directores2008

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El control, un elemento significativo de la dirección, olvidado o poco sistematizado, es un elemento que influye negativamente para alcanzar metas superiores en el fortalecimiento de la red de bibliotecas especializadas en la salud.

Las dificultades aún presentes en muchos territorios del país con el transporte y carencia de combustibles, unido a otras prioridades en las provincias han contribuido a que se deteriore el servicio en las bibliotecas de la red.

Las inspecciones ministeriales han permitido que un grupo de funcionarios del Sistema Nacional de Información de Salud, puedan visitar bibliotecas en zonas intrincadas del país, y llegar a la mayoría de los municipios, que de otra manera no hubiera podido lograrse, por las limitaciones antes referidas. Pero desgraciadamente no siempre los directores de los CPICM están presentes en los recorridos.

La realidad dista mucho de los informes, es evidente, que lo que bien no se controla, no avanza. Se detectan a diario violaciones de políticas y normas técnicas.

Existen muchos ejemplos, a los que pudiéramos referirnos, algunos evidenciados en la conferencia que presentamos en la Reunión Virtual de Directores 2008, a partir de los resultados de la investigación sobre la marcha de la informatización de las bibliotecas en la Atención Primaria de Salud.

El descontrol, un arma que arrastra muchos males, entre ellos la desmotivación del trabajador. ¿De que sirve esforzarse si al final, evaluarán igual el resultado del que mucho, regular o poco realiza?.

Si el directivo no controla, como va a evaluar y distinguir al que más y mejor trabaja.

Sistematizar las inspecciones metodológicas, dejar las observaciones a los directivos, discutir y convencer siempre que sea necesario, debe ser una de las acciones sistemáticas de trabajo que no pueden dejar de ejecutar los distintos niveles de dirección del sistema, si queremos avanzar en la cooperación técnica e integración del sistema.

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Una máxima en la prestación de los servicios es orientarlos  en función de las necesidades de los usuarios cuyas demandas nos obligan a ajustarlos adecuadamente.

La categorización de los usuarios metas de la organización, para establecer niveles de prioridad en la atención, resulta también fundamental para poder realizar una adecuada distribución de los recursos que tenemos para brindar los servicios.

Se impone por tanto, realizar un inventario de los recursos disponibles, para establecer los estándares de calidad en cualquier servicio.

Los aspectos antes señalados me ayudan a reflexionar alrededor del establecimiento de horarios de servicios en las bibliotecas de 24 horas.

A partir de las intervenciones en la Reunión Nacional Virtual de Directores  2008, hemos comprobado como aún existen problemas con los servicios de las bibliotecas en la APS.  Si lo analizamos a partir de los elementos definidos en los párrafos anteriores, debemos respondernos las siguientes interrogantes.

La demanda…

  • ¿Es mayor que la oferta? NO
  • ¿Existe esa demanda en horarios de la madrugada? NO
  • ¿Se comporta igual todos los meses del año, y en todos los territorios? NO

Los recursos disponibles…

  • ¿Son utilizados en la madrugada para la solución de problemas de información dirigidos a apoyar la asistencia, la docencia, la investigación y la dirección? En la mayoría de los casos NO
  • ¿Contamos con suficiente personal capacitado, para mantener servicios de calidad? NO

Tenemos suficientes evidencias que demuestran que la respuesta ante estas preguntas es NO.

Por lo tanto, primera definición que  queda clara, es que, si los usuarios no van a las bibliotecas en los horarios nocturnos y los que van mayoritariamente la usan para otros fines, y además, tenemos dificultades con la disponibilidad y capacitación de los recursos humanos, no debemos mantenerlas abiertas 24 horas, por lo que propongo argumentar esta propuesta y elevarla al MINSAP para que se elimine de los indicadores de la Emulación 26 de julio y así cada territorio, pueda adecuar los horarios para satisfacer a sus usuarios, como corresponda.

Por otro lado, me gustaría insistir en el concepto de los recursos disponibles para brindar servicios, y en el de los usuarios metas.

