0

Problema detectado

Ninguna de las revistas de la Editorial Ciencias Médicas del Centro Nacional de Ciencias Médicas, registradas en la base de datos del ULRICH actualización 2013, aparecen con la categoría de revistas arbitradas. De las 39 revistas cubanas declaradas como tales ninguna es de ECIMED ni de salud a pesar de que estas últimas cuentan con certificación CITMA,   llevan muchos años en índices internacionales como Scielo y Scopus y se auto declaran como revistas arbitradas en  sus documentos públicos como las instrucciones a los autores.

¿Por qué las revistas de ECIMED aparecen declaradas como no arbitradas en el ULRICH?  ¿Por qué es importante que sea subsanado este error en una base de datos de referencia mundial sobre el tema?

Considerando la importancia de la base de datos ULRICH como principal fuente de referencia sobre las publicaciones seriadas a nivel mundial deben esperarse efectos negativos sobre la visibilidad, uso y reconocimiento de las revistas de ECIMED como revistas científicas.

Acciones propuestas

  1. Verificar el tema para comprender cuál es la razón.
  2. Emprender un grupo de acciones para remediar el problema tales como:
    1. Contactar al Registro Nacional de Publicaciones Seriadas (RNPS) para informarnos y solicitarles colaboración. (Ver  http://www.seriadas.cult.cu/index.php?accion=rnps)
    2. Verificar si la base de datos del ISSN tiene los datos correctos (no he podido revisarla porque no tengo acceso) y en caso que sea necesario enviarles la información corregida. Esto debiera resolverse vía RNPS
    3. Contactar además directamente a los editores del Ulrich para aclarar el tema ofreciendo evidencias de la situación de nuestras revistas (incluidas en Scielo, Scopus y WOK)
    4. Concertar la acción de los editores de las revistas para en caso que sea necesario contactar a las instituciones relacionadas.

Detalles de cómo topé con el problema

  • Consultando la última edición del ULRICH´s (directorio más completo de publicaciones seriadas) compruebo que las revistas de la editorial no están catalogadas como arbitradas. Tienen casi todos los datos pero este no.
  • Este dato es muy importante pues puede incidir  en todo el proceso de clasificación y posterior inclusión en bases de datos y políticas de indización de buscadores generales y especializados de las revistas.
  • Considerando la hipótesis mencionada  hice una búsqueda para comprobar el efecto que podría tener este hecho.
  • Hipótesis de trabajo 1: Dada la historia del concepto de intersectorialidad y su importancia en el contexto de  la salud pública cubana es altamente probable que al consultar buscadores como google scholar y otros similares se recuperen artículos publicados en revistas cubanas.
  • Hipótesis de trabajo 2: El hecho de que el ULRICH registre incorrectamente los datos sobre el carácter arbitrado de las revistas cubanas en ciencias de la salud publicadas por ECIMED  puede tener implicaciones negativas para la visibilidad de los artículos publicados en estas revistas y por consiguiente en la visibilidad de la producción cubana en ciencias de la salud en caso que estos buscadores incluyan el delimitador de arbitraje.

Método seguido:

Seleccioné un buscador que ofrezca la opción de seleccionar entre revistas arbitradas o no. En este caso el buscador de la Universidad de Illinois Chicago conocido como Summon que permite poner como delimitador esta variable. Este es un buscador que cosecha datos de fuentes en ciencias médicas y de la salud de manera muy intensiva y con gran calidad.

Conformé una expresión de búsqueda de alta probabilidad de recuperar artículos en revistas cubanas desde la perspectiva del dominio de la salud pública cubana . Seleccioné el término intersectorialidad que ha sido ampliamente tratado en la Revista Cubana de Salud Pública y otras revistas nacionales.

Expresión de búsqueda utilizada:

INTERSECTORIALIDAD EN SALUD

 Resultados

Al  buscar con Summon de la UIC se recuperaron 150 registros.  Los primeros fueron artículos de Rojas Ochoa y Pastor Castells publicados en la Revista Cubana de Salud Pública como se esperaría a partir de la hipótesis 1.  Ver los resultados en http://uichicago.summon.serialssolutions.com/search?s.q=intersectorialidad+salud

Posteriormente se seleccionó la opción de que sólo aparezcan revistas científicas arbitradas y  como resultado de poner el delimitador de que sean arbitradas eliminó las referencias de las revistas cubanas apareciendo  27 resultados. Ver los resultados en http://uichicago.summon.serialssolutions.com/search?s.cmd=addFacetValueFilters(IsPeerReviewed,true)&s.ps=50&s.q=intersectorialidad+salud

DISCUSIÓN

No puede afirmarse, que la razón de la exclusión de las revistas cubanas como revistas arbitradas por el buscador de la Universidad de Chicago se deba a la utilización de los datos suministrados por Ulrich aunque hay probabilidades de que así sea. Es una cuestión a comprobar.

En una sesión en línea (chat) con un(a) referencista de la página del servicio mencionado   se le consultó sobre la base de datos del ISSN y respondió que no tenían suscrita esa base de datos pero que recomendaba consultar el ULRICH´s que si estaba suscrita por esa Universidad.  Considerando que el servicio de búsqueda integrada se ha realizado por esa Universidad y que es muy probable que hayan consultado el ULRICH para poder saber que revistas son arbitradas y cuáles no la explicación de lo observado puede tener relación con este hecho.

No obstante, la información de las revistas editadas  por ECIMED en el ULRICH puede generar dinámicas como la analizada,  de ahí la importancia de resolver que los datos estén actualizados. Esto subraya la necesidad de una actividad proactiva de la Editorial y los Editores para monitorear temas como este con el objetivo de lograr la máxima visibilidad de las revistas de las que son responsables.

Lo anterior es un hallazgo que apunta en el sentido de que la declaración de las revistas como arbitradas en directorios internacionales incide sobre la  visibilidad y el potencial de recuperación  de sus artículos, especialmente en buscadores que consideren esta variable.  Existen por supuesto otras variables que también pueden trabajarse y que tienen importancia para mejorar esa visibilidad como el uso de DOI y la articulación con redes como CrossRef (ver http://www.crossref.org/index.html y http://www.crossref.org/titleList/) entre otros temas que propongo sean revisados también como parte de un esfuerzo de este tipo. Muchas de estos cosas están embebidas en los procesos de publicación  de las revistas en una plataforma como el Open Journal System. Ello forma parte claro está de  un proceso que integrado con una visión más general de mejora de los procesos editoriales es un buen camino para mejorar la situación general de las revistas.

¿Por qué las revistas de ECIMED aparecen declaradas como no arbitradas en el ULRICH? Esto puede deberse a un problema de registro en el  RNPS, lo cual es poco probable, o en el proceso de inscripción en la base de datos del  ISSN internacional u otra razón lo que es necesario verificar. Es posible que la base de datos del  Ulrich como tal no tenga esa información pero es muy probable que ellos reciban información directa del ISSN.  Vale la pena seguirle la pista para que se resuelva y no pase nuevamente.

Son temas a verificar pero creo que tenemos elementos para poder resolver el problema.

