser los amos del planeta para convertirnos en los protectores del planeta, de todas las especies y de la solidaridad humana.

Es necesario dotar a las nuevas generaciones no solo de herramientas sino también de alternativas (escenarios alternos) para que puedan decidir un futuro mejor. En nuestros días se hace cada vez más difícil la toma de decisiones, sobre todo elegir aquellas que son correctas, esta es una época de crisis, donde los valores espirituales, son sólo un adorno más, que se usa según convenga. Una época en la que el hombre parece haber perdido toda esperanza de ser y solo aspira a tener, a coleccionar cada vez más objetos.

 

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¿Cuál será nuestro futuro común?

En el informe se plantea la necesidad de definir cuál será nuestro futuro común. Sin dudas necesitamos saber hacia qué futuro vamos ¿Cuál es el escenario futuro más probable: el futuro sostenible o el futuro poshumano? Y si son compatibles. Una vez determinado los escenarios futuros posibles podemos, entonces, definir nuestro futuro común y surge la pregunta: ¿Qué futuro queremos construir entre todos?

Estamos necesitados de una visión clara del mundo que queremos construir, lo objetivos que debemos cumplir y las acciones a llevar a cabo. De una ideología común y abarcadora de carácter transdisciplinar y proactiva, que permita un accionar no solo gubernamental sino también individual (sociedad civil). Por otra parte el problema no se va a resolver con rastrear los avances científicos sino estamos claro hacia donde queremos ir con respecto a la Ciencia y la Tecnología y si no sabemos qué escenario futuro queremos alcanzar y, desde hoy, aprender a manejarse con las tecnologías dentro de una superestructura tecnológica (superinteligencias) desde una relación colaborativa que nos lleve a una simbiosis con la tecnología donde la especie humana pueda seguir progresando como tal.

Hoy estamos ante el dilema de saber si vamos hacia un futuro sostenible o si vamos hacia un futuro poshumano. Cuestion que siguen sin aclararse. Los tecnologistas dan por sentado que vamos hacia un futuro poshumano y se debaten entre el transhumanismo y la singularidad tecnológica, que parecen lo mismo pero no son iguales, sin excluir variantes más blandas con el tecnoprogresismo; de la otra parte los ecologistas están convencidos de que vamos hacia un futuro sostenible y apuestan por un desarrollo sostenible menos radical que la ecología profunda, pero su debilidad radica en no ver el protagonismo de las tecnologías y creer que estas siempre estarán bajo el control humano, por lo que ambos casos vamos a ciegas hacia el futuro: o nos dejamos arrastrar por un optimismo tecnoutópico donde las tecnologías van a resolver todos los problemas que históricamente no se han podido resolver o asumimos que el problema solo lo pueden resolver los humanos y para ello solo hay que buscar una solución de compromiso entre el crecimiento económico, la justicia social y el deterioro del planeta, donde las tecnologías y la religión son relegadas a un segundo plano.

En mi opinión la tendencia actual dada la estructura social actual basada en el mercado y la competencia por las ganancias, nos dirigiremos inevitablemente hacia un futuro poshumano. Y es que mientras los que defienden el desarrollo sostenible siguen hablando de ponerse de acuerdo sobre el futuro; las transnacionales ya están construyendo el futuro sin previo aviso y pronto estaremos interactuando con inteligencias artificiales sin darnos cuenta, piensen en Watson de IBM, en las adquisiciones de Google en el tema de la IA, en Amazon y los Drones, en Apple, en Microsoft y la lista aumenta por día.

Los objetivos del desarrollo sostenible

El nuevo informe pone énfasis en el medio ambiente y el deterioro del planeta y destaca la importancia de los objetivos de desarrollo sostenible, siempre ha existido cierto divorcio entre los objetivos futuristas y los objetivos del desarrollo sostenible, incluso sus escenarios futuros son diferentes y lo peor es que uno no tiene en cuenta al otro, son dos futuros paralelos que se están gestando uno independiente del otro, de una parte el poshumano y de la otra el sostenible.