Por ejemplo: Los recursos tecnológicos y humanos son menos si los vemos desde la perspectiva de una biblioteca, pero si nos vemos y actuamos como red y fortalecemos la estructura a nivel de Centros Municipales, podemos. entre todos, enfrentar las acciones de alfabetización de los trabajadores de la información y usuarios del sector salud descentralizando los esfuerzos, cada cual atendiendo a las necesidades de sus usuarios metas.

Los servicios en la biblioteca deberán ser flexibles, adecuándolos cuando sea necesario, si en estos momentos la realidad que enfrentamos no requiere o no tenemos todas las condiciones para horarios de 24 horas no hacerlo, pero donde exista la demanda y las condiciones se deben mantener.

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En los últimos tiempos escuchamos con cierta frecuencia el termino de Repositorios documentales.

Un grupo de especialistas de INFOMED hemos participado en algunas sesiones técnicas con vistas a inicar proyectos de ese tipo en el SNIS.

Eso requiere de un trabajo de equipo y la red de bibliotecas juega en ese empeño un papel significativo.

Al ser miembros de un sistema, se desprende que debemos trabajar  unidos por el mismo propósito,  seguir políticas y metodologías comunes, y establecer objetivos priorizados.

Un buen comienzo sería potenciar el repositorio institucional de todos los trabajos publicados  por autores cubanos sobre salud,  principalmente en editoriales extranjeras, ya que muchos no están disponibles en el país.  

Repositorio que asociado a CUMED, eleva el nivel de impacto de esta base de datos que registra la bibliografía nacional sobre salud, al permitir desde la misma, un acceso abierto a los trabajos. Y  también posibilita preservar y conservar el patrimonio científico en salud de Cuba.

Para lograr esto,  los bibliotecarios tienen que acercarse cada día  más a sus usuarios metas, para conocer quién publicó, dónde y como podemos obtener dichos trabajos.

 En ese sentido tenemos que sensibilizarlos con la importancia que tiene, que se promueva la ciencia cubana y con  lo que representa para ellos, que sus trabajos sean citados por otros autores a nivel internacional.  

Enseñar a los usuarios las herramientas que adoptemos  para registrar y subir los trabajos destinados a los repositorios documentales, permitirá que el bibliotecario, desde cualquier escenario,   pueda disponer de más tiempo para asumir un papel más protagónico con la calidad y administración de éstos espacios.  

En el  8º Congreso Regional en Información en Ciencias de la Salud, se mostraron resultados encaminados en esa dirección.

Sintonizar el tema metodológico y de políticas, sería un buen inicio para éste y otros repositorios que pudieran surgir ya sean temáticos, institucionales, u otros.

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Las bibliotecas especializadas en los temas de la Salud son pilares para el desarrollo científico – técnico en el país, ellas deben ser espacios donde se gestione la información y el conocimiento.

Por ejemplo a partir de sus servicios de referencia, entre otros, deberán contribuir, al fomento de la publicación científica y a la promoción de la ciencia cubana.

Para este empeño se ha capacitado a dos bibliotecarios por provincia, que serán los encargados de formar al resto de los referencistas. Todo esto responde a las acciones incluidas en el Proyecto de Fomento para la Publicación Científica, para lo que recibieron medios tecnológicos destinados a ese propósito.

Para asistir a los autores,  los referencistas  deberán realizar investigaciones bibliográficas, sugerir o enseñar el uso de bases de datos de reconocimiento nacional e internacional, destinadas para ese fin.

Deben incorporar el uso de herramientas de gestión bibliográficas como EndNote, Procite, Zotero, entre otras, que permitán ofrecer servicios de copia de bases de datos temáticas, determinar los autores más productivos o autoridades en determinado tema y las revistas de mayor nivel de impacto o de primera línea, donde debemos lograr además, que sean publicados los mejores trabajos de autores cubanos.