 

EVIDENCIAS:

 

 

0

Contenido original de las respuestas  enviadas a la Revista Temas para su inclusión en el simposio sobre los conceptos de sociedad de la información, sociedad informacional, sociedad red o sociedad del conocimiento. Este es el texto original completo, el cual por necesidades de edición y por las características del simposio fue editado y reducido por los editores. Incluye referencias a la literatura citada que no aparecen en el formato publicado en la  Revista . Las notas al pie fueron incluidas en el texto del documento. (Nota del Autor)

¿Sociedad de la información, sociedad informacional, sociedad red o Sociedad del conocimiento? ¿Son la misma cosa o conceptos diferentes? ¿Cuál es más funcional para definir el estadio actual de desarrollo de nuestras sociedades? ¿Por qué?

“Los conceptos son significados construidos  de manera dinámica  y negociados colectivamente que clasifican el mundo de acuerdo a determinados intereses y teorías. Los conceptos y su desarrollo no pueden ser comprendidos aislados de los intereses y las teorías que motivaron su construcción y en general debiera esperarse un juego de concepciones en competencia y conceptos en todos los dominios en todos los tiempos” .(Hjørland, 2009, pp. 1522–1523)

 

Vivimos en un mundo tan acelerado por los efectos de la globalización y sus manifestaciones materiales y tecnológicas, que necesitamos de una pausa reflexiva para poner orden a la cantidad de insumos que entran permanentemente en nuestras mentes. Cada vez más se vive una sensación de vértigo al asomarse  a los medios de comunicación y a los espacios de información, que crecen y se multiplican en Internet y en los que hay un bombardeo permanente de palabras, frases y conceptos desconectados de su génesis, su historia y contextos, y que se presentan a ritmo de reggaetón o en el mejor de los casos disfrazados elegantemente en tiempo de hip hop.

 

Pareciera que se anda a la caza de la palabra o la frase perfecta, no importa su origen, e incluso a veces no importa su significado. En esto también ha funcionado el “marketing”.  Las razones son múltiples, pero entre ellas tiene una importancia muy decisiva el creciente papel de los medios de comunicación y los efectos derivados de la inmediatez, que impone la velocidad de la trasmisión de información desde los más diversos contextos políticos, económicos, sociales y culturales a escala planetaria. Esa aceleración de la difusión de los mensajes está mediada por las relaciones de poder y por el predominio de discursos hegemónicos generados en contextos y realidades, que han consolidado su capacidad para  imponer sus puntos de vista de manera casi imperceptible y por una baja capacidad de resistencia o sentido crítico de una gran parte de los receptores de esos mensajes. Se trata de una especie de industria productora de  “regímenes de verdad” circunscritos a estos discursos que definen cuáles son los temas relevantes, a qué actores se debe escuchar y que proposiciones particulares son capaces de ser consideradas como verdades y cuáles no. Entendido discurso desde la perspectiva etnometodológica de tradicción  Foucaultdiana, como un conjunto de ideas y prácticas que condicionan las maneras de relacionarnos con, y actuar sobre fenómenos particulares y en los que tiene un papel fundamental las relaciones de poder (Stahl, 2008, p. 17).

 

La combinación de contenidos y forma es cada vez más imperceptible y la mezcla digital resultante tan ecléctica, que solo el cinismo o el pragmatismo más feroz parecieran ser la fórmula humana para  lidiar con tal agresión a sus capacidades analógicas de procesamiento. Así, los conceptos son diseminados y reutilizados a conveniencia y al ser ellos mismos herramientas para la fijación de sentido, terminan convirtiéndose en herramientas de manipulación y  desviación de las metas auténticas y priorizadas de las diversas realidades en que sigue transcurriendo la existencia cotidiana de la gran mayoría de la población del mundo.

 

Llamo la atención sobre estos fenómenos, porque inscribo la llegada, apropiación y uso de los conceptos de Sociedad de la información, sociedad informacional, sociedad red o

Sociedad del conocimiento en un contexto como el mencionado,  y porque considero que es muy importante desarrollar nuestra capacidad para lidiar críticamente con ellos y subrayar la importancia de  relacionar los conceptos con la visión del mundo, el sistema de valores, los fundamentos teóricos  y las metas y objetivos de quienes generan y diseminan dichos conceptos. ¿Es que acaso puede hablarse de sociedad del conocimiento desligada de la capacidad crítica de sus miembros? ¿Puede concebirse una sociedad en red, cuando las mayorías no participan de las decisiones esenciales? ¿O puede aceptarse una sociedad de la información en la que los medios de comunicación son manipulados y responden a los  intereses de unos grupos de poder? Es decir, no existen conceptos desconectados de una génesis, una historia y unos intereses, sean estos de un tipo u otro. Son productos sociales y culturales y como tales deben ser entendidos, cuestión que muchas veces es ignorada.

Es interesante que conceptos como el de “sociedad de la dignidad” o “sociedad de la solidaridad” o “sociedad de la justicia”, a pesar de su potencial ordenador, no hayan alcanzado la misma fuerza en estos tiempos convulsos.

 

Muchas veces he reflexionado sobre la fuerza ordenadora que pueden tener los conceptos cuando son pensados como herramientas de transformación de la realidad y cuando están enraizados en ella. Imaginemos que fuéramos consecuentes con el principio axiomático que ordena la Constitución cubana y que muchas veces olvidamos: “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.”

“DECLARAMOS nuestra voluntad de que la ley de leyes de la República esté presidida por este profundo anhelo, al fin logrado, de José Martí: “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”; PREAMBULO)”

Convertido en axioma de primer orden, todas las leyes, reglamentos, regulaciones y al final todo el accionar de la nación, tendría como referente último y orientador  la lucha por la construcción de una “sociedad de la dignidad”,  no como utopía a largo plazo, sino como una forma concreta de vivir el día a día.  Al propio tiempo, la mejor forma de evaluar los resultados de las intervenciones que a nivel se realizan, sería la medida en que contribuyen a elevar esa vida digna. Es decir, que una “sociedad de la dignidad” implicaría  luchar permanentemente por producir y asegurar, junto a la vivienda digna, la salud y la educación, un acceso abierto a la información, al conocimiento y a la cultura, y fomentar redes de personas e instituciones que, en libertad, luchen por la dignificación de los seres humanos y que alinean sus recursos y fuerzas para el mejoramiento en condiciones de equidad de la existencia digna de todos sus integrantes. “Con todos y para el bien de todos”, diría Martí.

 

Una visión de esta índole generaría la capacidad para apropiarse y redimensionar conceptos como los mencionados y muchos otros, sometiéndolos a sus prioridades y dándoles contenidos concretos, que se traduzcan en indicadores que puedan servir para medir la efectividad de nuestras acciones  y rendir cuenta por ellas. Supondría, también, un compromiso para lograr que  otras sociedades funcionen de esa forma para no quedarse en el marco restringido de lo cercano, de lo visible y conectar con el compromiso como especie humana. Claro está, que esta visión del papel ordenador de los conceptos no puede ignorar que como ya se ha mencionado, al ser productos  históricos estrechamente ligados a las prácticas humanas, su mayor o menor fuerza tiene mucho que ver con las relaciones de poder derivadas de las relaciones económicas, políticas y  culturales predominantes y el papel que  los sujetos sociales asumen en esos contextos.