En qué consisten las divergencias entre los tecnologistas y los ecologistas. Freeman Dyson puso el dedo en la yaga cuando dice: “Los ambientalistas han concentrado su atención en los males que la tecnología ha producido más que en lo bueno que ha intentado hacer”. Observen que él no dice lo bueno que ha hecho sino como ha fallado en querer hacer cosas buenas, porque en realidad muchas de las malas consecuencias de las aplicaciones científicas fueron debido a causas bien intencionadas. Entonces, ¿Dónde se fallo? Todo apunta a la necesidad de una ética global (incluida como el desafío global No 15 en de Millennium Project) donde se tenga en cuenta cuales son los objetivos sobre el futuro queremos alcanzar y cómo podemos lograrlo entre todos.

Hoy vamos a ciegas al futuro, carecemos de objetivos comunes beneficiosos para todos y es que las tecnologías han fallado; al tener un enfoque local, predominantemente económico y desde una visión a corto plazo, sin tener en cuenta a la mayoría, ni las consecuencias ambientales, de ahí su carácter perjudicial en muchos casos. En la actualidad sigue existiendo una separación entre lo que es el progreso humano y lo que significa el progreso tecnológico para los seres humanos, y son muchos los que tienden a subordinar el progreso humano al progreso tecnológico, la singularidad tecnológica en su interpretación más radical, es una clara demostración de un futuro donde la tecnología viene a resolver todos los problemas humanos incluso a suplantar la limitada inteligencia humana por una superinteligencia artificial y que dado su carácter suprahumano será capaz de saberlo todo, sentirlo todo y hasta presenciarlo todo.

Lo que nos lleva a un enfoque transdisciplinar de los problemas, ya el desarrollo sostenible representa un cercamiento a un enfoque más global de los problemas, pero sigue ignorando el impacto que tendrán las tecnologías emergentes y los escenarios futuros que podrían suceder y para los cuales no estamos preparados.

De acuerdo al análisis del estado del futuro, tenemos más dinero (crecimiento económico) a costa de menos espacios naturales (deterioro del planeta). De ahí la importancia de los objetivos del desarrollo sostenible, en la actualidad el paradigma del desarrollo sostenible representa el compromiso más serio con un futuro sostenible: perpetuar la vida en la tierra. La debilidad del desarrollo sostenible consiste en que no tiene en cuenta el impacto de las tecnológicas emergentes ni la influencia de la religión (se necesita un cambio de mentalidad), Tampoco acepta la idea de que las tecnologías se conviertan en una superestructura capaz de compartir las decisiones con los humanos.

No se puede tapar el sol con un dedo

Si analizamos los problemas actuales captamos la gravedad de los mismos, y lo que es peor su incremento, tales como la degradación del planeta que amenaza con destruir a todas las especies sin excepción y el alarmante crecimiento del crimen organizado que pone en peligro a la sociedad y a la vida humana. Por más que se quiera tener una visión optimista del futuro es indudable que perdemos en temas que son vitales para la subsistencia humana y para garantizar un futuro mejor. La mayoría sigue esperando por que los gobiernos tomen las grandes decisiones, otros esperan que las tecnologías vengan a jugar ese papel por nosotros.

El análisis del estado del futuro apunta a que los disturbios y las revoluciones han seguido aumentando así como la delincuencia debido a las desigualdades, la escasez de recursos, la opulencia de unos pocos.

Las revoluciones en Latinoamérica son un ejemplo de la reacción de los pueblos ante las desigualdades, el injusto orden mundial y la explotación desmedida de los recursos naturales por parte de las transnacionales.

Surgimiento de nuevas formas de acción colaborativa.

Como bien dice el informe, el poder de comunicación, de decisiones y acciones aumentan por parte de los individuos tanto para crear como para destruir. El problema es ético, la complejidad del mundo actual nos lleva a buscar un enfoque más abarcador de la realidad y de nosotros mismos (ideología transdisciplinar).