Se debe priorizar la ayuda a los autores para que sus trabajos no sean rechazados por la editorial escogida, simplemente, porque no siguió los requisitos para la presentación de artículos o porque acotó mal una referencia bibliográfica o las fuentes de información consultadas carecían de rigor científico. Además,  hay que coordinar acciones para garantizar las traducciones de los artículos cuando sean necesarias.

Para este empeño existe un fondo monetario para garantizar que aquellos artículos que sean avalados por el Comité Nacional que Asesora Editorialmente para ese propósito, puedan ser publicados en revistas de corrientes principales, en caso de exigirse pago para ello y/o se necesite de una traducción profesional. 

Avanzar en cuanto al número de trabajos publicados y su registro en CUMED, será un aspecto clave que permitirá, demostrar científicamente los logros alcanzados por la medicina cubana,  lo que constituye un aval para la misma.

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Cada día se hace más necesario concluir el proceso de extensión de los CMI – Centros Municipales de Información en el Sistema Nacional de Información de Salud, tema analizado en la pasada reunión Nacional de directores de este sistema, efectuada en el mes de octubre de 2007.

En esa ocasión se acordó que en unión con las Direcciones de Salud se completara la acreditación de esas entidades como parte del objetivo de trabajo de Fortalecimiento Institucional de la red de bibliotecas.

Al cierre del año 2007 contábamos con 96 CMI acreditados funcionando en todo el país.

En ese sentido hay que señalar que las provincias que se han destacado por haber concluido en ese año el referido proceso son: Ciudad de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villaclara, Ciego de Ávila y Camaguey, y el Municipio Especial Isla de la Juventud.

Al concluir el mes de julio del presente año, faltan aún por constituirse 57 CMI, distribuidos en las restantes provincias, y sólo Sancti Spiritus finalizó esa labor.

Dentro de las provincias que presentan situaciones más críticas se encuentran Pinar del Río con 10 pendientes, que representa el 71 % del total y Provincia La Habana con 17, lo que representa el 89 % del total sin acreditar.

Es importante que los directores de los CPICM envíen por la vía del Dpto. Metodológico los cronogramas y evidencias de constitución de los CMI pendientes y sigan el tema del nombramiento de los directores.

Y que también conozcan que por el proyecto de facilitadores se asignó una computadora para los bibliotecarios de los CMI y aquellos municipios pendientes de completar esa estructura no recibirán la misma.

Los retos crecen y no es posible continuar con la centralización de actividades desde los Centros Coordinadores, Nacional o Provinciales.

La descentralización de los esfuerzos puede resultar una estrategia acertada para mejorar el cumplimiento de los objetivos propuestos, pues la red de bibliotecas, debe tener un mayor protagonismo y los CMI deben desarrollar una actividad metodológica más directa con las bibliotecas en la base.

En la actualidad hay provincias donde la red no está estructurada en su totalidad, y los bibliotecarios o bibliotecarias de municipios distantes de la capital provincial, no pueden asistir a los encuentros metodológicos o cursos.

Se observa por ejemplo que en ocasiones, las personas que asisten a los cursos que se imparten en la capital o en las cabeceras provinciales no son las que directamente realizan la tarea, sino, las que menos dificultades personales tienen para poder asistir.

Cuando analizamos la eficiencia y efectividad de éstos encuentros, comprobamos por ejemplo: que los gastos en transportación, alimentos, tiempo y productividad son mayores cuando varias personas deben trasladarse a la capital provincial, que cuando lo hace un representante del municipio.

Existe un grave problema en la Red, por la escasa fuerza laboral especializada en Ciencias de la Información y Bibliotecología o sus otras denominaciones formativas, lo que se agudiza con la no existencia de profesores para extender la municipalización de la enseñanza de esta profesión.

Se dice que se aprende haciendo, y estamos convencidos de que esa es una realidad, pero para lograrlo hay que impulsar la preparación de los recursos humanos de los CMI y dejar en sus manos el reto de liderar el cambio a nivel de base, y sólo así estaremos desarrollando esos profesores que tanto se necesitan para el fortalecimiento del SNIS, al igual que completar la estructura planteada desde el inicio de éste comentario.