 

No pretendo hacer un recorrido por la génesis y evolución histórica de cada uno de los conceptos mencionados pues, en consecuencia con lo hasta aquí he apuntado, esta  variará en dependencia de las fuentes de referencia que se seleccionen, los dominios del conocimiento y las referencias empíricas que se consideren. Los conceptos mencionados han sido utilizados ampliamente en las últimas décadas por la academia, las empresas, los organismos internacionales, gobiernos de las más diversas tendencias y organizaciones de todas partes del mundo, que los han tomado como inspiración y han desarrollado estrategias y proyectos para avanzar en alguna de las variantes (sociedad  de la información, sociedad informacional, sociedad del conocimiento, sociedad  red),  desde diferentes posiciones e intereses.

 

Como rasgo distintivo de este fenómeno es importante destacar que la ofensiva del discurso de la sociedad de la información y sus diversas variantes, ha generado un importante debate político a nivel internacional y nacional,  en la forma de congresos, reuniones, cumbres y producción de informes y documentos que han presionado a los gobiernos a asumir posiciones proactivas sobre el tema y a traducirlas en políticas. “La generalmente mantenida percepción de que estamos entrando en una revolución de la información de tal profundidad y alcance como la revolución industrial, alimentada por comentadores en los medios de comunicación, la industria y la academia hace políticamente insostenible para los gobiernos aparecer sin hacer nada” (Goodwin & Spittle, 2002: 226).

 

Una búsqueda de artículos académicos en  Google Scholar  con tres de estos conceptos en inglés  “INFORMATION SOCIETY” OR “KNOWLEDGE SOCIETY” OR “NETWORK SOCIETY” arrojaba más de 17 700 registros bibliográficos el 9 de abril de 2013 (“‘information society’ OR ‘KNOWLEDGE SOCIETY’ OR ‘NETWORK SOCIETY’ – Google Scholar”, 2013) y más de 6 000 referencias contenidas en documentos legales. Los mismos términos buscados en Google general y limitada al dominio que agrupa a los sitios de las Naciones Unidas, arrojó 12 100 resultados (“‘INFORMATION SOCIETY’ OR ‘KNOWLEDGE SOCIETY’ OR ‘NETWORK SOCIETY’ inurl:un.org – Buscar con Google”, 2013), en el dominio de la UNESCO  31 100 resultados y en los sitios agrupados bajo el dominio del PNUD, 3 400 resultados. La misma formulación de búsqueda realizada en el conjunto de libros en formato digital disponibles en Google, arrojó 1 140 000 resultados  asociados (“‘INFORMATION SOCIETY’ OR ‘KNOWLEDGE SOCIETY’ OR ‘NETWORK SOCIETY’ – Buscar con Google”, 2013).

 

Hoy se dispone de suficientes metodologías y herramientas , que van  desde las bases de datos más convencionales hasta la  denominada “culturonomía” o “culturonomics” (Aiden, Pickett, & Michel, 2011), que permitirían  generar numerosos proyectos de investigación para producir  “datos” e informaciones que avalen la afirmación de que los mencionados conceptos tienen diversos y variopintos orígenes, distintas formas de entenderse, así como significativas capacidades para multiplicarse.  Es posible que existan incluso estudios de citación que ayuden a establecer una ruta de origen y uso de cada uno de los conceptos, lo que vendría a adicionar más evidencias empíricas a la hipótesis de la construcción social e histórica de los conceptos y su vinculación con dominios de conocimiento. La evidencia científica en el campo de la Ciencia de la Información y en los estudios de la Ciencia, apuntan en el sentido de que los conceptos están estrechamente relacionados con los dominios de conocimiento y  en la medida que los se alejan de campos disciplinarios específicos,  se hace mucho más difícil su comprensión y aumenta su vaguedad (Hjørland, 2009).

 

A partir de una postura epistemológica que reconoce el carácter histórico y culturalmente mediado de los conceptos y su relación con la praxis,  si se pretende construir conceptos transdisciplinarios  o interdisciplinarios, el camino aparentemente más viable es identificar el problema de la realidad que se pretende  resolver. Según la pregunta formulada, se trataría de responder a “¿cuál (de los conceptos) es más funcional para definir el estadio actual de desarrollo de nuestras sociedades?” y “cuáles serían los principios que guían esa evaluación”.

 

Los conceptos que son objeto de análisis han sido utilizados como parte de diferentes discursos en forma de visiones, proyectos  o utopías, y también se han utilizado para intentar describir la realidad existente en función de determinados propósitos. Es decir, que no solo representan una perspectiva hacia adelante, sino que también su génesis ha estado vinculada a intentos  de caracterización de la sociedad capitalista desarrollada en cuanto al peso creciente de las actividades “terciarias” y en particular, las relacionadas con la información, el conocimiento y las redes en dichas economías. Desde esta perspectiva se han identificado indicadores representativos de estas actividades y se han hecho mediciones para comparar la situación de los países entre sí, identificando lo que serían sociedades de la información, el conocimiento o sociedades red a aquellas donde han pasado a tener un peso fundamental los mismos (Bell, 1973; Castells, 1996; Masuda, 1980; N Garnham, 2004; Touraine, 1974).

 

Toda esta parábola la he hecho intencionalmente. Quería reflexionar sobre los dilemas en que podemos caer cuando intentamos definir conceptos, sin un marco de referencia para comprender sus significados y darles sentido.  El significado podemos buscarlo en la génesis,  y la historia de los mismos, en las determinaciones de su configuración  y el sentido estará necesariamente determinado por los objetivos que persigamos, al incorporarlos a la discusión en el contexto cubano y latinoamericano.  La dialéctica de significado y sentido funcionan en este contexto como herramientas ordenadoras (Testa, 1997: 68–69).

 

Hablar de los conceptos de sociedad de la información, sociedad del conocimiento y sociedad red tiene sentido, si esta discusión la ubicamos en relación con los desafíos que tiene la sociedad cubana para resolver sus principales problemas,  de lo contrario puede terminar siendo ejercicio escolástico. La discusión es bienvenida si se trata, por ejemplo, de posicionar los temas de acceso a la información y el papel fundamental del conocimiento en una sociedad que pretende movilizar las capacidades y potencialidades de sus ciudadanos para mejorar sus condiciones de existencia material y espiritual. Tiene sentido, si se trata de llamar la atención sobre el limitado  acceso de los cubanos al universo de recursos de información que hoy están disponibles en Internet  e incluso a los recursos nacionales y las infinitas potencialidades que tiene nuestro pueblo de resolver problemas con un uso crítico e innovador de los mismos; si nos referimos a las insuficiencias de la política informativa, la subutilización del conocimiento acumulado por tantos años de revolución educacional, las dificultades para generar una infraestructura sostenible, entre otros temas de actualidad extremamente relevantes para el perfeccionamiento de la sociedad cubana.  Todo esto en medio de transformaciones esenciales de la sociedad capitalista tendientes a perpetuar y reproducir el sistema de relaciones de poder mundial construidas y a dinamizar su capacidad para perpetuarse y legitimarse con un uso intencionado, consciente e instrumental de las potencialidades que brindan las tecnologías de la información y las comunicaciones y el creciente papel de la información y en conocimiento en esta lucha (González Casanova, n.d.).