Este es otro de los grandes desafíos en nuestra época crece el protagonismo de los actores sociales sin necesidad que estos sean parte de los centros de gobierno, hoy cualquiera puede convertirse en un mecanismo de propagación de información, de elaboración de software, crear comunidades virtuales, foros, etc. Y este poder trae en si grandes ventajas y grandes riesgos y dado el contexto actual de poder basado en la competencia y las ganancias, nos puede llevar a un aumento de la violencia y del delito en general, lo cual apunta a la necesidad de una ética global y la conformación de una visión comprometida con un verdadero progreso humano y con un futuro sostenible.

Y es que estamos en la era de la creación de herramientas de uso colectivo, que permitan nuevas formas de colaboración entre humanos (el software libre) y entre estos y las maquinas (IA distribuida) y las maquinas entre sí (cerebro global) lo que nos llevará al surgimiento de una superinteligencia colectiva donde humanos y máquinas se hacen cada vez más inteligentes.

De ahí que hoy estamos viviendo una explosión de aplicaciones basadas en la Inteligencia Artificial (IA) desde el paradigmático Watson de IBM, hasta los nuevos enfoques del aprendizaje profundo de moda en Google y para no quedarse atrás Amazon, Apple, Microsoft, entre otras grandes transnacionales de la información, también están investigando las técnicas de IA. Todo esto nos conduce, por primera vez en la historia, al sueño de construir una inteligencia artificial, fuera de los grandes centros de investigación. Hoy en Google se habla de construir una inteligencia artificial al estilo de la superinteligencia HAL

Tipos de superinteligencias
• Superinteligencia artificial (HAL)
• Superinteligencia hibrida (Cyborg)
• Superinteligencia colectiva (Cerebro global
• Superinteligencia biológica (Clon)

Estamos hablando de la necesidad de desarrollar una estrategia de cómo manejarnos con los nuevos conocimientos tecnológicos y con tecnologías cada vez más inteligentes y autónomas, y como se van integrando a la vida humana para entre ambos ir construyendo una superestructura tecno-social colaborativa que tenga como meta alcanzar un futuro sostenible.

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La relación entre el hombre y las tecnologías

En el artículo anterior decíamos que frenar el desarrollo de las tecnologías, sería como frenar el desarrollo social, frenar nuestra mente o frenar el crecimiento de nuestro organismo. Ahora la pregunta es, ¿se puede frenar el proceso del desarrollo tecnológico? Aun más, ¿no forma parte ese proceso de nuestras vidas?

La relación que se ha venido produciendo entre el hombre y la tecnología durante siglos nos ha estado conduciendo a una simbiosis entre ambos. Y este es el tema de mi próximo libro: “Desafíos del siglo XXI” donde se analizan los tipos de relación y los posibles escenarios futuros. Ahora lo trataremos desde el enfoque de una simbiosis entre los humanos y las tecnologías.

En mi obra es recurrente el tema de la inteligencia artificial y del surgimiento de una superinteligencia superior a la humana. Idea que nace de los conceptos definidos por Vernor Vinge sobre la posibilidad de una singularidad tecnológica, la cual ha sido reelaborada por Ray Kurzweil en su libro “La singularidad esta cerca”. Para muchos la singularidad tecnológica no deja de ser una tecnoutopía sin un fundamento real, una de las criticas más interesantes, es la que proviene de Kevin Kelly (de la cual hablaremos en otro artículo), resulta llamativo dado que Kelly es una de los mayores defensores de las tecnologías y su evolución como una nueva entidad propia, ideas que desarrolla en su libro “Fuera de control”. Y esta es la parte significativa, para muchos sus ideas son sacadas de la ciencia ficción y no pasan de ser una tecnoutopía, algo parecido a lo que dicen de Kurzeil. Aunque para mí las ideas de Kelly no son tan fantasiosas como algunos creen.