 

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Una máxima que cualquier persona necesita es la de recibir un servicio de salud de calidad. 

Todos deseamos que nuestros familiares o amigos, sean tratados por un personal de la salud altamente conocedor de su profesión,  actualizado con el estado del arte de su especialidad, que sepa sacarle provecho a los equipos de alta tecnología que el Estado cubano ha puesto en sus manos.

¿Estaremos todos los bibliotecarios vinculados al sector de la salud concientes de la alta responsabilidad que tenemos en esto? 

¿Las TICs – Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, pueden resolver por sí solas, este tema?  ¡NO!, éstas son los medios que tenemos para lograrlo.  Lo más importante, somos las personas que debemos aprender a utilizar principalmente esas  computadoras y medios técnicos, que llegaron para revolucionar la biblioteca tradicional. 

El bibliotecario en el sector de la salud requiere de competencias núcleos que le permitan elevar la calidad de los servicios informativos que brinda. 

Aunque la calidad de los servicios de salud, no sólo depende del bibliotecario, éstos deben estar suficientemente preparados para, en su área de acción, cumplir con eficiencia y calidad sus funciones.

Profesionalidad es la palabra de orden. Lo que se impone es  incorporar lo nuevo, pero sin abandonar las buenas prácticas de la especialidad.

Hay que decir NO al facilismo, al uso inadecuado de fuentes de información, a la falta de autosuperación, entre otras irregularidades .

Debemos decir  Si a  la investigación, a la alfabetización informacional nuestra y a la que estamos llamados a transmitir a los usuarios. 

¿Por qué utilizar, de entrada, la opción de búsquedas por palabras, al realizar  investigaciones bibliográficas, cuando somos expertos en el manejo de tesauros y podemos lograr una mayor pertinencia y precisión en los resultados?.

Un médico no acepta que el paciente le diga, doctor  recéteme tal medicamento, o yo quiero que me realice tal prueba. 

Entonces, cuando un médico  u otro especialista de la salud venga a dónde está usted para requerir algún servicio, actúe con la misma profesionalidad y no permita que ese usuario guie sus acciones,  usted está ahi para eso.

Recomiende la revista de mayor impacto, sugiera leer al autor más productivo en su tema, explíquele  las diversas fuentes de información que tiene a su disposición  y cuándo debe utilizar una u otra, en dependencia del propósito de su trabajo o la categoria de usuario, incorpore cada vez más valor agregado a sus servicios.    

Ofrezca detalles a sus usuarios de los servicios disponibles, ayúdelos a investigar y publicar trabajos científicos, y trate de que cada vez más, tome decisiones informadas en salud.

Evite que pierda información y que tenga que repetir la búsqueda para tomar los datos imprescindibles para asentar su bibliografía o referencias bibliográficas, enséñele a distinguir lo que es un servicio de otro, por ejemplo,  ¿qué es una bibliografía? o una copia de artículo, enseñe el valor que tiene cada uno de estos servicios. 

La mayor motivación que nos puede guiar,  en nuestro trabajo, es saber, que  puede contribuir a salvar la vida de nuestros seres queridos o mejorar su calidad de vida.

   Seamos abanderados de la calidad del servicio en la biblioteca, e influya -mucho más- para que los trabajadores de la salud, amplíen sus conocimientos sobre su profesión, haciéndolo usted también.

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Hace algunos años fui convocada por el Ministerio de Salud Pública para participar en una comisión que elaboró lineamientos para la remodelación de las unidades de salud cubanas. Mi aporte en este caso estuvo dirigido al diseño estructural y funcional de las bibliotecas. Con anterioridad investigué el tema (Lazo Rodríguez BC. Estructura funcional y estructural para la construcción de la Biblioteca Médica Nacional. [Tesis] Gestión de Información de Salud. La Habana: ENSAP; 1999).