 

Dado que otros autores con mucho más experiencia y bagaje teórico ofrecerán sus aproximaciones a estos conceptos y seguramente se posicionarán en este sentido, explícita o implícitamente, aprovecho mi participación para llamar la atención sobre el denominado fenómeno de “falsa conciencia”, en la que se pueden llegar a usar conceptos en conflicto con los intereses reales de los grupos sociales que los enarbolan. Es decir, es posible que se puedan usar conceptos sin conocer precisamente sus definiciones, y sobre todo sin comprender claramente cuáles son sus implicaciones y consecuencias.  De ahí la necesidad de la vigilancia epistemológica, cuando estos conceptos pueden ser la punta de un iceberg que refleja tendencias e intereses de gran escala y sobre los cuales es fundamental poder tener una mirada crítica. Los conceptos de sociedad de la información, o sociedad del conocimiento o sociedad en red, tienen historias muy particulares en dependencia de los referentes históricos que se tomen como casos de estudio. En algunos casos han sido utilizados como fundamento de programas de liberalización de los mercados de comunicaciones, en otros han sido la punta de lanza de la ofensiva de las empresas del sector informático y de comunicaciones para extender sus ventas de equipamiento y sistemas. En el año 2010, los gastos de empresas norteamericanas en equipamiento de sistemas de información, software y telecomunicaciones fueron de  $562 mil millones de dólares y en unos $800 mil millones adicionales en servicios de consultorías, muchos de los cuales buscaban el rediseño de las operaciones de estas firmas para aprovecharse de estas tecnologías (Laudon & Laudon, 2012: 5). En  otros contextos este discurso ha sido utilizado para justificar intervenciones desde la perspectiva de los intereses de las grandes potencias (Garnham, 2004; Goodwin & Spittle, 2002; Nivala, 2009)

 

Las diferencias entre los significados que se le han dado a estos conceptos en realidades diferentes a la cubana, sirven básicamente como referentes y alertan sobre la vigilancia epistemológica ya citada.  Para ilustrar con un ejemplo desde otra perspectiva, la variabilidad y relatividad de las definiciones en diferentes entornos, vale el caso de Finlandia, donde el concepto de sociedad de la información ha sido sustituido explícitamente por el de sociedad del conocimiento en los documentos de sus estrategias de gobierno en idioma finlandés. Sin embargo,  el término “sociedad de la información” continúa usándose en las traducciones al inglés de los mismos documentos. Aunque se ha producido una sustitución intencionada del concepto de sociedad de la información por el de sociedad del conocimiento, su traducción a otra lengua no se ha considerado como relevante (Nivala, 2009).

 

En otros casos, los conceptos  en análisis han formado parte de una poderosa  retórica que se ha hecho hegemónica en todo el mundo, que  vincula el tema con la competitividad económica y con el llamado a la acción inmediata como camino para la reinserción ventajosa en la nueva división internacional del trabajo (Nivala, 2009). Es decir, que los países que quieran reinsertarse favorablemente en la economía mundial deberán aprovechar las oportunidades que ofrece la sociedad de la información, o del conocimiento o las redes. “La noción de que la penetración del  ancho de banda amplio dice por sí mismo algo útil o con significado acerca de las dinámica económica y social más general es un fetichismo bizarro” (Garnham, 2004).

 

Para poner a prueba las promesas de la sociedad de la información y la eficacia de las políticas asociadas hay que desconstruir el discurso de la sociedad de la información -y otros similares, ya sean sociedad del conocimiento o sociedad red- (Goodwin & Spittle, 2002). Hay un rango amplio de teorías que lo sustentan, cada una con su propia historia de conexión con el concepto. Cada teoría es una respuesta a problemas socioeconómicos específicos con diferentes objetivos de política” dice (Garnham, 2004, p. 95). “Una de las grandes ventajas ideológicas del discurso de la sociedad de la información es que en su vaguedad de concepto y nomenclatura, permite que muchos salten a su vagón y encuentren un cómodo hogar para sus promiscuos  intereses. Presencien la forma en que la educación, y en especial la educación superior, la ha adoptado acríticamente, mientras lucha por buscar financiamiento”(Garnham, 2004, p. 95).

 

Creo por tanto que la utilidad de los  conceptos de sociedad de la información, sociedad informacional, sociedad red o sociedad del conocimiento para definir el estadio de desarrollo de nuestras sociedades, dependerá de lo que pretendamos hacer y la forma en que seamos capaces de insertarlos y relacionarlos creativamente con conceptos más integrales, como el de desarrollo humano, sostenibilidad, equidad,  justicia social, solidaridad,  democracia y dignidad.(Rojas Ochoa & López Pardo, 2002) Si nos atenemos al principio de que nuestros conceptos se estabilizan  por las prácticas estandarizadas a las que sirven dentro de una comunidad (Hjørland, 2009, p. 1522), el significado que adquieran estos conceptos en nuestra realidad estará condicionado por la forma concreta en que seamos capaces de traducirlos en las políticas y programas concretos de trasformación que generemos para mejorar la capacidad de las personas, para lograr sus objetivos de bienestar material y espiritual en sociedad.  Es decir, que la apropiación de estos conceptos o su traducción efectiva exigen una alta cuota de iniciativa política, filosófica y epistemológica de los sujetos sociales para ponerlos al servicio de sus intereses.

2. Probablemente hoy se generen volúmenes de información más cuantiosos y asequibles que nunca antes en la historia de la humanidad. Para algunos, sin embargo, esa oportunidad no siempre representa un salto cualitativo en veracidad, confiabilidad y calidad informativa. ¿Qué explica esa contradicción?

Creo que contamos con suficiente evidencia empírica para afirmar que hoy se generan volúmenes cuantiosos de datos  e informaciones,  pero no afirmaría al unísono que esas informaciones hoy son más asequibles. Esto último depende del marco de referencia que adoptemos. Asequibles significa en español “que puede conseguirse o alcanzarse”. Creo que una gran parte de la información valiosa que se genera en forma de patentes, por ejemplo, no está tan fácilmente asequible hoy día, aunque se haya incrementado su cuantía y posibilidad de acceso, que también es relativo al depender de las condiciones de infraestructura y recursos para usarla.  Esta es una línea de análisis que también debía ser sometida a análisis y exigiría una mirada crítica que evite la nebulosa de que más información es sinónimo de progreso o avance. De hecho el propio concepto de información está sometido al análisis, pues si lo entendemos como datos contextualizados y entendidos desde determinada visión del mundo y desde determinado sistema de conceptos y objetivos, hablar de información en abstracto puede ocultar su verdadera esencia. Por muchos datos e información a la que se tenga acceso, si estos no son relevantes a un contexto y a unas necesidades  determinadas y si las personas no cuentan con las capacidades para entenderlos y  convertirlos en insumos para su accionar, estará rota la cadena de datos-información-conocimiento, de la cual tanto se habla. 

 

En línea con lo anterior, y reconocimiento el carácter cultural, social e históricamente mediado de lo que se entiende por información, por supuesto que no hay una relación lineal entre mayor existencia de “información”  y un supuesto salto cualitativo en veracidad, confiabilidad y calidad informativa. Un incremento cuantitativo de la información producida puede reducir su calidad y afectar su “veracidad”, que es también un concepto controversial, en dependencia de la posición que adopte. O el de confiabilidad, que depende de en qué y en quien se confía y el de calidad informativa, que es un concepto relativo del dominio de análisis.  Estos conceptos desligados de los marcos de referencia mencionados, pueden terminar siendo desorientadores.