inteligencia-artificialEl fundamento de todas estas ideas radica en el concepto de tecnologías emergentes, mientras Vinge y Kurzweil lo ven relacionado con una inteligencia artificial que cada vez se hace más potente hasta despertar como una inteligencia capaz de superar a la inteligencia humana tema que trato en “Inteligencia artificial, el futuro del hombre”, para Kelly el proceso es más natural y de carácter más general. También me llama la atención que aunque Kurzweil parece partir de la inteligencia artificial sus ideas, sobre todo la de “Como construir una mente”, están más cerca de un enfoque propio de la cibernética, digo esto porque la cibernética ha sido renegada por muchos investigadores de la inteligencia artificial, siendo su exponente más destacado uno de sus fundadores, Marvin Minsky; y porque cada vez, mas, se recurre al esquema de los sistemas cibernéticos.

Simbiosis humanos – tecnologías. ¿Tecnoutopía?

Cuando hablamos de simbiosis la primera idea que acude a nuestra mente es la del Cyborg, un organismo compuesto por órganos biológicos y dispositivos cibernéticos. Pero me interesa referirme al concepto, en sí, de simbiosis.

Veamos la definición de simbiosis tomada de Wikipedia: es una forma de interacción biológica que hace referencia a la relación estrecha y persistente entre organismos de distintas especies, a los que se le llama simbiontes.

Como la definición viene desde la biología la relación se considera entre organismos biológicos, pero si consideramos como Kevin Kelly, que las tecnologías están produciendo una evolución parecida a la biológica y dada la relación estrecha y persistente entre humanos y tecnologías podemos considerar que se está produciendo una simbiosis entre humanos (organismo biológicos) y entre tecnologías (organismos cibernéticos).

Los tipos de simbiosis en biología son:
1.-Atendiendo al tipo de relación que se establece
• Ectosimbiosis: el simbionte vive fuera del otro organismo (relación exógena)
• Endosimbiosis: el simbionte vive dentro del otro organismo (relación endógena)
2.-Atendiendo al tipo de beneficio que se establece
• Mutualismo: se benefician ambos.
• Comensalismo: se beneficia uno solo
• Parasitismo: se beneficia uno a costa del otro

Ahora viene lo mejor. Si aceptamos que se está produciendo una simbiosis entre humanos y tecnología (me gustaría conocer opiniones) ¿Cómo debe ser esa simbiosis?

Podemos considerar los siguiente, teniendo en cuenta, una última consideración sobre la simbiosis con los humanos
• En la ectosimbiosis se produce una integración pero cada cual conserva sus características como especie (los humanos como organismo y las tecnologías como dispositivos).
• En la endosimbiosis se produce la integración (fusión) entre ambas especies y se obtienes nuevas características, el ya mencionado Cyborg.
Veamos cómo se podría estar produciendo la simbiosis y sus tendencias

1. Hoy estamos ante una ectosimbiosis, humanos y tecnología interactúan de forma exógena y su relación se basa en el comensalismo (solo se benefician los humanos)
2. En un futuro podríamos, dentro de la ectosimbiosis, pasar a una relación basada en el mutualismo donde tanto los humanos como las tecnologías se benefician y dan lugar a una superinteligencia colectiva (la que prefiero y he defendido en artículos anteriores).
3. Otra tendencias sería la de una endosimbiosis basada en el comensalismos, donde los humanos esperan beneficiarse de las tecnologías por medio de implantes, de la ingeniería genética, de prótesis, etc. Aquí estamos hablando del surgimiento de una superinteligencia transhumana, tanto hibrida como puramente biológica (idea representada por el transhumanismo)
4. La ultimas seria una endosimbiosis basada en el mutualismo, donde las tecnologías superan a los humanos y estos se fusionan con las tecnologías, pero más bien como software y muchos casos los humanos son rediseñados por las maquinas dando lugar a una superinteligencia artificial (la idea de una singularidad tecnológica)

Como escribo ciencia ficción siempre he tenido cierta consideración con las tecnoutopías y si no las acepto totalmente, al menos, me han servido como ejerció mental y para el desarrollo de la fantasía; pero sobre todo, para reafirmar mi opinión de que los escenarios del futuro no son tan simples como las propias tecnoutopías nos quieren hacer ver.

