Ago 24th, 2007 Archives

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Desde hace varios años en Infomed se insiste y exige por el cumplimiento de la política de nuestro ministerio de que en las instituciones de salud no se fuma. En realidad esta debería ser una prohibición en todos los centros de trabajo. Tenemos aun muchos fumadores y creo que aunque la prohibición funciona, no hemos logrado lo que queremos, que es crear un entorno que ayude a nuestra gente a alejarse de tan negativo hábito.

Hoy se ha publicado una información en la Diaria sobre los resultados de una investigación realizada en el Canadá que confirma lo adecuado de una política de este corte. Si el rigor en esta exigencia, las recomendaciones personales, las consultorías aun no han sido suficientes para todos los fumadores (algunos se han apartado del hábito), sirva esta información para justificar la valía de la consistencia en esa línea.

El problema que tenemos por acá es que el clima no ayuda mucho. Cuando lean la noticia se darán cuenta porqué lo digo.

La noticia se publicó en la diaria con el título Prohibición de fumar en el trabajo ayuda a dejar el hábito y la reproduzco a continuación:

La prohibición de fumar en el trabajo o en el hogar ayuda a los fumadores que quieren dejar definitivamente el tabaco a hacerlo, según un estudio del instituto canadiense de estadística recién publicado.

El estudio revela que en el curso de la última década los fumadores que no podían fumar ni en la casa ni en el trabajo, eran más susceptibles a dejar de fumar en los años siguientes que aquellos que no tenían restricción alguna.

Entre aquellos fumadores que tenían prohibido fumar en la oficina, el 27 % había dejado de fumar dos años más tarde, pero este porcentaje era solo del 13 % entre los fumadores que podían fumar en su lugar de trabajo. El 20 % de los fumadores que no podían hacerlo en sus casas había abandonado el tabaco a los dos años, contra el 13 % que no conocían restricciones en su domicilio.

Los resultados del estudio hacen pensar que “para los fumadores que quieren dejar de fumar, las restricciones sobre el uso del tabaco en el trabajo pueden inclinar la balanza para el lado bueno”, sostuvo el comunicado del instituto. “Es posible que la necesidad de salir a fumar afuera en aquellos países con invierno riguroso hagan inclinar la balanza hacia el abandono del tabaco en determinados casos”, declaró Margot Shields, analista del instituto. El estudio revela también la creciente tendencia al alza de hogares donde no se fuma.

El número de fumadores que viven en casas donde está prohibido fumar aumentó del 27 al 43 % entre el 2000 y el 2006. Estas cifras coinciden con la adopción de medidas que prohíben el tabaco en los lugares públicos en muchas provincias de Canadá.

Según el estudio, el porcentaje de canadienses fumadores disminuyó del 24 al 18 % en el mismo período.

Fuente: Montreal, agosto  22/2007 (AFP) 

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