 

Para no generar equívocos, los volúmenes de información producida y diseminada son exponenciales, y las posibilidades de acceso, con el apoyo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, son revolucionarias. Las potencialidades de acceso amplio y masivo a esa información son casi infinitas, pero ello no significa se traduzca en más calidad de esa información. Más que nunca es posible destruir la vida de una persona con un manejo inadecuado de los datos y la información disponibles en las redes. La superabundancia de información facilita la labor de suplantadores de identidades o manipuladores de todo tipo. El uso no responsable de los datos y la información y el carácter global de las redes, le dan al tema connotaciones éticas muy complejas. Más bien pareciera que esta explosión de la información y del acceso, ha convertido este espacio en un campo de batalla altamente contaminado

 

Si no desarrollamos un pensamiento libre de ataduras y preconceptos y no entrenamos la capacidad crítica para relacionarnos con la información, podemos terminar como víctimas de la denominada “sociedad de la información”. Si no construimos entornos responsables y mecanismos de voz y rendición de cuentas, estaremos a merced de la manipulación de la información. La cultura de la ciencia y la construcción de sistemas de comunicación que lo respalden, son modelos de referencia para la construcción progresiva de espacios de información veraz y de calidad. La construcción de estos espacios de información abiertos a la crítica y la discusión y con delimitación de responsabilidades, debe ocupar un lugar cada vez más prominente en la construcción de sociedades de la dignidad. Hay numerosas iniciativas y ejemplos de construcción social de espacios de colaboración y que incluyen mecanismos de voz, rendición de cuentas y trazabilidad, que funcionan como referentes de las potencialidades en positivo de los avances de las redes y de Internet.

 

Una sociedad de la dignidad tendría que resolver los desafíos que le impone la realidad de un mundo cada vez más mediado por tecnologías y  generador de cantidades exponenciales de datos e información y de altos niveles de interconexión. De ahí que la dimensión del conocimiento -como fenómeno social que expresa capacidad para actuar y resolver problemas en contexto sobre la base de valores, saberes, objetivos y visión del mundo- sea decisiva, y que al mismo tiempo, esa dimensión solo sea  posible de alcanzar mediante la construcción de la mencionada sociedad de la dignidad.  Ambos procesos tendrán que darse al mismo tiempo y como construcción social colectiva.  Ella no será el resultado automático del curso de la Historia. Para saldar estas contradicciones, es imprescindible la recuperación de fuerzas éticas capaces de dirigir la utilización de los descubrimientos científicos y técnicos y subordinarlos  a los fines de una verdadera comunidad  humana y de ponerle freno a los excesos del individualismo economicista.  Se necesitan normas  éticas válidas capaces de imponerse al individualismo tecnocrático racionalista y empirista.

 

3.       ¿Qué elementos distinguirían la excepcionalidad informacional de esta época? ¿Qué cambios económicos, políticos, culturales implican esos rasgos respecto a los periodos históricos que les antecedieron?

 

Si fuera a identificar algún elemento que marcara la excepcionalidad “informacional” de la época que vivimos, desearía destacar la tendencia a la omnipresencia de las denominadas tecnologías de la información y la comunicación  en la sociedad y la progresiva irreversibilidad de este proceso.  Se entiende  aquí irreversibilidad en el sentido socio económico.  La difusión de la tecnología puede ser en teoría reversible, pero irreversible en la práctica. Es decir, que una vez que la tecnología se ha propagado, los costos para para ajustar el curso de las tendencias relacionadas con este despliegue tienden a ser muy altos y por consiguiente no se emprenden acciones en esa dirección en la práctica (Som, Hilty, & Köhler, 2009, p. 500).

 

En un informe publicado por la RAND sobre aplicaciones que pudieran estar disponibles para el año 2020 como resultado de la creciente integración y desarrollo tecnológico incluido el de las TICs  se identificaron aplicaciones como las siguientes: (Silberglitt, Anton, Howell, Wong, & Gassman, 2002).

  1. Sensores y equipos computacionales embebidos en bienes comerciales
  2. Cámaras omnipresentes no detectables y redes de sensores sofisticadas
  3. Grandes bases de datos con buscadores con información personal detalladas y datos médicos
  4. Seguimientos por identificación por radiofrecuencia (RFD)de productos comerciales y de individuos
  5. Difusión  de tecnologías de información y las comunicaciones incorporadas incluida la conectividad inalámbrica
  6. Sistemas de criptografía basadas en Quantum para la trasmisión segura de la información

Como puede comprenderse, estas aplicaciones tienen importantes connotaciones económicas, políticas, sociales, culturales y por lo tanto éticas. Dejo a los lectores el ejercicio de imaginarse las oportunidades pero al mismo tiempo los desafíos de la generalización de las mismas. Su despliegue potencial supone un conjunto significativo de impactos sobre la vida y la sociedad que abarcan problemas en todos los niveles y suponen retos magníficos para la forma en que se organizan las sociedades. Lo interesante es que un grupo de estudios de evaluación de tecnologías realizados en los últimos han señalado que algunas de las intenciones de aplicación de estas tecnologías tienen el potencial de inducir desarrollos socio económico irreversibles. (Som et al., 2009, p. 496)

 

Esta omnipresencia de las TICS en la sociedad se refleja particularmente en la tendencia a una creciente interconexión del mundo físico y el mundo virtual en tiempo real cuya manifestación más evidente puede ser hoy día la red de redes Internet. Cada día más, volúmenes crecientes de datos se sincronizan con procesos físicos mediante sensores y sistemas de captura de datos  del más variado tipo (imágenes satelitales, datos recopilados del ambiente , imágenes de fotografías subidas a Internet y vinculadas con personas reales por la intermediación y la colaboración, muchas veces no consciente, de los miembros de las denominadas redes sociales, , y muchos más) que a la vez impactan sobre la vida mediante autómatas o personas que basan sus acciones en la disponibilidad de esos datos.

 

Un tejido en permanente desarrollo y reconfiguración de datos, sistemas de información y redes permea todos los niveles de la vida.  De esta forma, la computación omnipresente o “pervasive computing” como es conocida en inglés, supone cambios fundamentales en relación con la organización de la producción, la distribución, el cambio y el consumo. Supone también cambios en las relaciones entre las autoridades, las personas y las instituciones.  Se ha va generando en la práctica un nuevo tipo de infraestructura de alcance crítico y transfronterizo que inevitablemente condiciona la forma de organización social e interactúa con ella de una manera  que es imposible de ignorar.

 

Al tratarse de sistemas complejos que no pueden reducirse a la sumatoria mecánica de sus componentes, este despliegue de tecnologías y su inserción y reconfiguración dialéctica al tejido social tiene propiedades emergentes que no necesariamente se han previsto o no han sido intencionales y por lo tanto no pueden controlarse fácilmente. En este contexto es que pueden insertarse muchas de las dinámicas generadas con el uso de Internet por los movimientos sociales pero también por grupos terroristas y los Estados con muy diversas intenciones e intereses. Esta realidad le plantea el reto a las sociedades contemporáneas del manejo de sistemas distribuidos complejos y dinámicos con propiedades emergentes que influyen y se  retroalimentan con la dinámica social, económica, política y cultural y que exigen cuotas crecientes de responsabilidad e intencionalidad para poder lidiar con ellas.  La misma realidad puede verse desde las visiones del mundo que reflejan los intereses de los diversos grupos, clases sociales y naciones del mundo. Retomando a Lucian Golmand en su obra “Le Dieu Cahé” o “ El Dios Escondido, nombre del texto en su edición en español, una nueva visión del mundo es necesaria para lidiar con esta nueva realidad que no se puede quedar en el reduccionismo moderno, ni el escapismo romántico o la paralización  trágica.   Más que nunca se necesita un pensamiento dialéctico y un accionar colectivo de los sujetos sociales para poder  lidiar con las oportunidades  y desafíos magníficos antes los que nos encontramos. Más que nunca, se necesita de una perspectiva práctica y propositiva, basada en un sistema de valores de un proyecto de sociedad de la dignidad que necesariamente tendrá que fundamentarse en la información, el conocimiento y las redes y lidiar con la complejidad de la nueva realidad del mundo real-virtual.