Cual no sería mi desilusión, cuando en el cumplimiento de mis funciones empecé a supervisar los procesos inversionistas y pude apreciar que de aquel documento sólo quedaron las buenas intenciones, pues específicamente en el caso de las bibliotecas (reparadas o construidas), ninguna cumplía con los requisitos mínimos de diseño, tales como:

  • los flujos de circulación (usuarios, empleados, carga y desperdicios)
  • niveles de ruido en relación con las áreas (lectores y empleados)
  • niveles de acceso (libre, controlado o limitado)
  • niveles de iluminación (salas de lectura, depósitos y oficinas)
  • niveles de climatización (salas de lectura, depósitos y oficinas)
  • prevención de desastres para la institución y las colecciones (riesgos provenientes del exterior del edificio, de la estructura y servicios del edificio y los ocasionados por la interferencia humana).

La IFLA – Federación Internacional de Asociación e Instituciones Bibliotecarias, refiere que en los casos de bibliotecas remodeladas o reubicadas en edificios ya existentes, pueden estar limitadas por factores arquitectónicos y de ingeniería y por consideraciones de índole financiera.

No obstante, expondré algunos aspectos planteados por la IFLA que en nuestro contexto no deberán ser obviados, tales como:

  • Circunstancias del edificio o áreas vecinas. Por ejemplo: las bibliotecas ubicadas en módulos docentes deberán situarse a cierta distancia de las aulas.
  • Sistemas de alarmas. Por ejemplo: contra intrusos (SACI) y de detección y extinción de incendios (SADI), -preferiblemente de humo que disparen alarma automática, de rocío potencialmente menos dañinos para los materiales.
  • Riesgos por condiciones climáticas o geológicas muy propias de nuestra región. Por ejemplo: tormenta e inundaciones, deberán tenerse en cuenta en la construcción de la biblioteca puntos débiles como: puertas, ventanas, techos, desagües, etcétera.
  • Riesgos por fuego. Por ejemplo: dispositivos de seguridad de circuitos eléctricos o de gas, cableado eléctrico protegido, falso techos de material poco combustible, puertas y barreras contra incendio.
  • Sistemas de transporte de agua. Por ejemplo: deberán tenerse en cuenta, llaves de paso o grifos que cierren automáticamente, evitar tuberías, lavamanos o fregaderos cerca de las colecciones.
  • Sistema estructural. Por ejemplo: estructuras más gruesas en pisos donde se almacenen colecciones.

Como sabemos las instituciones de salud, atienden diariamente a pacientes aquejados de enfermedades, y estos ambientes por supuesto generan estrés entre los profesionales de la salud.

¿Se ha puesto a pensar lo agradable que sería que su centro cuente con una buena instalación para la biblioteca, poseedora de confort suficiente, donde usted pueda extasiarse, por ejemplo: mirando una hermosa pintura o disfrutando de una buena lectura, donde prime un ambiente sin ruidos u otros elementos discordantes que afecten la lectura o estudio?

Qué bonito sería que la biblioteca estuviera diseñada con estética y buen gusto, con la práctica adecuada de una cultura del detalle, donde no se descuidara el orden, la limpieza, la climatización, la iluminación, la señalización y el mobiliario ergométrico, y que invite al trabajo creador en un ambiente de paz y relajamiento.

La biblioteca puede ser un oasis dentro de la institución de salud, parafraseando al profesor Calviño, diría… ¡créame vale la pena!

 

Sala de Lecturasala de InternetMuestra de exposicion transitoria.Sala de Lectura

 

 


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La BMN – Biblioteca Médica Nacional de Cuba, retomará para el año 2008, el objetivo de Implementar un sistema de aseguramiento de la calidad de sus servicios.

Esto supone objetivos priorizados para la implementación de dicho sistema. Para llevar adelante ese empeño, hay que realizar un grupo de acciones que sin duda deberán ser priorizadas, como son las mejoras que deberán producirse a nivel de su estructura, para poder garantizar un minimo de condiciones materiales, técnicas, ambientales, etc. que en alguna medida condicionen mejores procesos y resultados.

