directores2008

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En tiempos como los que vivimos,  el desafío de sobrevivir se cobina con la responsabilidad histórica de lograr que nuestra nación salga adelante y de preservar los mejores valores en los que nos hemos forjado. Necesitamos la reflexión profunda y autocrítica que consolide el proyecto de emancipación social del que hemos formado parte y encuentre los caminos para elevar la calidad de vida de nuestro pueblo. Esa reflexión general cobra cuerpo en nuestro caso en el contexto concreto de la construcción de nuestra red de información de salud. Sin excluir nuestras responsabilidades como miembros de nuestras comunidades y nuestra participación en los diversos espacios de la sociedad, tenemos la oportunidad de incidir directamente en la preservación y recuperación de nuestra actividad para el bien del sistema de salud y de nuestra sociedad en general.

Estas jornadas de huracanes han encontrado a nuestros trabajadores en los más diversos escenarios. Desde las acciones para proteger lo que hemos acumulado con esfuerzo durante años, hasta la permanencia en nuestros centros durante el paso del ciclón y la posterior recuperación de los servicios en la medida que ha sido posible. La gran mayoría de nuestra gente ha estado trabajando para ir recuperando la vitalidad y para integrarnos a los esfuerzos de recuperación del sistema de salud. Hay regiones donde el impacto ha sido de tal magnitud que solo con el esfuerzo integrado de todos y con una visión de conjunto es posible salir adelante.

Quienes, acabados de salir del ciclón, tuvimos la oportunidad de participar en el recién concluido Congreso Regional de Información en Ciencias de la Salud, llevamos el mensaje de Cuba y de nuestro sistema de información invocando la solidaridad internacional y ratificando la voluntad de seguir siendo participantes activos de la red regional a pesar de todas las dificultades. Más de 20 cubanos participaron en la cita regional y esta participación, que había sido el resultado años de esfuerzos por movilizar recursos para la participación estuvo casi al límite de no realizarse por coincidir la salida hacia el evento con los primeros días de recuperación tras el paso de IKE. Los gastos ya estaban hechos y en ese momento no dejar de asistir fue el reto. Todos los compañeros que en relaciones internacionales, la OPS y en nuestras instituciones garantizaron los detalles finales en una situación difícil contribuyeron a garantizar que la participación cubana en el balance de 10 años de construcción de la Biblioteca Virtual de Salud fuera posible. También fue posible la participación en las conferencias, debates y grupos de trabajo que permitirán dar continuidad al trabajo de la BVS en los próximos años.

Fue emocionante recibir la solidaridad de nuestros colegas de muchos luugares del mundo, pero sobre todo lo fue recibir los mensajes de aliento que venían de las zonas más golpeadas como la Isla de la Juventud. Un mensaje de Carmita, directora del Centro de Información de la Isla impactó a todos los participantes en el CRICS por describir la dimensión de la catástrofe natural pero al propio tiempo por mostrar, la capacidad de recuperación y el optimismo de nuestros trabajadores de la información.

El desafío es grande pero tenemos referentes históricos importantes para persistir en el esfuerzo. Cuando hace más de 15 años, el sistema de información en ciencias de la salud sufría el impacto resultante del comienzo del período especial, se iniciaban muchas de las iniciativas y proyectos que llevaron a nuestro sistema a una etapa cualitativamente superior. Precisamente en esos años difíciles se desencadenaron nuestras mejores respuestas, surgió nuestra red, se capacitaron miles de personas, se extendieron los servicios a todo el país, se preservó y revitalizó en sistema . A una situación de crisis se respondió con visión de futuro y sobre todo, se reconoció el valor de la participación de nuestra gente en la construcción de una respuesta al desafío. Esa combinación de desafíos y avances también estuvo en el origen de la red, en el surgimiento de los primeros centros de información provinciales, en la extensión de los servicios a zonas rurales, en la defensa de la actividad a pesar de todo.

Al recorrer zonas  en Pinar del Rio que quedaron devastadas tras el paso del huracán Gustav, encontramos a una bibiotecaria con más de 30 años de trabajo al pie de sus biblioteca sin techo y rodeada de otras bibliotecarias y de jóvenes estudiantes y graduados de información e informática recuperando sus libros, limpiando y luchando por lo suyo, comprendimos una vez más la grandeza infinita del pueblo y de nuestra gente sencilla. Eso fue en Consolación del Sur que fue una zona muy golpeada lo que significa que muchos de ellos también habían sido afectados en sus casas. Muchas escenas de este tipo deben haberse repetido a lo largo y ancho del país. Todo lo que hacemos tiene sentido si está al servicio de las personas y se hace con y para las personas y cuando hay comprensión del lugar que ocupamos y la responsabilidad que tenemos no necesitamos esperar que nos digan lo que tememos que hacer.

Hoy contamos con una red mucho más fuerte a pesar de todas las limitaciones e insuficiencias que tenemos. No se trata de subestimar la gravedad de los nuevos problemas causados por el huracán y la agudización de los viejos problemas acumulados. Se trata de una vez más enfrentar la crisis con visión de futuro y con los pies en la tierra y junto a nuestra gente. Debemos  sacar provecho de la red, del trabajo cooperativo, de las relaciones que hemos construido y de la capacidad del sistema como totalidad de apoyarnos para salir adelante. Eso debemos hacerlo con profesionalidad y compromiso político y  conscientes de la responsabilidad que tenemos de preservar y desarrollar el sistema de información de salud que tiene más de 40 años. Aun en las circunstancias más difíciles, la información, el conocimiento científico y técnico acumulados, lo mejor de la cultura deberán acompañar lo que hagamos.