 

BIBLIOGRAFIA

 

Aiden, E. L., Pickett, J. P., & Michel, J.-B. (2011). Culturomics: Periodicals Gauge Culture’s Pulse Response. Science, 332(6025), 36–37.

Bell, D. (1973). The Coming of Post-Industrial Society. Harmondsworth: Penguin.

Castells, M. (1996). The Rise of the Network Society, Volume I of The Information Age: Economy, Society and Culture. Massachusetts: Blackwell Publishing. Retrieved from http://www.lavoisier.fr/livre/notice.asp?depuis=e.lavoisier.fr&id=9781405196864

Garnham, N. (2004). Is the Information Society a New Mode of Production? Javnost-The Public, 11(3). Retrieved from http://javnost-thepublic.org/article/2004/3/7/

Goldmann, L. (1968). El hombre y lo absoluto (Primera edición en español 1968. La edición original francesa fue publicada por Editions Gallimard, de París, con el título Le dieu caché, Èditions Gallimard, 1955.). Barcelona: Edicions 62 sa.

González Casanova, P. (n.d.). El capitalismo organizado entre el orden y el caos.

Goodwin, I., & Spittle, S. (2002). The European Union and the Information Society: Discourse, Power and Policy. New Media & Society, 4(2), 225–249. Retrieved from http://search.proquest.com/socabs/docview/60469866/13D313CB46241D6774D/1?accountid=14552

Hjørland, B. (2009). Concept theory. Journal of the American Society for Information Science and Technology, 60(8), 1519–1536. doi:10.1002/asi.21082

“INFORMATION SOCIETY” OR “KNOWLEDGE SOCIETY” OR “NETWORK SOCIETY” – Buscar con Google. (2013, April 9). Retrieved April 9, 2013, from http://www.google.com.cu/search?site=webhp&q=%22INFORMATION+SOCIETY%22+OR+%22KNOWLEDGE+SOCIETY%22+OR+%22NETWORK+SOCIETY%22+inurl:un.org&spell=1&sa=X&ei=jSxkUd-LE-nD4AOg_YHQCQ&ved=0CDAQBSgA#sclient=psy-ab&site=webhp&tbm=bks&q=%22INFORMATION+SOCIETY%22+OR+%22KNOWLEDGE+SOCIETY%22+OR+%22NETWORK+SOCIETY%22&oq=%22INFORMATION+SOCIETY%22+OR+%22KNOWLEDGE+SOCIETY%22+OR+%22NETWORK+SOCIETY%22&gs_l=serp.3…10668.13009.6.13722.15.10.0.0.0.4.1017.3805.6-3j1.4.0…0.0…1c.1.8.serp.qPYDhliygtc&bav=on.2,or.&bvm=bv.44990110,d.dmg&fp=c91740f76d322866&biw=1280&bih=699

“information society” OR “KNOWLEDGE SOCIETY” OR “NETWORK SOCIETY” – Google Scholar. (2013, April 9). Retrieved April 9, 2013, from http://scholar.google.com.cu/scholar?q=%22information+society%22+OR+%22KNOWLEDGE+SOCIETY%22+OR+%22NETWORK+SOCIETY%22&btnG=&hl=en&as_sdt=1%2C5

“INFORMATION SOCIETY” OR “KNOWLEDGE SOCIETY” OR “NETWORK SOCIETY” inurl:un.org – Buscar con Google. (2013, April 9). Retrieved April 9, 2013, from http://www.google.com.cu/search?site=webhp&q=%22INFORMATION+SOCIETY%22+OR+%22KNOWLEDGE+SOCIETY%22+OR+%22NETWORK+SOCIETY%22+inurl:un.org&spell=1&sa=X&ei=jSxkUd-LE-nD4AOg_YHQCQ&ved=0CDAQBSgA

Laudon, K. C., & Laudon, J. P. (2012). Management Information Systems: Managing the digital firm (12th ed.). New Jersey: Prentice Hall.

Masuda, Y. (1980). The Information Society: As Post-industrial Society. World Future Society.

N Garnham. (2004). Class analysis and the information society as mode of production. Javnost-the Public, 11(3), 93–103.

Nivala, M. (2009). Simple answers for complex problems: education and ICT in Finnish information society strategies. Media, Culture & Society, 31(3), 433–448. doi:http://dx.doi.org/10.1177/0163443709102715

Rojas Ochoa, F., & López Pardo, C. (2002). Desarrollo humano   y salud en America Latina y el Caribe. Presented at the Primera Conferencia Puertorriqueña de Salud Pública, San Juan, Puerto Rico002.

Silberglitt, R., Anton, P. S., Howell, D. R., Wong, A., & Gassman, N. (2002). The Global Technology Revolution 2020, In-Depth Analyses: Bio/Nano/Materials/Information Trends, Drivers, Barriers, and Social Implications. Rand Corporation.

Som, C., Hilty, L. M., & Köhler, A. R. (2009). The Precautionary Principle as a Framework for a Sustainable Information Society. Journal of Business Ethics, 85, 493–505. doi:http://dx.doi.org/10.1007/s10551-009-0214-x

Stahl, B. C. (2008). Information Systems: Critical perspectives. London ; New York: Routledge.

Testa, M. (1997). Saber en salud : la construcción del conocimiento. Buenos Aires: Lugar Editorial.

Touraine, A. (1974). The Post-Industrial Society. London: Wildwood House. London: Wildwood House.

 

1

El diccionario de la Lengua española en su 22va edición define esencial (Del lat. essentiālis) como un adjetivo que en dependencia del contexto puede entenderse como 1. adj. Perteneciente o relativo a la esencia. o 2. adj. Sustancial, principal, notable. Al referirse a la palabra esencia precisa que ser esencia de algo tiene que ver con ser preciso, indispensable (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=esencial).

En el contexto de Infomed, “Los esenciales” son aquellos recursos de información accesibles vía Web (fuentes, servicios, sistemas de información o combinaciones de ellos ) que se consideran como principales para los objetivos del sistema de salud y la misión de Infomed y a los que los usuarios tienen un acceso privilegiado. Son aquellos recursos que los usuarios deben encontrar de manera prioritaria, fácilmente y que no debían dejar de conocer y acceder. Son recursos de los que se precisa, que son indispensables. Como lo esencial depende del contexto y la intencionalidad esta figura permite destacar enlaces a los que se les quiere dar una relevancia particular.

Considerando que  la función del Portal de Infomed es ofrecer una puerta de acceso a información relevante en relación con la misión y las metas del sistema de salud, y esta sección en específico destaca los recursos “esenciales”, ello supone cierta estabilidad, pues lo esencial no varía fácilmente. También supone una toma de posición por lo que debería poder constatarse  una relación entre los servicios que prestan estos sitios y las funciones esenciales del sistema de salud así como sus prioridades estratégicas.