El éxito de ésta tarea, estará determinado principalmente, por la visión compartida que deberán tener todas las personas que intervengan directa o indirectamente en el proceso de mejora, liderado por la alta dirección de Infomed, y sujeto igualmente, al compromiso de todos sus trabajadores para su comunidad de usuarios.

A propósito de éste tema, y ante la posibilidad de un posible financiamiento que beneficiará a la BMN, en los sucesivos días debemos presentar un proyecto de mejoras para este centro.

Tomando en cuenta todos éstos elementos, considero de gran utilidad el proyecto (Lazo Rodríguez BC. Estructura funcional y estructural para la construcción de la Biblioteca Médica Nacional. [Tesis de diplomante] Gestión de Información de Salud. La Habana: ENSAP; 1999), acompañado de presentación (ppt) requisitos funcionales y estructurales para una nueva edificación de la BMN y más recientemente la propuesta de mejoras de su actual sede.

Vista de la BMN antes de la reparación Imagenes de bibliotecas del mundo

Suministradores de Mobiliario Suministradores de archivos

 

 

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A petición del Jefe Dpto. Docente del Hospital “Manuel Fajardo” Dr. Aquilino Santiago, el pasado viernes 5 de octubre de 2007 realicé una visita de trabajo a la nueva biblioteca de ese centro, que en breve comenzará a brindar sus servicios que serán extensivos a los usuarios del Instituto de Endocrinología y de la Facultad Fajardo y que cuenta con 44 puestos en la sala de lectura y aproximadamente 15 computadoras –aun sin llegar- en la sala de navegación ya cableada y equipada para ese fin.

La visita estuvo dirigida a definir las funciones de ésta biblioteca, que tendrá diferentes misiones en su carácter de biblioteca hospitalaria, universitaria y de investigación, lo que la convertirá en un centro que tendrá doble subordinación -nacional y provincial- y deberá mantener un estándar de servicios a la altura de centros de investigación y de educación superior, sin perder la particularidad de servicios para pacientes y familiares, tan propios de los hospitales.

Con el propósito de resolver estos aspectos le fueron entregados al Dr. Aquilino, los documentos normativos vigentes para el Sistema Nacional de Información de Salud, donde se plasman las funciones de las bibliotecas de hospitales y las funciones de las bibliotecas universitarias y de investigación. También los modelos de servicios para bibliotecas de hospitales y modelo de servicios para bibliotecas universitarias y de investigación.

Atendiendo al nivel administrativo que mantendrán los trabajadores – unos subordinados al hospital y otros al Instituto- se evaluó con el colectivo sus opiniones para enfrentar dichos servicios. La mayoría coinciden en que deben funcionar colectivamente aunque pretenden mantener algunas divisiones principalmente con las colecciones, es por ello que se les sugirió que establezcan algún mecanismo para no duplicar colecciones ni procesos técnicos.

Pensamientos coincidentes:Como parte del intercambio con todas las partes interesadas se llegó a la conclusión de que la nueva biblioteca debe resultar buena para todos, – tanto para bibliotecarios (as) como para usuarios- y se debe trabajar de manera mancomunada para que se pueda unir en ese empeño a esos colectivos de trabajo, independientemente de los aspectos relacionados con la subordinación, pues el propósito de que puedan ofrecer un servicio más eficiente con la utilización plena de las modernas tecnologías puestas a su disposición guiará el empeño.

Entre los aspectos analizados con los trabajadores se coincidió también en que las ideas no deberán ser impuestas sino discutidas en equipo, y la práctica dirá si se optó por la mejor solución, y permitirá adoptar las medidas necesarias para introducir las mejoras que sean pertinentes.

En tal sentido, ambas direcciones deberán ponerse de acuerdo para efectuar un proceso de cambio en tiempo y forma, para que sea lo más fácil posible.