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La ideología transhumanista nos obliga a cuestionarnos que es lo humano y en que consiste la condición humana y que papel tienen las tecnologías en el desarrollo del potencial humano.

 Hasta hoy seguimos repitiendo que el potencial humano es un producto, biológico, psicológico y social y seguimos ignorando el papel que juega la tecnología en el desarrollo humano, por lo que debemos dejar atrás el enfoque bio-psico-social y comenzar a enfocarnos el aspecto tecnológico como intrínsico al ser humano y hablar de desarrollo tecno-bio-psiquico-social.

 Dándole connotaciones extrasensoriales, podemos decir que desde la prehistoria humano lo biológico ha tenido una interpretación cósmica, debido a las limitantes físicas de los humanos (la tecnología fue supliéndolas con el tiempo) y su relación con una poderosa naturaleza (caracterizada como mágica, lo psicológico se ha tratado de comprender a través del alma y los espíritus que la trascienden, lo social como comunidades (aldeas) primitivas y lo tecnológico como las herramientas que permitían al hombre subsistir en un medio hostil. O sea que desde sus inicios el hombre ha sobrevivido gracias al uso de la tecnología.

 Si lo biológico y los psíquico forman parte del cuerpo humano (restringiéndonos solamente al cerebro y olvidando la interpretación antigua del alma), lo social no; este es considerado como externo al cuerpo, pero dada su importancia no se concibe al humano sin el factor social y su papel en la formación del individuo; lo mismo sucede con la tecnología. Hoy es imposible imaginarse al ser humano sin la tecnología y sus aplicaciones en las comunicación, en la educación, en el propio individuo: prótesis, espejuelos, lentes, dispositivos, etc.

Si no cambiamos nuestros conceptos sobre los factores que interfieren en el progreso humano y aceptamos el papel de la tecnología estaremos ignorando nuestra condición tecnológica y de cómo esta se ha ido integrando en nuestras vida y de cómo nos hemos ido manejando con las tecnologías sin dejar de ser humanos.

 Hoy algunos creen que hay que frenar el desarrollo de las tecnologías, esto seria como frenar el desarrollo social, frenar nuestra mente o frenar el crecimiento de nuestro organismo.

 

 

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Si antes las dos fuerzas transformadoras provenían de la estructura social o de la mentalidad del individuo. Por ejemplo si una empresa realiza cambios en su estructura y cambia sus departamentos y las funciones, esto traerá como consecuencias un cambio en las personas en su forma de actuar y de relacionarse, de igual forma cuando alguien se convierte a algún tipo de religión, también cambiara su actitud ante la vida (si interioriza la creencia) y su relación con sus semejantes.

También se sabe que los cambios en la estructura social son más fáciles de alcanzar, aunque también son menos profundo, no alcanza el nivel de consciencia que una creencia religiosa, pero esta última también es más difícil de lograr, se necesitaría de un nuevo mesías. Poro otra parte las transformaciones sociales solo actúan sobre el contexto social y como el ser humano es dependiente del contexto hace que este asuma el papel que le corresponda dentro de esa estructura, lo cual no quiere decir que cambie su mentalidad, los cambios solo se producen a nivel superficial, lo que permite que ante un nuevo cambio de estructura, un nuevo director de empresa, un nuevo presidente, un nuevo maestro, etc., pueda ajustarse fácilmente al nuevo contexto.

Actualmente nos movemos dentro de una lenta evolución natural donde nuestras características humanas se van pasando de padres a hijos, también le trasmitimos nuestras posibles enfermedades (las hereditarias), además podemos de enfermedades, hoy incurables y tenemos la esperanza de que la ciencia algún día descubra como curarlas o como prevenirlas. Pero queremos aun mas de la ciencia y la tecnología; queremos no enfermarnos nunca, y aun mas, no morirnos.