Lo anterior es consecuente con otro aspecto y es que existe una relación entre la decisión de incluir un sitio en la lista de esenciales y los aspectos técnicos que aseguran un tratamiento preferencial en cuanto a la asignación de ancho de banda para el sitio en cuestión. Considerando la escasez de este recurso en el contexto cubano, cuando un sitio es reconocido como esencial, hay una acción técnica de respaldo que debe garantizar que la navegación en el mismo sea más eficiente que el resto de los sitios. Esta es otra consecuencia concreta de declarar a un sitio como esencial en el contexto de la red Infomed.

Dado que la cuantía puede extenderse, hay que jerarquizar y ello supone ordenar en relación con los objetivos. Jerarquía en este contexto se refiere a orden, gradación pero siempre en relación con lo que se quiere lograr o el criterio que se priorice. Por lo tanto se pueden jerarquizar los enlaces a los recursos más relevantes considerando todo lo expuesto y tratar de mantener un límite en cuantía para que no deje de ser efectivamente una lista de esenciales, de recursos que se deben tener a mano y en los cuales se pueda navegar con cierto nivel de calidad. No debe olvidarse que la lista visualiza en alguna medida qué se prioriza y cuáles son los balances.

En el caso específico de la actual propuesta llama la atención los dos enlaces a la OPS institucional en la página principal (uno al sitio de la organización regional y otro a su oficina en La Habana) considerando que se trata de una misma organización y que ambos sitios están claramente interrelacionados. Sin embargo no aparece en la primera página el acceso al Anuario Estadístico de Salud ni a otras fuentes estadísticas nacionales. El enlace a EBSCO como conjunto, para citar otro ejemplo, si bien destaca al conjunto de las bases de datos que ofrece ese proveedor, saca de la vista un recurso tan importante como Dynamed que aun sigue siendo insuficientemente conocido y es muy útil.

Dado que la sección de esenciales se refiere a recursos de información, debe defenderse el criterio (respetado)  de que se enlace directamente al sitio Web del recurso  y no a agrupaciones de tipos de recursos que puede resolverse por otra vía. Es decir que los enlaces no lleven a páginas de segundo nivel porque en ese sentido estaría distanciando a los usuarios de lo priorizado y sustituyendo las funciones de la Biblioteca Virtual y otros sitios o páginas de referencia.

En relación con los nombres que se utilicen para identificar a los sitios, aunque pueden ser muy conocidos para algunos, pueden ser totalmente desconocidos para otros. Por ejemplo Secimed. Este es un recurso muy importante y últil para la red pero dudo que muchos usuarios puedan identificar de que se trata. El reto está en la síntesis de los nombres pero como se está utilizando una página de segundo nivel es más factible usar una frase más precisa. Pudiera ser , solo se trata d eun ejemplo, (Secimed-Catálogo de revistas) o si se quiere usar el nombre original Seriadas en ciencas médicas o Seriadas en Ciencias de la Salud que es más adecuado a su contenido. Los especialistas en el tema seguramente pueden encontrar mejores soluciones.

En cuanto a la gobernanza, se necesita apoyarse en el comité editor para tener cierto grado de colegiatura para decidir cuales deben ser los esenciales. Se cuenta también con la red de editores de portales de especialidades y las áreas técnicas del centro. Los estudios métricos y el monitoreo que se realiza de la navegación. También se pueden establecer otros criterios o mecanismos de retroalimentación para mantener la lista de esenciales como encuestas, sugerencias de usuarios y otros.Sin perder la discrecionalidad del editor del Portal, de la dirección del centro y otra instancia que se considere para destacar sitios relevantes se necesitan mecanismos para que el Portal, y en específico esta sección cumpla el propósito para el que se creó y cuente con retroalimentación de actores clave de la red.

Lo que es válido para esta sección puede ayudar también al resto de las secciones y al Portal en general. La continuidad del programa de investigaciones y la consolidación de un sistema de monitoreo y evaluación de las actividades del centro y la red tienen mucho que aportar a este tipo de desafíos.

0

Gracias por el esfuerzo que están haciendo para comenzar a trabajar con el Calendario integrado de actividades del Centro. Hemos tenido una buena respuesta de todas las áreas registrándose y comenzando a planificar sus actividades y tareas.

Llamo la atención sobre la necesidad de cumplir algunos principios organizativos a la hora de adicionar eventos y tareas para hacer más efectivo el uso de esta herramienta:

  1. Distinguir entre las actividades individuales y las colectivas de manera que no se repitan. Por ejemplo, los Jueves de Infomed es una actividad planificada centralmente para todo el centro por lo que no hay que repetir esa entrada en cada calendario individual. Basta con adicionarla al calendario individual mediante la opción de Agregar a mi calendario.
  2. Las actividades colectivas que se programen deben incorporarse por las personas responsables a cada nivel para que los demás puedan adicionarlas pero no deben repetirse.  Por ejemplo, las activides organizadas por un departamento o vicedirección que involucran a los miembros de esos niveles no tienen que repetirse en el calendario de cada quien. Deben aparecer en el calendario de el área en cuestión. Después cada quien puede adicionarla a su calendario individual.
  3. Todos los eventos y tareas deben tener una categoría global. Se pueden adicionar categorías propias a cada nivel pero no deben dejar de seleccionarse las categorías globales pues ayudan a organizar y recuperar mejor la información. De tal manera que si por ejemplo queremos ver las actividades docentes colectivas al seleccionar esa categoría sólo saldrán las actividades que se categorizaron como tales.
  4. Hay que tratar de respetar los horarios de las actividades programadas de manera regular y que son generales como los Jueves de Infomed. Revisar que no se programen actividades que se solapen en ese horario para quienes deben participar en esa reunión.
  5. Organizar intercambios en los departamentos y las áreas y apoyarse de manera que se desarrollen habilidades en el uso de la herramienta que ayuden a usarla más efectivamente. Preguntar cuando se tenga dudas y no planificar de manera paralela. Lo que no está reflejado en el calendario queda fuera de la planificación por lo que hay que cuidar que nada importante quede excluído.
  6. La herramienta en un medio y no sustituye la relación sistemática entre todos los miembros de la organización en cada uno de sus espacios de trabajo y está dirigida a facilitar el trabajo colectivo y la organización para cumplir nuestras metas.

Tendremos que ir refinando estos principios e irlos perfeccionando mediante la práctica colectiva. Debemos además documentar en InfoWiki estos procesos así como los conceptos con que trabajemos.

0

He recibido la confirmación de Abel Packer, director de BIREME, que el CRIS10 / BVS6 se realizará en en Santigo de Chile, entre los dias 21 y 24 de noviembre de 2010, bajo el tema de Información y conocimiento para la Protección Social.

El evento conjunto se iniciará el 21 de noviembre/ domingo con la plenaria de la 6a Reunión de Coordinación Regional de la BVS y redes asociadas. El CRICS10 será inaugurado el mismo día 21 en la noche. Las reuniones de la redes y grupos de trabajo tendrán lugar en las mañanas de los dias 22 a 24 y el congreso en las tarde. De esta forma el evento se reduce a 4 días.

