Directrices mundiales de la OMS sobre la calidad del aire: partículas en suspensión (PM2.5 y PM10), ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono. Organización Mundial de la Salud 2021
El objetivo general de estas directrices mundiales actualizadas es ofrecer niveles de referencia de la calidad del aire basados en la salud, expresados como concentraciones a largo o corto plazo de seis contaminantes atmosféricos clave: MP2,5, MP10, ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono. Además, las directrices proporcionan metas intermedias para guiar los esfuerzos de reducción de estos contaminantes, así como declaraciones de buenas prácticas para la gestión de ciertos tipos de MP (es decir, carbono negro/carbón elemental, partículas ultrafinas y partículas procedentes de tormentas de arena y polvo). Las directrices no son normas jurídicamente vinculantes, pero proporcionan a los Estados Miembros de la OMS una herramienta basada en pruebas que pueden utilir como guía para la elaboración de leyes y políticas. En última instancia, el objetivo de estas directrices es ayudar a reducir los niveles de contaminantes atmosféricos con el fin de reducir la enorme carga para la salud resultante de la exposición a la contaminación del aire en todo el mundo.En comparación con las anteriores directrices de la OMS, estas directrices: utilizan nuevos métodos en lo que respecta a la síntesis de pruebas y la elabo-ración de las directrices refuerzan las pruebas anteriores sobre los efectos nocivos para la salud provo-cados por la contaminación del aire; y aportan pruebas de los efectos nocivos para la salud que provoca la contaminación del aire en niveles inferiores a los conocidos hasta ahora.Las directrices son una herramienta fundamental para los tres grupos principales de usuarios siguientes: ■los responsables de la formulación de políticas, los legisladores y los expertos técnicos a nivel local, nacional e internacional que se encargan de elaborar y aplicar reglamentos y normas sobre la calidad del aire, el control de la contami-nación atmosférica, la planificación urbana y otros ámbitos normativos; ■las autoridades nacionales y locales y las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil y los grupos de defensa de los derechos de diversos colectivos, como pacientes, ciudadanos, partes interesadas de la industria y organizaciones medioambientales; y ■las instituciones académicas, los profesionales de la evaluación del impacto ambiental y de salud, y los investigadores en el amplio campo de la contami-nación del aire.