El recorrido por la instalación nos permitió apreciar la señalización de computación que aparece dentro de la biblioteca y que no es más que la sala de navegación, desde donde se accederá a las fuentes de información disponibles en línea o en disco compacto.

Denominadas hace unos años como puntos de presencias y más recientemente, estaciones BVS, y que yo identifico como sala de navegación, y a través de estas líneas les invito al debate para que se adopte un término que se explique por si sólo y que defina de manera clara y precisa este tipo de servicio.

En nuestro recorrido recibimos la impresión de que las computadoras se han asociado a centros de cómputos e informáticos y no a lo que verdaderamente tienen que ser en estos casos: modernos medios de trabajo para el perfeccionamiento de la labor eficiente y efectiva del quehacer bibliotecario.

Tal como llega el nuevo equipo de Rayos X, ultrasonido, etc., que no tiene que ser operado por expertos en equipos médicos, estamos necesitados de que no se confunda, lo que los bibliotecarios (as) deberán asumir, al utilizar las tecnologías de telecomunicaciones, en función de cumplir su misión.

La biblioteca con facilidades de telecomunicaciones se convierte en un centro que rompe sus muros y sale más allá de su espacio físico. Por ejemplo, puede automatizar sus catálogos y disponerlos en línea para el beneficio de todos, y propiciar la cooperación técnica entre todos los miembros de una o varias redes, – nacionales o internacionales- y mostrará sus catálogos ya no en fichas colocadas en gavetas ordenadas por autor, título o materia como tradicionalmente se hacia, sino utilizando computadoras para acceder a sus catálogos, e ir más allá de estas opciones de búsquedas.

Concluimos nuestra visita con el convencimiento de que esta biblioteca y sus especialistas estarán a la altura de los tiempos modernos, que les impondrán a algunos dedicar un mayor esfuerzo para capacitarse en el uso de las tecnologías, y con la recomendación de que no se desaproveche la experiencia de cada miembro del equipo a la hora de conducir el cambio. Nuestro compromiso individual es seguir junto a ellos para ayudarlos y apoyarlos en ese empeño…

pict1455.JPG Otras áreas de la bibliotecaSala de navegación Sala de lectura

Visita anterior

Imágenes del proceso inversionista



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Con esta pregunta dirigida a los directores de policlínicos de Las Tunas se inició mi reflexión con ellos con el propósito de debatir o esclarecer conceptos sobre la importancia de la biblioteca médica, oportunidad que proporcionó la reunión efectuada el pasado de mayo de 2007, por la Directora Nacional de Atención Primaria de Salud Dra. Cristina Luna, en el territorio tunero, en la etapa de cierre por la emulación, por la sede del “26 de Julio”.

Uno de los directores presentes intervino para expresar su punto de vista. Todos coincidieron con su afirmación: para un médico, estar actualizado con lo último que se conoce en su profesión es fundamental y eso lógicamente se revierte en una mejor atención al paciente.

A continuación comentamos que si bien esto es cierto, vemos con mucha pena como no hay una clara visión entre muchos directivos de salud, de la importancia de la biblioteca, principalmente en los policlínicos donde el estado cubano invirtió e invierte –aún en su mantenimiento- cuantiosos recursos financieros para dotar a estas bibliotecas de computadoras y otros adelantos tecnológicos que les permitan acceder a servicios de Internet.

Afirmamos que hoy, mayoritariamente las bibliotecas en los policlínicos, no son vistas como una actividad tan importante, como puede serlo un servicio de ginecología, rayos X, etc., y que esto no debe ser así, pues el policlínico tiene una alta responsabilidad que cumplir en la Atención Primaria de Salud, y mucho más en estos momentos, convertidos en sedes universitarias, donde deben formarse los futuros profesionales del sector.

Contamos con la evidencia clara que nos proporciona las inspecciones metodológicas que realizamos a las bibliotecas de todo nuestro país, desde hace varios años, y basándonos en esas experiencias podemos afirmar que existen situaciones como las que expondremos a continuación:

Computadoras que son trasladadas hacia otros lugares que no son aquellos para los que fueron destinadas.