Hoy las tecnociencias se han convertido en la gran esperanza de la humanidad y la esperanza que despierta es cada vez mayor, los ciegos aspiran a ver, los inválidos a caminar, los sordos a oír, los locos (es mejor que sigan locos) y algunos aspiran a ser inmortales, ya muchos se han congelado, los que pueden pagan criogenizar su cuerpo a otros solo les ha alcanzado para criogenizar su cabeza. A esto se une las posibilidades de la ingeniería genética de poder en un futuro escoger las características de los hijos, sin dudas el avance de la tecnología parece indetenible.

Lo cual nos conduce a una nueva fuerza transformadora: la tecnología y su poder para convertirnos en superhumanos: más inteligentes, mas fuertes, más altos, más bellos… Su alcance va más allá del simple individuo y alcanza la vida social, al planeta y a la propia especie humana, y al nacimiento de una nueva evolución artificial y al surgimiento de una poshumanidad.

En artículos anteriores hemos hablado sobre la relación entre humanos y tecnologías así como de las posiciones a sumir ante el progreso tecnológico. Ahora volvemos sobre las posiciones que se asumirán dadas las ideologías que están surgiendo como alternativa a la ideología neoliberal.

Posiciones ante el progreso de las tecnologías

  1. Tecnologismo. Solo las tecnologías nos pueden salvar, las que se convertirán en una superinteligencia: robots y programas, que serán capaces de reconstruir a los humanos y al planeta.
  2. Transhumanismo liberal. Las tecnologías se fusionarán con los humanos en aras de una economía y de un humano eficiente. Las maquinas se irán integrando a la economía capitalista y responderán a los intereses del mercado y según se hagan más inteligente se convertirán en otro competidor. La fusión será con el fin de ser más competitivo, poderoso y eficiente, ya que estará sujeta a la ley del mercado.
  3. Transhumanismo democrático. El humano se irá mejorando por medio de las tecnologías, mejoras moderadas: mejorar la salud, la inteligencia, la belleza, etc. Sin deteriorar el planeta, ni aumentar las desigualdades. Las intenciones son buenas pero que sucede con el deterioro del planeta y lo que proponen sustituir las recursos naturales antes de que se agoten por artificiales o los desesperados por alcanzar la inmortalidad antes de morirse. Podrá el transhumanismo democrático aguantar estos embates sin dejarse arrastrar por una poshumanidad a ciegas.
  4. Ecologismo. El progreso humano es independiente de las tecnologías, estas más bien lo que hace es alejarlo de su espiritualidad. Las tecnologías deben ser limitadas o prohibidas, el ser humano debe retornar a la religión, a la naturaleza o a una sociedad más simple y abandonar su modo de vida actual consumista, hedonista e irresponsable.
  5. Social. El progreso tecnológico está subordinado al progreso humano y debe mantenerse bajo su control. Las tecnologías siempre deben estar en función de los intereses humanos y regulados por estos. Son hijos que siempre deberán depender de los padres. Deben priorizarse las tecnologías renovables y prohibirse aquellas que representan algún tipo de riesgo (precaución).
  6. Transdisciplinar. Es necesario manejarse con los nuevos conocimientos para no ir a ciegas al futuro y donde las tecnologías vayan alcanzando su propio progreso. Estas deben ser desarrolladas, desde sus inicios, con fines colaborativos para que se integren a un verdadero progreso humano donde se mejore la evolución humana en toda su dimensión (tecno-bio-psico-social) desde una sostenibilidad tecnológica que permita la supervivencia de la especie humana. Es necesario trabajar en el desarrollo de una superestructura tecnológica sostenible y colaborativa donde, por el camino, no se pierda la condición de ser humano.
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El hombre es capaz de trascender a la naturaleza, a la religión, a la sociedad y a la tecnología, de elevarse por encima de las superestructuras para alcanzar la espiritualidad pero esta no es una elevación individual sino una consciencia que se conecta a las demás consciencia es una unión espiritual que se convierte en un todo.