2

Aprovecho que ha surgido el tema de la clasificación de las especialidades dentro de la lista de administradores de los sitios de especialidades de Infomed para llamar la atención sobre los aspectos siguientes:

1. En Infomed conviven los portales de especialidades con portales de revistas, portales temáticos e incluso portales institucionales entre muchos otros,

2. Si consideramos que un Portal, en el contexto de Infomed, es un punto de entrada a la red desde una perspectiva intencionada, ya sea una especialidad, ya sea un tema, ya sea incluso una revista o un libro y que tiene por tanto un propósito definido,

3. Que como resultado del desarrollo del sistema de salud y de su expresión virtual, deben crecer los portales de las especialidades hasta cubrir la totalidad de las mismas con el propósito de cubrir las necesidades de acceso a la información y el intercambio entre los diferentes profesionales desde cada perspectiva disciplinaria,

4. Que al propio tiempo deben crecer los portales de revistas científicas, en principio cada una de ellas  debe contar con un portal como hoy lo tienen las revistas farmacia y salud pública,

5. Que deben  surgir y desarrollarse los portales de aquellos libros que por sus caractertísticas representan cuerpos teóricos para abordar los temas de las ciencias médicas y de la salud y que tienden a tener nuevas ediciones por ser textos esenciales de las ciencias de la salud y en general y con los cuales nuestra red tiene una responsabilidad directa,

6. Que deben surgir los portales de autores de nuestra red, especialmente de aquellos que han acumulado una obra importante o que tienen aportes al pensamiento de la salud cubana y de la medicina y la biomedicina y otras disciplinas necesarias para el desarrollo del sistema y que permiten tener acceso a la visión que ese autor tiene de los problemas de salud y apuntar a su producción científica y a aquellos aspectos de su obra que merece la pena compartir,

7.  Que todos estos espacios conviven necesariamente  con la red de portales institucionales que representan de la mejor manera posible y de acuerdo con la política de publicación en el web de salud,  las entidades institucionales que conforman el sistema de salud pública y que estos portales deberán  considerar también los aspectos de coherencia con su objeto social y su misión así como su relación con el resto de la red,

8.  Por tanto,  tenemos la responsabilidad de tejer una red de portales con intencionalidad, con claridad epistemológica integrando la teoría y la práctica de la salud pública y las ciencias médicas y biomédicas cubanas. Esta deberá manifestarse en espacios multidisciplinarios que sin renunciar al papel de las especialidades y las disciplinas ofrezca las perspectivas holísticas que sirven de referente a cada aspecto particular de manera que en Infomed no dejemos de ver ni el árbol ni el bosque.

La salud de nuestro pueblo y de los pueblos del mundo es la  totalidad que guía las visiones y las  identidades necesariamente fragmentadas  que exigen las especialidades, las disciplinas, las publicaciones, los libros, los autores, y demás figuras que componen la red. Una dialéctica  entre la necesidad de lo particular y el sentido de lo general debe manifestarse en nuestra red e idealmente debe distinguirla. Cualquier metodología que adoptemos  deberá responder a esa tensión dialéctica y deberá hacerse de manera consciente.

Las clasificaciones,  las metodologías, las herramientas, los procedimientos,  los sistemas de gestión de contenidos son todos  herramientas para esa construcción pero no nos darán por sí solas la guía de como construir la red que queremos. La necesaria tensión de esa construcción requiere de la participación activa y crítica  de los miembros de la red, individual y colectivamente,  quienes deberán nutrirse permanentemente de lo mejor del conocimiento científico acumulado y  de las mejores prácticas de la salud pública cubana.

0

VI Jornada Nacional de Ciencias de la Información en Salud, 2009

Ya está en curso la Jornada Nacional y sorprende el número de trabajos que se han presentado. Por ser unos cuantos, no he podido revisarlos todos pero los que he podido visitar son interesantes y sobre todo muestran el potencial de la red y la importancia de compartir lo que hacemos. Hay unos cuantos trabajos de la atención primaria lo que es muy significativo y se cubren varios temas vinculados a los objetivos estratégicos del Sistema de Información en Ciencias de la Salud.

Al propio tiempo hay ausencias de trabajos que sabemos que se están haciendo, que han producido resultados concretos y que sin embargo no se presentan en la Jornada. En el año 2007 tuvimos una muy buena jornada. Esta apunta en la misma dirección. La participación será decisiva y no debemos olvidar que las sesiones en línea no pueden sustituir la visita con tiempo y con conciencia a cada uno de los trabajos para encontrar cosas interesantes, aprender y compartir criterios. En la Jornada del 2007 comenté que habían demasiados comentarios dedicados a elogiar los trabajos y necesitábamos más intercambio científico, más preguntas específicas, más debate. Eso están esperando los autores, sin menoscabar por supuesto el reconocimiento justo y el estímulo. Espero que esta vez logremos hacer muchas más preguntas.

El hecho de contar con la posibilidad de combinar la jornada vía Web con sesiones sincrónicas puede darle un dinamismo mayor pero tengamos cuidado con el lugar de cada herramienta. El tiempo es otro aspecto crucial porque la Jornada no puede agotarse en tres días. Estas sesiones interactivas deben abrir un período en el que podamos revisar y comentar y volvernos a encontrar más sincrónicamente para concluir la Jornada. Esa fue una experiencia válida de la versión del 2007.

Publicado con El navegador Flock

Etiquetas: , ,

Filed under Eventos by on . Comment#

0

Equipo de Futbol de Infomed en el Parque MartíAcabo de recuperar unas fotos del primer campeonato de Fútbol de Infomed. Los rivales fueron la gente de RadioCuba y el  “enlace” un exradiocuba devenido infomedista que para no ser acusado de que se pasó de bando, jugó en ambos equipos. El exradiocubainfomedista aportó esta excelente conexión de red y los muchachos del nodo le pusieron cuerpo al tema de manera que fueron capaces de retar al equipo “todos” de manera que el campeonato puede titularse “El Nodo contra todos o contra los demás”.  Por la  tercera edad estuvo presente  en el campo Gustavo Kourí  y quien les cuenta desde las gradas.  Las muchachas de servicios especiales de información, infraestructura y la editorial dieron ánimo y Keilyn representó al “LIS” en el encuentro.
Magnífica tarde que coincidió con la penúltima sesión del encuentro nacional de directores y que se realizó en las instalaciones del Parque Martí, libre de -“cercas” y “cerca” del mar.

Etiquetas: , , , ,

Filed under Generales by on . Comment#

0

Mañana Jueves 10 de diciembre  a las 9 am en la sesión del Jueves de Infomed presentaré el tema de la relación entre las herramientas infomed 2.0 y el funcionamiento del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.

Se expondrá, mediante ejemplos, la forma en que deben usarse las herramientas de Infomed 2.0 en el contexto organizacional de Infomed haciendo referencias concretas al uso del calendario, el wiki, los blogs, los enlaces y el agregador o integrador conocido como planet.

La presentación se difundirá por el Web en la Sala 1 de Elluminate

Filed under Generales by on . Comment#

0

Acabo de leer un artículo publicado en PLoS Medicine sobre las revisiones en sus diversas modalidades y su relación con los procesos de formulación de políticas que creo útil revisar para ver cómo lo estamos haciendo por acá. El artículo en cuestión es

Lavis, J.N., 2009. How Can We Support the Use of Systematic Reviews in Policymaking? PLoS Medicine, 6(11), e1000141. Available at: http://dx.plos.org/10.1371/journal.pmed.1000141 [Accedido Diciembre 7, 2009].