Locales que son usados para otros propósitos.

Poco control del trabajo del bibliotecario.

Poca demanda de servicios de información.

La segunda reflexión que abordamos tiene relación con el reiterado criterio entre los médicos que manifiestan… “no contar con una bibliografía actualizada”. Una comprobación realizada entre los especialistas allí presentes, acerca de los espacios y fuentes principales del Portal de Infomed, evidenciaron el total desconocimiento que tienen de esos instrumentos de trabajo

Seguidamente se explicó cómo se invierten miles de pesos -en divisas- por ejemplo; para que existan gran cantidad de títulos de revistas impresas y electrónicas a texto completo, disponibles para todos nuestros usuarios, y están subutilizadas.

Se puso el ejemplo de los contenidos que se pueden encontrar en las cinco bases de datos de EBSCO, -130 títulos de revistas a texto completo sobre administración de salud, 400 en enfermería, medicina física y rehabilitación entre otros- y la necesidad de que los médicos perfeccionen el estudio del inglés, pues las revistas de medicina de mayor impacto a nivel mundial se escriben en ese idioma.

El siguiente razonamiento giró alrededor del “uso que se le da a la biblioteca de policlínico”, principalmente para pasar mensajes por correo electrónico. En este aspecto se destacó el poco uso desde otro punto de vista, como puede ser, tomar una decisión informada en salud. Por ejemplo: tratar de obtener bibliografía actualizada para resolver aquellos problemas que disparan los índices de los indicadores de salud en la comunidad.

También se abordaron aspectos acerca de la necesidad que tiene el país de que los profesionales del sector investiguen y publiquen sus experiencias, para dejar evidencias del conocimiento tácito y que se correspondan los éxitos alcanzados por la medicina cubana con lo que se escriba.

En ese sentido hay que recordar el compromiso de todos con nuestra historia porque “el hombre será capaz de perdurar en la historia en la medida que sea capaz de dejar su huella por la vida”

Para concluir nos sumamos a la afirmación de muchas personas en todo el mundo, que afirman que… “por el valor que se dé a la biblioteca, se mide el desarrollo científico y cultural de un país”.

A nuestro juicio las bibliotecas médicas cubanas también contribuyen a salvar vidas, pues tienen como misión brindar servicios de información científica actualizados, para elevar la calidad de vida de la población cubana y la de otros países donde están presentes los profesionales de la salud cubanos., Esos centros permiten conservar colecciones y desde ellos se puede llegar a bibliotecas virtuales sin límites geográficos o de tiempo, por lo que deben estar en el centro de la gestión del conocimiento.

Las bibliotecas de los policlínicos deben convertirse en la biblioteca de la comunidad, espacios para sociabilizar el conocimiento, con horarios extendidos para beneficio de todos los que necesiten ampliar, profundizar o tomar una decisión informada en salud o aumentar la cultura de toda la familia.

Los directivos de salud deben exigir mayor conocimiento informado en salud, entre sus profesionales y ejercer un mayor control del trabajo del bibliotecario, para poder reconocer sus éxitos y los aportes que los mismos realizan al desarrollo de la humanidad.

Los directivos, trabajadores de la información y usuarios líderes en el uso de la biblioteca, serán un ejército necesario en el Sistema Nacional de Información de Salud, para llevar adelante la tarea que demanda la puesta en marcha del programa de Alfabetización informacional en todo el sector .

La bibliotecas médicas cubanas cuentan con los recursos materiales y tecnológicos y con personal comprometido para demostrarle a la contrarrevolución que desde Miami trata de desvirtuar nuestro trabajo, que no necesitamos las denominadas bibliotecas independientes en nuestro país, pues las nuestras pertenecen y están a disposición de todo el pueblo cubano, que si es verdaderamente independiente y soberano y no responde a mandatos de ningún imperio.