Al trascender a la naturaleza (los limites naturales) el hombre adquiría consciencia (autoconciencia) de si mismo como individuo pero su consciencia era demasiado solitaria y necesito de la religión para compartir su soledad y su angustia ante el poder que había adquirido. Con la religión el hombre compartía su fuerza interior con otra fuerza externa. Hoy el hombre ha creado otra forma de dependencia: la social y se sometió a la ley del mercado, del éxito, del consumismo, de la competencia, del placer, del individualismo y de la ganancia a toda costa. El hombre necesita nuevamente trascender su condición social y alcanzar una consciencia colectiva (transconsciencia).

Y es que el hombre en su evolución paso de animal a humano y ahora debe pasar de humano a SER humano, todo intento en esa evolución ha sido abortado por su condición animal aun latente que lo ha llevado al predominio de su instintos de dominio y poder. Mientras no evolucione y cambie su mentalidad siempre terminará abandonando su perfeccionamiento espiritual y su empatía social, y sustituyéndola por leyes (fuerzas externas) que lo llevarán a la competencia y la conquista de sus semejantes, de la naturaleza y de su propia condición humana.

Históricamente todos los intentos del hombre de transcenderse a si mismo espiritualmente y de alcanzar una consciencia colectiva han sido truncados por alguna fuerza externa, creada por el mismo, que ha terminado por someterlo.

Al igual que en las guerras donde el hombre ha ido pasando por diferentes etapas, desde la cuerpo a cuerpo hasta la no participación directa al ser sustituido por robots, en la producción también el hombre ha ido alejándose de su propia producción dejando atrás la manufactura de su producto para pasar por líneas de producción donde él es solo un engranaje hasta llegar, en un futuro, a ser totalmente sustituido por las máquinas.

Fromm

Erick Fromm, uno de los psicólogos más importantes del siglo XX, creador del psicoanálisis social y padre de la psicología humanista

Lo cual lo lleva a la enajenación, (siguiendo el pensamiento de Erick Fromm) a no sentirse como creador de sus propios actos, sino que sus actos y las consecuencias de ellos se han convertido en amo suyo. Se siente a sí mismo como un extraño. Esto tiene que ver con la aceptación de fuerzas externas que lo controlan y lo dominan en lugar de ser guiado por su propia fuerza interior.

Marx llama enajenación al estado del hombre en que sus propios actos se convirtieron para él en una fuerza extraña, situada sobre él y contra él, en vez de ser gobernada por él.

El humanismo debe convertirse en amor a la humanidad, en buscar desarrollar la fuerza interior y dejar de depender de fuerzas externas, en aceptar que creer en sí mismo lleva inevitablemente a creer en la humanidad, en sustituir la ideología individualista por una colaborativa, en buscar la cooperación no solo entre humanos sino, también, entre humanos y tecnología, y en desarrollar tecnología colaborativas que no faciliten relaciones sociales profundas que permitan crecer espiritualmente.

Es necesario alcanzar un perfeccionamiento espiritual, luchar por desarrollar todo el potencial del SER y liberar las mejores cualidades humanas e ir hacia una evolución verdaderamente humana. En lugar de poner las mejores cualidades humanas en un Dios, en el ser amado o en un líder, se deben colocar las mejores valores humanos en la humanidad como un todo (consciencia social), Es más; se deben colocar en nosotros mismo como individuos que tenemos una herencia biológica (instintos), que poseemos una espiritualidad, que vivimos en sociedad y nos manifestamos a través de nuestras relaciones (hoy superficiales) y que nuestro progreso humano depende de cómo seamos capaces de encarar los desafíos que encierra un progreso tecnológico cada vez más distante de nuestro propio progreso humano.